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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

¿BOLIVIANIZACIÓN DEL PERÚ?

Las encuestas señalan que la próxima elección presidencial en Perú podría definirse entre la candidata Lourdes Flores y Ollanta Humala. Éste, que habla de Andinoamérica, ha sido acusado de recibir fondos de Hugo Chávez –lo que niega terminantemente–.

Si Humala llegara a la segunda vuelta en las próximas elecciones, el Perú podría tener un escenario parecido al boliviano, con una polarización entre una candidatura liberal, occidental y pro EEUU, y una nacionalizante, indianista y anti TLC. No obstante, hay varias diferencias.

Mientras Evo Morales es un líder campesino con un partido relativamente estructurado, que expresa a la izquierda y a sindicatos que han tumbado a dos presidentes, Ollanta Humala es un militar ex golpista que no se reclama socialista y que tiene un nuevo partido e ideas que aún no se conocen del todo.

En Bolivia no hay segunda vuelta y el Parlamento dirime. Técnicamente, eso da ventajas a una posible mayoría congresal centroderechista, pero Evo apunta a salir primero y usar las calles para imponerse. En el Perú, el humalismo es aún un movimiento aluvional y difuso, sin raíces en gremios laborales o populares. Para ganar, Evo puede hacer bloqueos y huelgas, pero Ollanta prefiere lanzar puentes hacia el centro y eventualmente hacia los cuarteles.

ISRAEL: EL CÁLCULO DE SHARON

Luego de retirarse de Gaza tras 38 años de ocupación, Israel ahora permite que la Palestina árabe salga de su enclaustramiento y controle –a medias– su primer puesto fronterizo internacional (Rafah)

Sharon, si bien teme que por allí puedan filtrarse «terroristas», más teme que el presidente palestino Abbas no pueda mostrar avances a su pueblo por su conciliación ante Israel y que quede desbordado por Hamas, que debutará en las elecciones palestinas de enero.

Sharon acepta el riesgo, pues también necesita convencer al electorado derechista israelí para que se distancie de la antigua intransigencia «halcona» de su partido tradicional (Likud) para abrazar una política de concesiones a los palestinos, a cambio de «paz y seguridad».

Apostó por la renuncia al Likud y adelantar las elecciones para marzo, sabiendo que su nuevo partido encabeza las encuestas. En Israel constantemente los partidos se renuevan, se dividen, se unen con otros y se alteran de nombre y programas. Su sistema político, que lleva 55 años, es 100% parlamentario y basado en coaliciones de gobierno que a cada rato se forman, rompen, recomponen o son cambiadas por otras.

Allí han cogobernado derechistas e izquierdistas y ultrarreligiosos con superseculares. Sharon quiere volver a ser electo, pero en torno a una coalición de centro que se desmarque de los duros –de cuyo campo proviene–, pero sin caer prisionero de los «palomos» que quieren la paz retirándose de todas las zonas palestinas ocupadas en 1967.

Si la jugada le sale bien, Sharon podría ayudar a consolidar al moderado Abbas y retornar al poder con una fuerte coalición que viabilice un gobierno que transe con los palestinos.

VENEZUELA AL MERCOSUR

Tras el encuentro Chávez-Kirchner comienzan a definirse tres bloques económico-políticos en América Latina.

Chávez, tras recibir a Kirchner en Caracas, ha declarado que su país se une al bloque económico de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

América Latina se va dividiendo en tres zonas económico-políticas. El noroeste mesoamericano consuma tratados de libre comercio con EEUU. El este sudamericano potencia al Mercosur como un mercado común con políticas proteccionistas ante Wáshington. Apachurrados entre ambos extremos se hallan los Andes.

El socialismo chileno quiere tratados de libre comercio con el Hemisferio Norte, pero no desligarse de los gobiernos centroizquierdistas del Mercosur, y Colombia quiere ser el mejor aliado de Bush en la región, pero no romper con sus dos principales vecinos (Brasil y Venezuela).

Uribe se reúne con Chávez para implementar ductos de gas y petróleo. Ambos, pese a encontrarse en las antípodas políticas, se necesitan. Chávez requiere mantener un buen vecindario y Uribe busca apaciguar la «revolución bolivariana» para que ésta controle y no atice a las FARC y al ELN.

IRÁN NUCLEAR

La «vía atómica» de Irán se juega en un tablero que en definitiva nadie controla, pero que según las movidas a hacer pone en la balanza bastante más que a los ayatolás que dominan.

Irán reinicia el proceso de enriquecimiento de uranio. Aduce que lo hace con fines pacíficos, aunque Occidente cree que los ayatolás se preparan para construir armas nucleares. Washington no descarta en un futuro atacar Irán. La UE, sin embargo, cree que se le debe persuadir para que modifique su accionar. Rusia juega un rol clave como aliado de Irán.

Occidente requiere ofrecer algo a Moscú a fin de que abandone su ayuda a Irán y así se aísle a la revolución islámica. Irán es un país más fuerte económica y políticamente que Iraq. Su presidente es popular y acaba de ser electo con muchos votos. Con las guerras de Iraq y Afganistán se ha beneficiado, al remover gobiernos enemigos y colocar ministros afines en las nuevas administraciones.

EEUU requiere disciplinar a Irán como parte de su plan de liberalizar al Medio Oriente y desafilar al poderoso movimiento chiíta de Iraq, a los contestatarios sirios y a las insurgencias de Hizola (Líbano) y Hamas (Palestina).

