Preocupaciones juveniles: servir a la patria

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Camilo

“La guerra generalmente se lleva a cabo por si se debe o no besar un pedazo de madera, si debemos vestir de blanco, negro o púrpura, o porque nuestro soberano le tiene miedo al soberano de al lado, por si el de al lado se hace muy fuerte, porque nuestro soberano quiere algo de un país más pequeño o simplemente por orgullo… Los hombres entrenados para matar a sangre fría son tratados como hombres honorables y mientras más hermanos de su especie maten, más se les celebrará…”
Jonathan Swift.

Probablemente los cuartos medios estén pensando en la universidad, la PSU y muchas cosas bonitas que “les permitirán ser alguien en la vida”. Cierto es que el servicio militar se puede aplazar en caso de estar estudiando, pero es sólo retrasar lo inevitable: de todos modos deberemos pasar por la colimba (correr, limpiar y barrer), porque al fin y al cabo, para eso es lo único que sirve esta cosa.

Más de algún cabeza de pistola saldrá diciendo que hacer el servicio militar (aunque probablemente estos tipos se tiren como voluntarios), es “servir a la patria”; y no hay nada más lejano a eso que inscribirse en el ejército: históricamente todas las guerras (salvo excepciones que se cuentan con los dedos de una mano) han traído, a parte de mucha muerte, hambre, destrucción, crisis, enfermedades, pobreza, miseria y enormes beneficios económicos para quienes están en la oligarquía de turno.

Los ejércitos de orden capitalista –como el que existe en Chile y casi todo el mundo– no sirven para defender los derechos del pueblo del país al que pertenecen, sólo a los ricos de dicho lugar. Aquí lo pudimos comprobar en un interesante proceso que abarcó el gobierno de la Unidad Popular y ese espacio que a los profesores les cuesta enormemente relatar: la dictadura, donde por culpa de unos comunachos que quitaron a los ricos (cuyo grueso era extranjero) para devolver a los pobres (la mayoria de Chile), quienes servían a la patria torturaron, mataron, persiguieron, censuraron e idiotizaron a quienes habían jurado servir.

Está bien que les gusten los hombres en uniforme, las armas y la muerte, pero no justifiquen sus gustos freak con un “servir a la patria”, porque caen en el error de confundirlo con “servir a los ricos”.

También se nos ha dicho que seremos remunerados con beneficios que nos servirán por el resto de nuestras vidas: obedecer cualquier orden sin cuestionarla, respetar a los superiores aunque sean unos déspotas y aceptar que esta es la realidad que me tocó y no debo preguntarme ni poner en tela de juicio nada de lo establecido, aunque en realidad, eso sólo sirve para perpetuar el sistema que nos tiene inmersos en esta crisis, sin poder alimentarnos y teniendo que recurrir al sobreendeudamiento para solventar nuestros gastos más básicos.

Estas enseñanzas perpetúan el Transantiago, los sueldos bajos, los malos tratos, la mala educación que recibimos, las Isapres, la mala calidad de la salud pública… en fin: todo lo malo de esta sociedad. Por supuesto que está también lo que dicen ellos:

 Después del término de tu Servicio Militar

– Quedarás en buenas condiciones para postular a una carrera profesional en las Escuelas Matrices de las FF.AA.

– Podrás optar a contratarte como soldado profesional para servir por un lapso de 4 años en el ejército.

– Contarás con el apoyo del Sistema de Reinserción Laboral (SIREL) que posee cada una de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, para ayudarte a encontrar trabajo en la vida civil al término de tu servicio militar.

– Integrarás las listas de ciudadanos que han honrado a su patria sirviendo en las FF.AA.

– Si te habías matriculado antes de cumplir con tu servicio militar en una  Universidad, Instituto Profesional o Centro de Formación Técnica reconocido por el Ministerio de Educación, a su término podrás exigir legalmente tu reincorporación, sin más requisitos que aquellos que en su oportunidad cumpliste. Este podrá impetrarlo durante el período lectivo inmediatamente posterior a la fecha del término de este deber militar y en la misma institución dónde fuiste seleccionado o te matriculaste.

– Tendrás derecho a recuperar el trabajo que tenías antes de iniciar el cumplimiento de tu Servicio Militar,  según lo establece el artículo 158 del Código del Trabajo vigente. Esta obligación se extingue un mes después de la fecha del respectivo certificado de licenciamiento, tiempo que en caso de enfermedad se amplia hasta un máximo de cuatro meses.

El Servicio Militar no interrumpe la antigüedad del trabajador para los efectos legales. La Ley 11.133 de fecha 20 de Diciembre de 1952, reconoce a todos los empleados y obreros  el tiempo servido en el Servicio Militar para sus efectos legales. Además, para todos los ciudadanos acuartelados que se encuentren afiliados al sistema de A.F.P., las instituciones de las FF.AA. efectúan las cotizaciones previsionales, siendo así reconocido el tiempo servido en el Servicio Militar para todo efecto legal previsional.

Creo que podemos apreciar que los beneficios que otorga el ejército son en realidad compensaciones por las molestias ocasionadas al “servir a la oligarquía y permitir un lavado de cerebro completo”. Se nota que interfiere en el trabajo, la educación y nuestros bolsillos al ser un periodo de Vegetación económica y social que no sirve para nmada más que estirar las bolas. Claro que te dejan aprender algún oficio relacionado con matar gente: experto en explosivos, reparador de maquinaria de guerra, mecánico de tanques y aviones, etc.

Si a estas alturas ya se están convenciendo de que el servicio militar obligatorio no es bueno, hay una sola salida: luchar contra quienes nos imponen un deber, no sólo inútil y desgastante, sino que además degradante y absolutamente enfermo. Los recursos destinados a las fuerzas armadas se pierden en una guerra que nunca vendrá o en la defensa de un sistema cuyas bases somos nosotros, y por ende, que nosotros podemos eliminar.

El desarrollo de la patria está en el intelecto, no en la fuerza bruta.

Como antecedentes "freak": EEUU podría recuperarse de su déficit financiero si eliminara sus fuerzas armadas, e Islandia, el país más “desarrollado” del mundo, no tiene ejército.

Referencias:
Historia de la Humanidad, don Carlitos Marx, la realidad incómoda del día a día.

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