Venezuela: – LOS NIÑOS ARMADOS DEL SEÑOR ROSALES
El mensaje publicitario emitido por televisión muestra tres asuntos preocupantes: a) el anticomunismo delirante obsoleto, fantasioso e irreal de la oposición a Hugo Chávez; b) la incapacidad de comprender que un aspirante a gobernar no es un producto comercial al que se necesita «vender» a cualquier precio; c) la ceguera y el odio instalados como el mensaje fundamental en el contenido ideológico de la coalición opositora a la República Bolivariana.
La «cuña» es de factura sencilla: un grupo de niños recibe un fusil de asalto Kalashnikov –de fabricación rusa– en tanto el locutor advierte a la audeincia sobre los peligros del «castro-comunismo». No se descarta que comunicadores del exilio cubano en Venezuela y La Florida hayan colaborado con el pesaroso y hueco «brain storming» que generó el anuncio.
No caben dudas que los productores de la pieza publicitaria apostaron al impacto de la misma sobre los sectores más desideologizados de la ciudadanía, en el sentido de que éstos no tendrían tiempo para ponderar los factores envueltos en la misma y, arrastados por el temor que genera, votarían por Rosales.
El anuncio de campaña de Rosales también señala que a los niños cubanos son «sometidos a lavado de cerebros por las autoridades de su país.
Los observadores recordaron, en Venezuela y otros países de América la similitud entre el aviso de Rosales y algunas muestras de la campaña contra la candidatura de Salvador Allende en 1970, en especial el día en que Santiago de Chile amaneció tapizado de afiches que advertían la inminente llegada de tanques rusos al país u otros en que señalaban que los niños iban a ser expatriados a Cuba y la Unión Soviética.
El Consejo Nacional de los Derechos del Niño y el Adolecente, a través de su presidenta Luisa Rodríguez, reaccionó y sostuvo que la cuña induce al «odio y la guerra», además de tener connotaciones contrarias a la participación política de los jóvenes. La doctora Rodriguez solicitó al gobierno que prohíba la divulgación de la propaganda.
La reacción del coordinador de los trabajos electorales de Rosales, Leopoldo López, fue penosa al señalar que el gobierno «fomenta la violencia y el empleo de armas en la juventud». En efecto, López dijo en una entrevista que (en una muestra pública del ejército) «vi a por los menos 200 personas, muchos eran jóvenes, haciendo cola en el quiosco de Rusia, para ver y sacarse fotos con los Kalashnikov que le vendieron al gobierno».
Extraoficialmente se decía el miércoles 29 de noviembre en Caracas que el gobierno intentaría mantener la gaffe de la oposición con un perfil bajo, estimando que la utilización del terror por parte de Rosales no alteraría en lo sustancial la decisión ciudadana –o que en todo caso la evidente mala fe del aviso perjudicaría su votación, favoreciendo aunque fuere indirectamente la clara mayoría que espera obtener Chávez en las urnas.