Rally Dakar en América Latina: ¿y el daño al desierto florido?

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Virginia Vidal*

Chile y Argentina volverán a ser sedes del Rally Dakar en 2010. El anuncio fue adelantado en Santiago por el ministro portavoz del gobierno chileno, Francisco Vidal, quien lo calificó como "una muy buena noticia para el país deportivo". Es notable que las autoridades no consideren el daño ya causado por el reciente rally al desierto florido –ni menos piensen en el futuro.

Según los geógrafos del Centro del Desierto de Atacama de la Universidad Católica de Chile, evaluar y analizar el perjuicio causado por la competencia exige un profundo estudio en esas zonas para determinar la dimensión del daño provocado al desierto florido, como también la necesidad de medir cuánto puede soportar el desierto y si está preparado para afrontar otras competencias de esta índole.

Según medios de prensa, los gobiernos de Chile y Argentina aportarán seis millones de dólares cada uno para el Dakar 2010, de acuerdo a requerimientos de A.S.O (Amaury Sport Organization), empresa francesa a cargo de la prueba. "Para el 2010, el Dakar tendría más jornadas y llegaría más al norte", agregó el vocero Vidal sobre el tramo chileno de la carrera.

El raidista Jorge Latrach, que debió abandonar en el Desierto de Atacama, anticipó que serían siete las etapas que se correrán finalmente en el país: "Yo sé extraoficialmente que se va a ampliar hasta Iquique. Se van a ampliar a siete etapas con Iquique-San Pedro. La A.S.O lo va a comunicar los primeros días de marzo, así es que estamos felices porque acá tenemos muchas más ventajas", dijo el piloto.

El anuncio no hace la menor alusión al daño que causará esta empresa al desierto chileno.

Desde Copiapó, Región de Atacama, el 25 de enero, el periodista Rodrigo Álvarez M., titulaba su crónica: “El paso del Dakar dejó una huella ambiental en el desierto florido” informando que, como reportero de El Mercurio, acompañó a expertos del Centro del Desierto de Atacama de la UC para constatar los efectos del rally.

Él, Pilar Cereceda y Pablo Osses, dos geógrafos del Centro del Desierto de la Universidad Católica, recorrieron sectores del trayecto del Dakar en sus etapas 9 y 10, es decir, el lunes 12 y martes 13 de enero, las fechas clave de la competencia.”En una quebrada cerca del sector de Caserones, a 40 km al oeste de Copiapó, las huellas de vehículos dejaron cientos de surcos que cambiaron la fisonomía del lugar; dejaron al descubierto decenas de bulbos y diseminaron arbustos y cactáceas”. Ese era el daño ambiental inferido por la carrera de más de doscientos vehículos todoterreno, motos, autos, camionetas, cuatriciclos y camiones, además de otros cientos de vehículos de asistencia.

"No podemos hablar de un desastre ecológico si este sector afectado es ínfimo en comparación con el resto del desierto, pero si este sector es de los pocos donde existe flora desértica, eso es más grave", explicó Pilar Cereceda, directora del Centro del Desierto de Atacama de la UC.

Más al sur, cerca de la Bahía Salada, zona costera donde el fenómeno del desierto florido se intensifica, el paso del Dakar dejó cicatrices en los llanos, cambiando el paisaje para siempre. "El registro de la caravana es acotado, por lugares específicos, pero si esto se vuelve a repetir en otras zonas, con nuevos ‘dakares’, el daño aumenta", afirmó Pablo Osses.

Según el reportero, las otras zonas sensibles para el desierto florido y por donde pasaron los todoterreno son el llano de Algarrobal y la quebrada de Totoral. “En el centro del Desierto de Atacama previeron este daño e intentaron vanamente contactarse con los organizadores y las autoridades responsables para advertirles estos riesgos, pero no hubo caso (…) Claramente en el gobierno existía poca información al respecto; como el recorrido era secreto, nadie sabía por dónde iba a pasar el Dakar, y menos del daño que podría provocar", señaló el geógrafo Osses.

"A la Conama sólo le bastó con prohibir el paso por los parques y reservas nacionales, pero existen muchos ecosistemas sensibles como el desierto florido", dijo la geógrafa Pilar Cereceda.

Especies afectadas vistas en el recorrido de los geógrafos y el periodista: Malvilla (Cristaria sp); Cuerno de cabra (Skytanthus acutuw); Hierba del salitre (Frankenia chilensis); Calandrinia (Calandrinia sp); Flor de la viuda (Zephyra elegans); Suspiro (Nolana sp); Cebollín o huilli (Leucocoryne sp); Cacto (Opuntia sp); Tillandsia.
 

*Periodista, escritora; directora de Anaquel Austral (www.virgina-vidal.com) –que cita un informe de Claudio Cerda (Reuters).

   

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