Sabiduría en tiempos peligrosos
Un anciano árabe que vivía desde hacía 40 años en los EEUU, no muy lejos del Pentágono, quería plantar papas en su jardín, pero arar la tierra era un trabajo muy pesado para sus años. Su único hijo, Ahmed, estudiaba en Francia, así que o decide mandarle un e-mail explicándole el problema:
«Querido Ahmed: Me siento mal porque no voy a poder plantar mi huerta con papas este año. Estoy muy viejo para arar y hacer las melgas. Si tú estuvieras aquí, sé que darías vuelta la tierra por mí.
«Qué Alá esté contigo.
«Te quiere, papá».
Al día siguiente por la tarde recibe la respuesta de su hijo:
«Querido papá, por lo que más quieras, no revuelvas la tierra de esa huerta, ahí es donde tengo escondido aquello.
«Te quiere
«Ahmed».
A eso de las cuatro de la madrugada, aparecen la policía local, cinco agentes del FBI, algunos de la CIA y 10 representantes del Pentágono, que dan vuelta toda la tierra de la huerta buscando materiales para construir bombas, ántrax o lo que sea.
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Finalmente, como no encuentran nada, se van cuando asoma el sol.
Poco después el hombre recibe otro correo electrónico de su hijo:
«Querido papá:
«Seguramente ya puedes plantar tus papas.
«Es lo mejor que pude hacer desde acá.
«Qué Alá sea contigo
«Tu hijo Ahmed.»