Santos y Uribe: amor de verdad o matrimonio de conveniencia

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Néstor Francia.*

Santos y Uribe se han reunido, en medio de insistentes rumores e informaciones sobre presuntas diferencias entre ambos. La revista colombiana Semana, según informa José Vicente Rangel, se sumó al coro. Rangel enumeró las características en las que difieren ambos mandatarios, de acuerdo con la referida revista, sobre la base de que Juan Manuel Santos es de personalidad pragmática, lo que podría significar un giro en la forma de gobernar.

En Semana se afirma que Santos “Integrará el Partido Liberal a la coalición de gobierno; nombrará técnicos en su gabinete; dará nuevas orientaciones para la diplomacia; procurará un nuevo trato para la oposición y un acercamiento con la administración de justicia, así como la resurrección de ministerios que fueron fusionados con otros, como Trabajo, Vivienda y Justicia, y prescindirá del Partido de Integración Nacional (PIN) que representa a sectores identificados con el narcotráfico y los paramilitares”.

Ahora bien ¿hasta dónde esas presuntas diferencias incidirán en el destino de Colombia y en su política exterior? ¿Se trata de contradicciones profundas o solo de estilo? Nos decantamos más por esta última posibilidad, aunque siempre es bueno recordar que en el campo de la política no se puede descartar sorpresas. Lo cierto es que, sí, los dos líderes del uribismo se reunieron ayer. Lo hicieron en privado, en el Palacio de Gobierno, y se dice que la situación con Venezuela fue el tema más importante abordado en su encuentro de una hora y quince minutos. Uribe le habría presentado a Santos las “pruebas” que su gobierno llevará a la OEA, el jueves, en Washington.

Fuentes del diario El Tiempo de Bogotá señalaron que se pudo establecer que el presidente electo no hizo mayores objeciones al plan de Uribe. Estamos, pues, en un verdadero tejemaneje, idas y vueltas, declaraciones y contradeclaraciones. Lo cierto es que en cuanto la relación Santos-Uribe nada está del todo claro, salvo lo que ambos representan como opción política pro-imperialista y contrarrevolucionaria.

Santos ayer le hizo un par de caricias a su mentor. Dijo que quienes quieren verlo distanciado de Álvaro Uribe se quedarán con “los crespos hechos” y que tiene un vínculo indisoluble con el mandatario saliente. Agregó que ese vínculo entre él y Uribe está cimentado “en nuestro infinito amor por esta patria, en nuestra ilusión de un país prospero y en paz”. Señaló que ante todo buscan el “bien del país”. Por eso “lucharemos él y yo de la mano hasta ver nuestro sueño totalmente realizado”, añadió.

Entretanto, nuestro gobierno sigue insistiendo en lo que es en realidad el tema de fondo.

La agresión permanente

El vicepresidente de la República, Elías Jaua, declaró que existe un ataque desde el gobierno de Estados Unidos que está dirigido contra el presidente Hugo Chávez con el propósito de evitar que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) triunfe en las venideras elecciones parlamentarias.

Asevera Jaua que existen “los ataques permanentes del Gobierno de los Estados Unidos y desde sus organizaciones que financian a organizaciones opositoras en Venezuela”. Aseguró que “estamos frente a un ataque concertado para intentar evitar que las fuerzas revolucionarias logren una victoria el 26 de septiembre”.

Por supuesto, reforzar esos ataques es parte de los objetivos de la nueva pantomima montada por el gobierno de Uribe, tal como denunció la senadora colombiana Piedad Córdoba.

La senadora recapacita y puntualiza

También la resolución injerencista del Senado de Chile forma parte de esa estrategia, sin embargo se añade un elemento que desde el punto de vista moral y político desfavorece las intenciones de la derecha chilena, y es la declaración de la senadora Isabel Allende, la hija de Salvador Allende. Aunque es inexcusable que ella se haya sumado a un acuerdo absolutamente sesgado políticamente, de todas formas ha habido una rectificación.

Allende señaló ayer que nunca ha dudado de la democracia venezolana y rechazó ser partícipe de la “demonización” de Hugo Chávez. La parlamentaria, que se encuentra fuera de Chile, emitió un comunicado para aclarar su postura respeto de la resolución aprobada la semana pasada por el Senado, donde afirma que “Nunca he dudado del proceso democrático en Venezuela…Todas las elecciones han sido validadas por organismos internacionales y el Gobierno de Chávez siempre ha tenido la máxima disponibilidad para aceptar observadores internacionales”.

La senadora también lamentó “la utilización que ha hecho la derecha de una declaración que buscaba apoyar el proceso eleccionario en Venezuela y darle garantías a todos los sectores…No aceptaré ni me haré partícipe de la demonización del Gobierno bolivariano de Venezuela ni de su presidente Hugo Chávez”. Además, mostró su aprecio por las constantes declaraciones de afecto de Chávez hacia la figura de Allende. Allende también exhortó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile a no entrar en una escalada de declaraciones que solo pueden afectar las excelentes relaciones históricas que unen a su país con Venezuela y su pueblo.

Por supuesto la canalla mediática y la oligarquía criolla harán todo lo posible por minimizar y ocultar estas palabras esclarecedoras de Isabel Allende. Todo es parte de su arremetida final cuando faltan solo poco más de dos meses para las elecciones, y en momentos de frustración porque sus cuentas no les dan.

De aquí al 26 de setiembre son capaces de todo.

* Analista de asuntos políticos.

 

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