PALESTINA: ENTRE IRLANDA Y PERÚ

A un año de la muerte de Arafat y a diez del asesinato de Rabin –quienes ganaron el Premio Nobel de la Paz en 1994–, la paz sigue lejana entre hebreos y árabes.

Sharon se retiró de Gaza, pero amenaza con cuestionar las elecciones internas palestinas si es que en éstas participa Hamas. A su vez Wáshington, si bien sostiene que ésta es una de las peores organizaciones terroristas del mundo, cree que es mejor tratar de ir encarrilando a estos fundamentalistas islámicos en el juego electoral antes que tenerlos como boicoteadores armados.

Para EEUU, el modelo que se debe aplicar en Palestina es el de Irlanda, donde gradualmente la mayor guerrilla europea (IRA) acabó desarmándose. Sharon, en cambio, cree que hay que seguir el modelo peruano de total aniquilación de la subversión.

El problema está en que Hamas, a diferencia del senderismo, sí tiene una amplia base social interna y respaldo internacional, y es aceptado como parte del espectro multipartidario por la amplia mayoría palestina. Para Abbas –presidente palestino– el pedido de Sharon en orden a desarmar las milicias o proscribir a Hamas puede crear una nueva guerra entre palestinos y entre éstos e Israel.

MÉXICO Y VENEZUELA

Los dos países que están en los extremos geográficos del Caribe hispano también se encuentran hoy en los extremos políticos de nuestra región.

Ambos colosos petroleros se enfrentan por sus relaciones con EEUU. México, que posee una gran tradición de choques con su vecino del norte, ahora tiene, por primera vez desde la revolución mexicana, un presidente de la derecha tradicional.

Si Fox rompió el monopolio del Partido Revolucionario Institucional, Chávez quebró la herencia de mantener cercanías con Wáshington por parte de los dos grandes partidos venezolanos: los socialdemócratas y los socialcristianos.

Mientras México busca distanciarse de su historial revolucionario, Venezuela promueve una «revolución bolivariana» que habla de socialismo y antiimperialismo. Si Fox busca concretar con EEUU el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que consolide un mercado pancontinental y obstaculice la competencia china, Chávez quiere un bloque latinoamericano con Cuba, autónomo de EEUU y con buenas relaciones con China e Irán.

DISPARIDAD BOLIVIANA

No todo es claro en la política del país altiplánico, y el sistema electoral, que entrega al congreso en definitiva la elección del presidente, no contribuye a la paz política.

Las elecciones bolivianas fueron postergadas al bajarse la cuota de diputados para La Paz, Oruro y Potosí en beneficio de Cochabamba y Santa Cruz. Mientras los tres primeros departamentos constituyen el Altiplano occidental que se inclina más hacia la izquierda y Santa Cruz es bastión de la derecha, Cochabamba es la cuna del movimiento cocalero de Evo Morales.

La redistribución fue hecha planteando darle más representatividad a áreas que habían crecido en población. Mas el Parlamento boliviano no tiene una representación proporcional.

Los departamentos de La Paz y Santa Cruz (con casi dos millones de personas) tienen cada uno tres senadores, igual que el de Pando (que apenas tiene 50,000 almas). No hay segunda vuelta y el presidente no es electo directamente por la población, sino por un Congreso poco representativo, en donde a veces hay partidos que obtienen mucho más bancas que las que han logrado en las urnas.

PINOCHET Y FUJIMORI

Ambos se encuentran procesados en Santiago. Las causas que enfrentan son tanto de orden económico como por crímenes que sinificaraon la muerte de personas.

Los dos son los forjadores de los modelos económicos que rigen sus respectivos países pero son acusados de autócratas. Y los dos han preferido estar en Chile antes que en Europa o Japón.

Pinochet creía que en su patria se libraría de la corte española, pero en Santiago ha quedado aislado y sacrificado. La justicia chilena no le perdona su 90 cumpleaños y le sigue llenando de procesos por corrupción o crímenes a los derechos humanos.

Fujimori prefirió estar cerca del Perú como plataforma para su campaña del 2006. Calculó bien que Chile difícilmente le extraditaría aunque le ha sido demasiado duro haber quedado inicialmente encerrado y sin poder hacer declaraciones.

 
Wáshington permite que Pinochet sea acorralado pues él, a diferencia del boliviano Bánzer, nunca abandonó su extremismo anticomunista. En Santiago, mas bien, los EEUU ven con simpatía a sus enemigos «socialistas» convertidos al libre comercio.

 
Bush, sin embargo, no quiere un cargamontón contra Fujimori, pues éste le podría ser útil como contrapeso contra el avance de los nacionalistas andinos (como Evo Morales o los Humala).
 
Los casos Pinochet y Fujimori dividen a sus contrincantes. La izquierda y los sindicatos promueven marchas contra ellos pues no sólo quieren apresar al dictador sino que el pueblo se levante contra sus recetas neo-liberales. El centro y la derecha quieren evitar que los «rojos» usen las calles para desbordar y crecer.

En Perú sectores del Frente del Centro y la izquierda creen que las protestas masivas no son sólo para conseguir que retorne Fujimori sino para «extirpar los resabios fujimoristas». El APRA y UN no quieren movilizaciones anti Fujimori pues temen que ello ayude a que el Chino quiera mostrarse como un perseguido político y por ende librarse de la extradición.

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* Analista internacional (www.bigio.org).

Sobre los difíciles momentos de Isaac Bigio puede leerse en Piel de Leopardo aquí.

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