Tabucchi: tras la muerte de Tristiano, otro premio

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El cansado, avejentado, frustrado pero digno periodista Pereira ganó otra batalla después de muerto: le dio a su creador -y, como señala el acta del jurado, por «reivindicar la firmeza de los sueños» – una de las más importantes distinciones del periodismo europeo: el Premio Francisco Cerecedo. La medalla de estilo se será entregada por el heredero de la Corona española y el cheque por 24.040 euros aportado por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.

A lo largo de los años han recibido el galardón, entre otros, Maruja Torres, Sol Alameda, Francisco Umbral, Eduardo Haro Tecglen y Fernando Savater. Significativa y también preocupante es la mención del jurado al hecho -advertido por el parlamento Europeo- de que la concentración de la propiedad de los de medios de comunicación limita el debate democrático, algo que en América Latina se conoce sobradamente.

fotoTabucchi (Pisa, 1943) postuló, desde Portugal, este año a uno de los 732 escaños del parlamento Europeo. No fue, desde luego, el único intelectual en ser candidato. Entre otros estuvieron en el listado José Saramago -también una hija suya-, el realizador cinematográfico Andrzej Wajda, Paul Cliteur, filósofo holandés (por el Partido de los Animales) y el periodista Giulietto Chiessa; además de personajes como la cantante Iva Zanichi, el astronauta Vladimir Remek, la actriz porno Dolly Buster, dos competidores de automovilismo y la modelo Carla Kaas.

Pasajes la estación XXI

Mucho más conocida su obra en América que la a menudo amarga y pesimista de la escritora austriaca Elfriede Jelinek -Pemio Nobel de Literatura 2004-, Tabucchi es sin duda uno de los tres intelectuales italianos vivos cuyo trabajo ayuda a comprender todo lo que con el siglo XX quedó para siempre atrás y aquello que trae -como siniestro equipaje- el proceso de la globalización cultural.

La prosa de escueta poesía de Tabucchi -según muchos comentaristas estadounidenses de difícil comprensión (cierta cultura encuentra complejo todo aquello que no se resuelve con un misil sobre el blanco, incluyendo «daños colaterales»)- desteje la telaraña de las relaciones existenciales que mueven tanto como paralizan a las personas, obligando en cierta forma al lector a asumir personal y directamente el hecho autoritario que enajena.

También vinculados a la literatura Darío Fo, dramaturgo y hombre de teatro, y el periodista Giulietto Chiessa muestran con sus respectivos trabajos la orfandad ética que parió al siglo XXI. Fo lo cumple con insolencia que el stablishment global no acepta: basta leer los comentarios desdeñosos publicados a propósito del Nobel que recibió en 1997.

fotoChiessa desde su rol de analista desnuda la estructura y composición del imperio que surge tras la caída de la Unión Soviética y contribuye a la explicación de por qué el eje de la discusión política y cultural contemporánea atraviesa Oriente Medio y Asia sur-occidental (La guerra infinita, su análisis sobre el imperio y las invasiones de Afganistán e Iraq, fue publicado en castellano por Ediciones del Leopardo-Revista El Periodista,Chile 2004, y puede leerse sin costo en: www.wordtheque.com/pls/wordtc/new_wordtheque.w6_start.doc?code=70636&lang=es).

Entre los títulos de Tabuchi traducidos a nestro idioma pueden citarse:Dama de Porto Pim, Nocturno hindú, El juego del revés, Pequeños equívocos sin importancia, La línea del horizonte, Los volátiles del Beato Angélico, El ángel negro, Réquiem, Sueños de sueños y Los tres últimos días de Fernando Pessoa, Sostiene Pereira, La cabeza perdida de Damasceno Monteiro y los ensayos de La gastritis de Platón.

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