Venezuela, ley de educación: mirando desde lejos

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Néstor Francia.*

Es dificil, cuando uno está lejos de la Patria, discernir la verdadera situación política. Hace falta escuchar el rumor de la calle, sentir las vibraciónes de la gente, estar ahí, en el fragor cotidiano. No basta la fría lectura de los medios por internet. Sin embargo, este recurso insuficiente nos permite percibir varias cosas.

1: La proclamada Ley de Educación es sin duda el centro de la diatriba política en el pais. Es el nuevo gran argumento de la oposición para tratar de "calentar la calle". Por eso su anunciada marcha del proximo sábado puede ser un caldero de violencia, a traves de los infiltrados que ya han comenzado a jugar su papel. pero por otro lado siguen sin tener el aliento de la participación masiva.

Al mismo tiempo, nuestra gente planifica también lanzarse a la calle, donde en este momento tendríamos ventaja; ese sera el toque principal de la pelea. Si logramos dominar la calle claramente antes del 15 de septiembre, tendremos la batalla casi ganada. Si le damos el chance a los opositores de iniciar clases disputándonos ese dominio, la tendremos difícil y ellos harán todo lo posible por imponer un septiembre negro con el pretexto de la Ley.

En nuestro caso, no se trata de una lucha de estudiantes y educadores, sino de todo el pueblo. Por eso, desde estas lejanías, se nos ocurre que todos debemos lanzarnos a la calle en este asunto definitorio del proceso político venezolano, y asi espero que lo entienda el Partido.
 
2: Uno de los argumentos de la burguesia es que la Ley apunta a la ideologización de los niños. En esto pense cuando el pasado domingo, vistando el Museo del Louvre, me tome una foto ante el majestuoso y celebre cuadro La libertad guiando al pueblo de Eugene Delacroix. Alli, una figura alegorica, una mujer con gorro frigio y enarbolando la bandera tricolor de Francia, y representando la Libertad, se ve al frente del pueblo insurrecto de Paris (significando la gran lucha que tras las barricadas libraron los parisinos los dias 27, 28 y 29 de julio de 1830).

Lo que más me llamó la atención en ese momento, tal vez estimulado por los acontecimientos de mi país, fue una imagen de la pintura, ubicada exactamente al lado de la alegoria de la Libertad. Se trata de un niño, que no podria tener mas de doce años, enseñando en sus manos dos armas de fuego, dos pistolas de la época. Al lado de los combatientes, sobre los cadaveres de la batalla, un niño. Un niño revoluciónario, consciente, insurrecto.

El alzamiento de Paris de 1830 fue comandado por la burguesia, aun revolucionaria, contra la restauración monárquica. Los burgueses de ahora, que han llenado la mente de los niños de tantas ideas-basura, se oponen a la "ideologización". Como si los niños fuesen idiotas o eunucos mentales.

Tienen miedo de que los niños se formen en las ideas socialistas. Hoy tambien la Libertad guia al pueblo y queremos que los niños se coloquen a su lado en el combate. Por eso no podemos ser defensivos: proclamemos la verdad. Si (afirmativo) queremos que nuestros niños tengan nuevas ideas, si queremos que esas ideas sean socialistas, si queremos niños revolucionarios, comparemos esas ideas y valores con la porqueria burguesa que se ha vendido hasta ahora en las escuelas.

Que el pueblo sepa lo que andamos buscando.
 
* Analista de asuntos políticos.

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