Venezuela: la guerra por el porvenir continúa hoy con los medios de siempre

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Néstor Francia.*

La guerra entre la burguesía y la revolución ya existía, Chávez solo lo ha reafirmado. Aunque la burguesía hipócrita proclama su inocencia y habla de conciliación y acuerdo, en realidad odia el socialismo y hará todo por evitarlo. Fedecamaras, por ejemplo, ha estado involucrada en todas las conspiraciones de los últimos años, y jugó posición señera en el golpe de Estado de 2002 y en el posterior sabotaje petrolero. Si pudieran acabar con Chávez mañana mismo, lo harían, de la manera que fuere.

El colmo es esa insistencia en defender las virtudes del mundo donde domina la llamada “propiedad privada”, este mundo de porquería que hemos heredado, lleno de miserias y dolor, en todas las formas, de guerras, persecuciones, masacres. El mundo donde cuatro mil millones de personas viven en pobreza extrema y donde niños van armados a las escuelas y matan a sus compañeros. El mundo de las familias destruidas, de miles de asesinatos por razones triviales, de odio, de mezquindad y egoísmo sin límites.

¿Cabe en esta situación posiciones como las del PPT, por ejemplo, echado a los brazos de Globovisión, con José Albornoz convertido en un mar de sonrisas ante la oligarquía?

La guerra que refiere Chávez no es circunstancial, sino estratégica. No se refiere a las elecciones, sino al porvenir todo. Es una guerra que solo puede terminar con la derrota total de uno de los contrincantes: el capitalismo o el socialismo, no hay nada en el medio. Quien no lo entienda así, terminará fatalmente en el campo de la contrarrevolución, pues no es un tema de intenciones sino de convicciones.

Claro, en esta guerra pesan nuestros errores. Como en el caso de la comida podrida, que se ha convertido en la matriz capital de la canalla mediática en estos momentos, a la cual le dedica casi todos sus titulares principales. El hecho de que esto ocurra en medio de la “Polar-ización” (la guerra con la Polar) no nos favorece para nada. Por supuesto que esos medios abultan la realidad y la sobreexponen como parte del factor sicológico de la guerra, así como los “expertos” del escualidismo, como Maza Zabala, que ahora es además experto en pronosticar desastres

¿Qué haremos nosotros? ¿Seguiremos con estos jefazos todopoderosos como Luis Pulido, el ex presidente de PDVAL que ha sido capturado? La organización popular AIPO ya había denunciado, en 2008, las andanzas de este sujeto en PDVAL. Nadie le paró. Entonces esa es otra cosa. De nada vale la contraloría social si el Gobierno no le para. Si hay oídos sordos para las denuncias del pueblo, entonces estamos fregados.

Lo único bueno que puede salir de este desastre de algunos ejecutivos de PDVAL es que aprendemos algo de ello. Si no lo hacemos, entonces sí es verdad que la cosa es pura pérdida.

En una entrevista con BBC Mundo, Juan Manuel Santos de su relación Chávez y Venezuela dijo que, a pesar de los índices de “impopularidad” del líder venezolano en Colombia, estaría dispuesto a mejorar las relaciones con él en caso de convertirse en el próximo presidente de su país, e inclusive lo invitaría a su toma de posesión. Lindas palabras difíciles de creer. La ultraderecha es experta en hipocresía y manipulación. Para comenzar, nunca serán fáciles las relaciones con Colombia mientras permanezcan las bases militares gringas en el país vecino.

Luego hay que recordar que Santos fue uno de los planificadores y jefes del ataque en Ecuador donde murió Raúl Reyes, y de lo cual dijo sentirse orgulloso. Está vinculado directamente además a intereses mediáticos como los del diario El Tiempo de Bogotá, que mantiene una guerra sin cuartel contra Chávez y la Revolución Bolivariana. No es fácil la cosa.

Por cierto que Colombia ha sido llamada el “Israel de América”, por su papel en los planes imperiales. Si vemos bien las cosas, hay parecido entre el ataque israelí a la Flotilla de la Libertad y el bombardeo en Ecuador. En ambos casos hubo total desconocimiento de las leyes y acuerdos internacionales, en ambos una masacre, en ambos justificaciones y prepotencia, en ambos mentiras y manipulaciones, en ambos impunidad (como ocurrirá con la masacre ejecutada por los israelíes).

Entretanto, la vendida oposición venezolana celebra como suyo el triunfo de Santos en Colombia, y calla ante el ataque israelí, condenado en todo el mundo. Se le van las costuras sin remedio. Por eso esto es una guerra, por eso hay que derrotarlos contundentemente el 26-S.

* Analiusta de asuntos políticos.

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