Sin sorpresas: Ecuador se dispone a reelegir a Rafael Correa

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Germán Gonaldi*

Es una elección extraña la de este domingo 26 en Ecuador. Contrariamente a lo que pasaba en años anteriores, el proceso electoral transita por aguas calmas y seguras, sin sobresaltos para el Presidente Rafael Correa, que va por su primera elección con la nueva constitución, complementando el mandato que ya tiene desde 2006, cuando derrotó a los partidos políticos tradicionales. A menos que ocurra una sorpresa mayúscula que nadie se atreve a pronosticar, Correa seguirá será proclamado en las urnas hasta el 2013.

Así, el guayaquileño podrá permanecer en el Palacio Carondelet otros cuatros años mas, hasta 2017, porque la constitución aprobada en septiembre se 2008 habilita la reelección por un período.

La sensación general es que los comicios ya están ganados. Ninguno de los candidatos llega a una expectativa mínima de, siquiera, disputarle la presidencia al economista. Este hecho no es gratuito: muchos de ellos representan a sectores de la vieja política y la sociedad ha dado evidentes muestras de querer sepultarla

Y acaso en la contrafigura que la gente ve frente a los políticos tradicionales, más que en sus políticas efectivas, esté la base del favoritismo del líder de Alianza País. Es cierto que aun no parece afectarlo el desgaste del poder, porque hábilmente ha sabido mantener una buena llegada al público y mantiene un interesante apoyo de los nuevos actores de inicio de siglo: los movimientos sociales.

Desde que empezó a gobernar, ha aplicado políticas sociales avanzadas, especialmente en salud, educación y vivienda, ha ganado algunas batallas contra la corrupción -un mal endémico en América Latina- y supo contrarrestar los ataques de la iglesia y de la prensa.

APM charló con Wellington Sandoval Córdoba, embajador de Ecuador en Argentina. Médico de profesión y con sólo un puñado de años en la política, el diplomático habla claro: quiere la “gran unión suramericana socialista” y alinea en ese destino a Argentina, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y El Salvador.

Correa ganará con el 54%

–En las elecciones del domingo 26 de abril se da por descontada la victoria de Rafael Correa, ¿cómo ve el escenario electoral?

–Tenemos la certeza que Correa será elegido en la primera vuelta porque es una consecuencia lógica de un proceso que se viene desarrollando desde que fue candidato la primera vez en el año 2006 y lógicamente el propuso al pueblo ecuatoriano un programa muy claro: vamos a refundar el país, vamos a cambiar la constitución, buscar mayor equidad, nos dirigimos hacia un camino en que predomine la justicia social, los derechos humanos y para ello obviamente había que hacer una mueva constitución, producto de una nueva Asamblea Constituyente y en efecto se han dado los pasos pertinentes.

Se ganó la Constituyente, se hizo la nueva Constitución, se la aprobó y la misma convocó a nuevas elecciones que son las de este domingo. Este es el paso final del proyecto Correa, y el pueblo, muy consecuente con ese proyecto, le va a dar entre el 54 y el 58 por ciento de los votos.

¿Cuáles son los puntos centrales de la nueva constitución que la diferencian de otras?

–Desde el mismo concepto de soberanía. Soberanía para nosotros los latinoamericanos ha sido resguardar las fronteras, nuestro territorio, y soberanía es mucho más que eso. Es resguardar las ideas, nuestra cultura, nuestra alimentación, nuestro progreso, nuestra educación, que desafortunadamente en la mayoría de los casos no lo hemos tenido o lo hemos tenido a medias.

Hay cambios en cuanto al concepto social lo que predomina en la nueva constitución es el bienestar del hombre: salud, vivienda, trabajo, producción; en lo económico hemos estado siendo dominados por doctrinas neoliberales que han fracasado rotundamente en el mundo. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial nos han estado diciendo que tenemos que hacer económicamente en nuestros respectivos países para suceder lo que ha sucedido ahora. Sus propias recetas le han autodestruido y han autodestruido la economía mundial.

El concepto económico tiene que ser diferente, el Estado debe tener, no creemos que solo, sino que tiene que haber mercado, obviamente, pero el Estado tiene que controlar y tiene que dictar las reglas, y sentar los precedentes para que no suceda lo que últimamente está sucediendo en el mundo. Eso es básicamente los tres grandes conceptos pero hay otros temas colaterales que son por ejemplo los derechos de la naturaleza; nuestros antecesores vivían en concierto con la naturaleza. Si usted lee las primeras versiones de las españoles que llegaron a América, ellos llegan sorprendidos de la integración indio-naturaleza, de cómo vivían en paz y tranquilidad, asociados. No hay que conquistarle a la naturaleza, hay que asociarse con ella, y lógicamente tiene derechos la naturaleza.

El agua es un problema; en Suramérica tenemos el 35 por ciento de agua dulce del mundo y eso va a ser un problema en el futuro. El agua no puede se propiedad de nadie, tiene que ser manejada por el Estado porque es un derecho del hombre, un derecho básico de acceso a ese recurso. Y estamos dirigidos al cuidado del medio ambiente, y a reorganizar la vida en su totalidad. Y creo que el proyecto Correa ha sido muy claro, ha trabajado ventajosamente hasta ahora sin mayores problemas, sin mayores obstáculos y mas bien en forma serena, diáfana y segura.

–Habló de economía, y Ecuador que es un país dolarizado lo cual ha traído y trae varios problemas, ¿hay un plan para salir de la dolarización?

