Perú: ¿redistribuirán los «gatos despenseros»?

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Javier Diez Canseco.*
 
“Redistribuir” es la palabra política de moda el 2011 entre los postulantes a la Presidencia. La impone el malestar de millones de peruanos ante un crecimiento económico que no mejora sus condiciones de vida y trabajo, que mantiene a casi cuatro de cada 10 peruanos en pobreza y ha aumentando la miseria rural, que concentra la riqueza y la propiedad en escasas manos.

Hoy, todos ofrecen “redistribuir” la riqueza que el crecimiento genera. Desde Toledo (“manejaré la economía con la derecha y redistribuiré con la izquierda”), pasando por sus ex ministros PPK y Rodríguez Cuadros, o Mercedes Aráoz, que acaba de dejar el MEF de García, hasta Keiko, portavoz e hija del impulsor de este modelo económico de desigualdades extremas combinadas con programas asistenciales y clientelares. Los que ya gobernaron juegan a la redistribución.

Pero no dicen de dónde saldrán los fondos para sus programas redistributivos. Duplicarán sueldos de maestros, de policías y soldados; nombrarán empleados públicos con derechos laborales elementales; darán una educación y salud públicas de calidad, servicios públicos al alcance de todos. ¿De qué cuero saldrán las correas?

¿Formalizando a los informales para aumentar la recaudación tributaria? Vieja historia. ¿Con el chorreo producto de más beneficios a los inversionistas para recaudar más? Son cuentos. Los recursos a los que puede echar mano el Estado, para atender las necesidades nacionales, son fáciles de identificar. En primer lugar, las gigantescas ganancias y renta minera, gasífera y petrolera, que hoy se va a un puñado de consorcios extranjeros, dejando migajas. Representan casi dos tercios de nuestras exportaciones, pero dejan miserias.

Si hubiésemos aplicado el prometido impuesto a las sobreganancias mineras de García, gravando un 50% de las ganancias extraordinarias de las empresas mineras, el país hubiera contado con 16,000 millones de soles adicionales en los primeros años del régimen. Sólo “las siete principales empresas mineras… pasaron (sus utilidades anuales) de US$ 2.879 millones a US$ 4.540 millones del 2005 al 2006, aumentando a US$ 4.875 millones en el 2007”, es decir, sus sobreganancias superan los US$ 2.000 millones (anuales)” dice la Red Muqui.

Nadie las sienta a renegociar el respeto a los pueblos, al medio ambiente y las condiciones en que operan.

Sin vergüenza, García cambió el tributo por un “óbolo voluntario” que manejan las mismas empresas a su antojo. ¿Los contratos de estabilidad tributaria o jurídica de la seudoconstitución fujimorista impiden el impuesto a las sobreganancias? Pues la Constitución debe cambiar y, además, los contratos se pueden renegociar con acuerdo de las partes. Más del 50% de esos contratos ya se ha renegociado, pero a pedido empresarial y en su beneficio. Para eso tienen funcionarios y candidatos presidenciales lobbistas al gobierno y al Congreso.

El FMI informa que unos 30 países han redefinido su tributación para mejorar sus ingresos y atender a su gente, desde Zambia y Tanzania, hasta Chile recientemente. Pero el Perú de los felipillos no puede: no hay voluntad y decisión política de recuperar lo que es nuestro. Un solo candidato lo ha planteado, Humala, por GanaPerú, pero nadie debate el tema y la prensa lo ignora. ¿Decidiremos el 2011?

También podemos terminar con la corrupción impune (10% por cada compra o 20% por cada obra) o cobrar miles de millones de soles en deudas tributarias impagas de empresas que el Estado no cobra.

Podemos frenar la usura de los bancos y financieras. Pagan intereses miserables a los ahorristas y cobran intereses leoninos a quienes se prestan. El Banco Azteca y Electra cobran más de 180% de interés anual a los compradores. Saga o Ripley cobran cerca del 70%. Ello encarece el consumo abusivamente. El crédito a PYMES y emprendedores que necesitan capital es también usurero. Un BCR que ponga coto a estos abusos y establezca intereses máximos sería otro cantar. Pero los candidatos lobbistas no dicen ni pío. ¿Repetiremos el plato de poner un gato de despensero?

* Integra el Consejo Editorial de SinPermiso
(www.sinpermiso.info), donde se publicó este artículo —mencionando como fuente al diario La República del 27 de diciembre de 2010
 

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