Primer Mundo: mucha TBC en Gran Bretaña

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Magalí Silveyra

Los niveles de infección tuberculosa en Gran Bretaña son "demasiado altos", señala la oficina de protección sanitaria del archipiélago. De acuerdo con las estadísticas es el mayor número de enfermos desde la década de 1981/90. Globalización: un caso en que el Tercer Mundo invade al Primero –aunque, claro, no es cosa de sentir orgullo por ello.

La Agencia de Protección Sanitaria planteó que los niveles de infección por tuberculosis en Gran Bretaña "siguen siendo demasiado altos". En 2007 se informó de 8.417 enfermos con tuberculosis, una reducción de menos del uno por ciento respecto del año anterior; en 2000 se contabilizaron 6.726 casos.

Ibrahim Abubakar, jefe del área de tuberculosis del Centro de Infecciones de la Agencia de Protección Sanitaria, declaró que –aunque se registró una caída leve en los niveles de la enfermedad desde elpico de 2005– "los índices siguen siendo los más altos desde la década de 1981/90".

La estadística de la agencia indica que en Gran Bretaña el mayor número de enfermos se encuentran en las áreas urbanas de Inglaterra y en Gales "Está claro que en algunas áreas de Gran Bretaña, principalmente las urbanas, los niveles de tuberculosis siguen siendo muy altos", dijo el epidemiólogo. La mayor parte de los afectados tienen entre 15 y 44 años; la capital del Reino Unido reúne alrededor del 39 por ciento de los enfermos.

"…Un diagnóstico temprano y un tratamiento apropiado", dijo el médico, son la mejor arma en la lucha contra el flagelo. Esta enfermedad, advirtió, "es una condición prevenible y tratable, pero sino es tratada puede ser mortal".

Según las autoridades la mayor parte de los enfermos infectados son de origen extranjero provenientes especialmente de Asia. No es informó de datos relativos a la incidencia del tipo de trabajo que desempeñan, la condición socioeconómica y el acceso de los enfermos a los sistemas de salud pública

Los síntomas más comunes de la enfermedad –una de las más antiguas que se conocen, se la detectado en restos de más de 9.000 años– son: fiebre y sudores nocturnos; baja de peso, tos persistente y derrames de sangre en la flema o al escupir. En la segunda mitad del siglo XX, gracias al desarrollo de los antibióticos, la TBC parecía una enfermedad camino a su desaparición.
 

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