–La dolarización es un tema muy complejo, cuando en el año 1999/2000 entramos en la dolarización con el gobierno de Mahuad, el dólar costaba 5 mil sucres el día lunes, el día martes costaba 10 mil, el miércoles 15 mil, y decidieron echar la dolarización poniéndoles el gobierno el precio de 25 mil sucres por dólar, es decir todos los ecuatorianos perdimos un 80 por ciento del valor de lo que teníamos en una semana: ¡Una barbaridad! Para dolarizar necesitamos… para dolarizarnos sacrificamos el 80 por ciento de lo que teníamos, con la idea de que nos iba a hacer más estables, de que no iba a haber más inflación, de que la inflación iba a ser de un dígito, de que iba a ser igual a la estadounidense.

Y no hay tal…hemos tenido una inflación que no ha sido tan severa como antes y más o menos nos hemos mantenido entre uno y dos dígitos pero tenemos otros problemas que precisamente estamos viendo ahora, en este momento los países que no están dolarizados pueden maniobrar financieramente, pueden devaluar su moneda frente al dólar que es una forma de autodefensa, pueden imprimir moneda, cosa que no podemos hacer nosotros, porque dependemos en forma estricta del dólar, no podemos imprimir dólares, no podemos devaluar al dólar. Es decir nuestra sobrevivencia económica depende que nuestras exportaciones sean mayores que las importaciones, es decir que los dólares que percibimos sean mayores, caso contrario vamos a la quiebra.

–¿Hay un plan para salir de esta trampa dolarizadora?

–No, por el momento no, la desdolarización va a ser tan compleja como la dolarización. Y hay que ser muy cuidadosos y hay que hacer un cálculo exacto para que no suframos lo que sufrimos para entrar en la dolarización; pero obviamente nosotros pensamos que deberíamos tener una moneda común en la región, pero va a tomar años, no es una acción que se pueda hacer de un día al otro. A Europa le tomo muchos años pero ya tiene el Euro y nosotros en Sudamérica deberíamos proponerlo, y nuestros gobiernos deberían trabajar para una moneda común.

–En referencia al default de la duda externa declarado hace unos meses, ¿cómo se está tratando el tema en su país?

–El presidente Correa dijo en forma muy clara que parte de nuestra deuda es ilegal e inmoral y que eso no lo vamos a pagar. Las deudas que uno adquiere y contrae tiene la obligación moral y legal de pagarlas y nosotros todo lo que sea legal y moral lo vamos a pagar hasta el último centavo.

Le voy a dar un ejemplo: nos condonan una deuda porque hace muchos años un personaje rico del país que tenía una flota naviera pidió por sus palancas al gobierno un préstamo a un país europeo para adquirir barcos, el gobierno ecuatoriano accedió y pidió el préstamo y el tipo que quería comprar los barcos se arrepintió y no avisó a nadie y esa plata quedó sin salir al Ecuador y nosotros pagamos miles de millones de dólares en intereses por una plata que nunca llegó al Ecuador y seguía en el banco. ¿Usted cree que eso es moral o legal? Y ellos nos condonan la deuda… ¿qué deuda, si nunca llegó a ser deuda? Es una vergüenza.

Del otro lado, había un proyecto, de condonar una deuda de más o menos 3.500 millones de dólares que debería condonarse el 31 de diciembre de 1995 y desafortunadamente por un arreglo de las clásicas oligarquías el 15 de diciembre un ministro fue y firmó alargando la deuda, cuando iba a perdonarse luego de 2 semanas. Ahí se ve en forma clara los intereses personales, los intereses de grupos oligárquicos. Eso es inmoral y eso no se puede pagar porque sería a costa del hambre del pueblo ecuatoriano y eso no va a pasar.

–Ecuador se convirtió en un país que exporta petróleo; se puede decir que el país vive del petróleo?

–Todavía vivimos del petróleo y estamos buscando desesperadamente otras fuentes de ingresos este impacto munda que bajo el precio del crudo nos ha puesto en una decisión difícil que la que nos estamos recuperando lentamente ya que el precio del petróleo se está recuperando lentamente, andamos ya en los 50 dólares el barril que es mejor que los 30 dólares a los que cayó. Pero de todos modos nosotros tenemos la confianza de que las medidas tomadas para impulsar otros productos que nos son clásicos, nos estabilizará la economía a corto plazo.

–¿El gobierno de Correa se alinea con gobiernos de izquierda de la región como el de Evo Morales en Bolivia o Chávez en Venezuela?

–Sí, claro, es lógico, estamos buscando fines comunes por diferentes senderos pero buscamos fines comunes, no necesariamente tenemos que hacer las mismas cosas, pero si ir hacia un fin común de los gobiernos, entre ellos el argentino naturalmente. Y en Centroamérica vemos que Nicaragua y El Salvador han tomado los mismos caminos y proyectos que buscan el bien común, aun cuando no coincidamos en todo.

–Ecuador es parte de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) del cual dijo que no va a salir; por otro lado está el Mercosur y el año pasado se creo la UNASUR con todos los países de América del Sur, ¿cómo ve usted la integración continental?

–Yo creo que la Unasur va a absorber a la CAN porque eso es lo lógico, si estamos en el Mercosur y la UNASUR no hay razón que exista la CAN, por lo cual creo que la UNASUR va a absorber a la CAN.

*De la Agencia Periodística del Mercosur

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