Porto Alegre: el samba del V Foro Social

Porto Alegre se estremece -y aprovecha- la llegada de unas 150.000 personas -en conjunto y separadamente autodefinidas como fuerzas progresistas- que todavía en la madrugada de este miércoles, aun cumplían con los trámites aduaneros y de identificación necesarios para participar de un modo u otro en el V Foro Social Mundial.

Verdadera Babel que reúne a delegados, invitados y gentes del llano de unos 80 países autoconvocados en la ciudad del sur brasileño con la vaga intención de proponer un método para analizar la unipolaridad del poder mundial, evitar el deterioro del ambiente, fortalecer la democracia, democratizar la enseñanza, discutir los problemas de género, encauzar la solidaridad, en fin, permitir que los que no son escuchados hagan oír su voz.

Más de 150 mil participantes, que representan poco menos de seis mil organizaciones ciudadanas, convertirán a Porto Alegre en la cara más visible de los movimientos sociales que -en América Latina- son el principal punto de apoyo para la expresión del malestar por las políticas que se desarrollan en el mundo industrializado.

El Foro

La plaza -en parte virtual, en parte realista- que es en verdad el Foro contempla casi una docena de asuntos que serán la tabla a discutir en alrededor de unas 2.000 actividades a desarrollar hasta el domingo 30 de enero. El lunes 31 se presentarán las propuestas más o menos consensuadas y los participantes comenzarán el regreso a casa.

Como en los anteriores cuatro Foros Mundiales los intercambios y discusiones se amparan bajo el lema «un mundo mejor es posible», y los debates que recibirán la mayor cobertura serán, probablemente la paz y la desmilitarización del mundo y la lucha contra la guerra, el libre comercio y la deuda externa de los países en desarrollo -o rezagados o asfixiados-.

El marco lo brindarán el proceso de luchas sociales, alternativas democráticas y la oposición a la dominación imperialista-neoliberal; la ilusión es aportar a la estructuración de un orden democrático para el planeta y a la integración de los pueblos. Se descartan los abucheos al presidente de EEUU.

Actividades

La cuestión de las naciones originarias, la opresión de la mujer, la destrucción del ambiente natural, el llamado turismo sexual centrado en el abuso a menores de ambos sexos, Palestina, la guerra de liberación iraquí, el movimiento migratorio del Tercer Mundo al Primero, los pretendidos derechos sociales de los homosexuales en tanto tales, los TLC, el asunto de las patentes sobre medicinas, el software libre, el bloqueo comercial a Cuba, el rol de Colombia -al mismo tiempo prohijada y cabeza de playa de los marines en América del Sur, los salarios, los servicios públicos y las «privatizaciones» integran los extensos temarios.

También el comercio de seres humanos, la propiedad intelectual, el patentamiento de métodos tradicionales en materia de medicina alternativa, los movimientos de los negros y chicanos en EEUU, las corrientes migratorias africanas a Europa, los cambios aparejados a la «flexibilización laboral», el cooperativismo como alternativa a la micro empresa de corte capitalista, la protección de los derechos de propiedad intelectual, el hambre y la pauperización acelerada de la mayor parte de la población mundial, etc…

En materia de actividades artísticas-artesanales habrá de todo: teatro, canto, música, danza, lectura de poesía, plástica, artesanías.

Con suerte, y en forma lenta y desmadejada, el tenor de las discusiones -su estilo, las palabras usadas, los pensamientos emitidos, la pasión y las dudas- llegarán a la base de las organizaciones populares -los movimientos sociales- de los distintos países; probablemente las conclusiones tengan mejor destino y se produzca una tala adicional de árboles para hacer la pulpa de papel necesario para imprimirlas y distribuirlas.

Muy bonito, pero

lo cierto es que el Foro se convierte en un monstruo que consume enormes recursos en la tarea de devorarse a sí mismo. La conformación de un espacio más o menos democrático donde se acepte la diversidad es -qué duda puede caber- importantísimo; pero la realización de estos foros mundiales y sus réplicas nacionales y regionales, no conforman en los hechos el ágora donde los ciudadanos puedan decidir cómo resolver o al menos enfrentar los males que les aquejan.

Al contrario, por su propia complejidad el Foro Mundial y los Foros «subsidiarios» crean una suerte de elite, de «intocables» que, al revés de los intocables de la sociedad india, se ubica en la punta de la pirámide y cuyos esfuerzos -tremendos, por otra parte- corren el riesgo de agotarse en la preparación del próximo Foro.

Convengamos no obstante en reconocer a la sociedad en su conjunto la capacidad de convocar y organizar tamañas reuniones; es probable que a través de algunas ONG, fundaciones y otros grupos los Estados «distraigan» algunos recursos, considerando al FSM una válvula de descompresión, pero en su origen y desde la base de los movimientos sociales los foros son un espejo donde ésta puede mirar y apreciar su potencialidad.

El «mundo mejor» no es una posibilidad, es una lucha planteada en el aquí y ahora -luego será tal vez demasiado tarde-, y el FSM carecerá de mayor trascendencia si no la impulsa; el sujeto de las reuniones no son los «activistas» orgánicos profesionalizados con sus gastos cubiertos, son los pobladores miserables de la orilla de las ciudades, las naciones originarias -también sujetos de un holcausto que comenzó hace siglos-, los estudiantes a los que se birló su historia de rica rebeldía, las mujeres forzadas al aborto, las cooperativas que agonizan y todos aquellos cuyas conciencias es necesario estremecer.

Lo demás es mera anécdota para contar a los nietos cuando llegue la edad de la jubilación.