Uribe: política de guerra contra Venezuela mientras Obama pierde liderazgo político y militar

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Apolinar Díaz-Callejas*

La política de represión interna y de guerra o conflicto internacional entre Colombia y Venezuela es la última audacia política del presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, quien en medio de fuertes derrotas políticas dentro de la propia alianza derechista que antes lo ha apoyado, ha dado un cambio radical a sus relaciones con el gobierno de Estados Unidos.

Ésta fue de completa sumisión a la política de guerra del presidente George W. Bush y ahora se apoya en la derecha de los partidos demócratas y republicanos, que conducen el señor y la señora Clinton.

El columnista estadounidense James Petras, acaba de denunciar el contenido de la política militarista de la Secretaria de Estado y la de Clinton, para empujar al gobierno de Obama hacia el apoyo a las acciones de los sectores sionistas más derechistas. Yo mismo tuve la oportunidad de señalar la presión de los Clinton y de la derecha demócrata norteamericana, unida a los grupos también de ultraderecha del partido republicano.

Es un viraje total el que ha llevado el presidente Obama, como demostración de su cambio de posición política a favor de las viejas formas de acción del imperialismo estadounidnse contra los países de Centro América y América del Sur. Cuando se produjo el golpe militar de Honduras, el presidente Obama protestó enérgicamente y anunció un repudio total a esa acción imperialista.

Sin embargo, a las pocas horas, se habían movido y unificado todas las tendencias de la ultraderecha norteamericana para bloquear la acción del presidente Obama en el repudio al golpe militar de Honduras, cuando, simultáneamente las naciones latinoamericanas y del Caribe se pronunciaron rápida y unánimemente contra ese golpe militar.

Pero no hay duda que el presidente Obama ha cambiado de posición y cada vez esta más sometido a la ultraderecha demócrata y republicana. La invasión de Honduras fue un acto de violencia política y militar que repudió el continente americano y del Caribe con energía y vigor. El único presidente que se mantuvo medio callado en ese momento crítico fue el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien mientras tanto preparó un escándalo sobre supuestas ventas de armas de Suecia a Venezuela hace varios años que según las palabras agresivas y venenosas de Uribe Vélez tenían por objeto un ataque militar venezolano a Colombia.

La capacidad de cinismo bélico de Uribe quedó de cuerpo entero. Es de confiar en que nuestros pueblos seguirán levantando la frente y el coraje para continuar emprendiendo las acciones unitarias para rescatar su autonomía política y económica, parando en seco la política norteamericana que se podría llamar la alianza de la ultraderecha republicana, con la ultraderecha del partido demócrata y sectores militaristas que buscan desatar un conflicto armado de gran vigor en nuestra América.

En ese rumbo político el presidente colombiano Uribe Vélez se convertiría en la oscura estrella antidemocrática, y pro norteamericana del siglo XXI. Creo que ya los pueblos latinoamericanos y del Caribe han logrado un grado de confianza política que nos permitirá en la batalla que se podría llamar de la segunda y último impulso para la liberación y soberanía de la América latina y del Caribe.


* Ensayista, ex senador colombiano.

Despacho de www.argenpress.info

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