Recuerdo y homenaje. – EL MÁRTIR DE LOS ANIMALES

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Más allá de las violaciones a las leyes en que incurrió en su desesperada y a menudo solitaria guerra por una vida y muerte dignas para los animales, Barry Horne fue sentenciado por la voluntad social y de los poderes del Estado en orden a criminalizar esa actividad. Los animales, más allá de la poética franciscana, carecen de derechos, no son sujetos de derecho, no se les atribuye la capacidad de tener sentimientos y se desestiman sus eventuales emociones; son, simplemente, semovientes, esto es: se mueven por sí mismos. Hay máquinas semovientes.

Fue inútil que jamás se pudiera establecer un vínculo real entre el reo y, salvo uno, que confesó no sin orgullo, y los crímenes de los que se le acusó. Voluntariamente participó en unas 14 rondas de reconocimiento ante testigos, sin que ninguno lo identificara. Pesó más en el ánimo del juez que los daños totales esgrimidos por la fiscalía de su majestad fueran en el orden de los treinta y tres millones de libras que la más que probable inocencia del acusado.

Antes de asumir el gobierno del Reino Unido Anthony Blair, su partido –el Laborista– prometió a la ciudadanía investigar las reales actividades de laboratorios y centros de investigación que utilizan animales; pero en la tradición de la política mundial naturalmente la promesa fue olvidada.

Y por ese olvido las cuatro huelgas de hambre y su muerte custodiado en una sala cualquiera del hospital de Worcestershire, al que había sido trasladado desde la prisión de seguridad de Long Lartin. Llevaba 15 días sin ingerir alimentos; sus huelgas de hambre anteriores –la última de 68 días– cobraron su deuda.

El objetivo de Horne no era llamar la atención sobre la injusta y atrabiliaria condena, sino lograr que el gobierno formara una comisión para que se investigaran los por qué de la vivisección, procedimiento seudoientífico en realidad inútil, y por cierto reemplazable, si de investigar nuevos medicamentos se trata.

En memoria de Horne se vienen realizando en diversas partes del mundo distintos homenajes; los más combativos comprenden sabotajes a laboratorios de investigación y experimentación con animales, liberación de animales encerrados o enjaulados, publicación de artículos en medios periodísticos, «blogs» y páginas-web y denuncias sobre crueldad ejercida contra estos «parientes pobres» del mamífero humano.

En Santiago de Chile se realizará este viernes 10 de noviembre de 2006 un foro-debate sobre Liberación animal y criminalización. Se mostrarán vídeos, se leerán textos y se dará a conocer algunas actividades del Frente de liberación animal.

Todo ello en la biblioteca popular autogestionada Sacco y Vanzetti, en calle Santo Domingo 2423 a las 19.

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