Violencia contra la infancia (X). – EL SEXO PAVIMENTA EL CAMINO AL INFIERNO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Todos los años, alrededor de 12.000 niños y niñas, pero en especial niñas, por ejemplo en Nepal, son víctimas de la trata para su explotación sexual comercial dentro de sus fronteras o en los prostíbulos de la India y otros países. No es mejor su suerte en Camboya.

Y en Sudáfrica entre 28.000 y 30.000 menores de 18 años están atrapados en la prostitución, y cerca de la mitad de tienen entre 10 y 14 años de edad.

La explotación sexual

El artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea general de las Naciones Unidas de 1989, ratificada en agosto de 1997, exige acciones para proteger a los niños de «toda forma de malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual». El artículo 34, por su parte, va más allá y exige a los Estados Partes el compromiso de «proteger al niño contra todas las formas de aprovechamiento y abusos sexuales»; además enfatiza en la naturaleza internacional de ciertos tipos de usufructo y exhorta a los Estados a adoptar todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir:

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-La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual prohibida.
-La utilización del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales,
-El uso del niño en espectáculos o materiales pornográficos.

La convención de 1999 de la Organización Internacional del Trabajo, define la explotación sexual como una de las peores formas de trabajo infantil. En los últimos años, se ha descubierto la violencia sexual infantil en numerosas instituciones residenciales, así como el abuso infantil íorganizado, utilizando frecuentemente niños de instituciones públicas o privadas, y revelando la existencia de redes de pedofilia.

Algunas formas de arbitrariedad están enraizadas en prácticas tradicionales ancestrales. Otras son bastantes nuevas, por ejemplo, el uso de modernas tecnologías para la distribución de material pornográfico y otras formas de explotación sexual con fines comerciales, incluyendo el turismo sexual organizado en el que se ven implicados niños y niñas.

La edad a la que se considera que el chico está preparado para consentir la actividad sexual varía de unos países a otros y oscila entre los 12 y 18 años. En algunas naciones, se especifica la edad mínima, y además una superior en el caso de que la relación sexual sea con una persona que infunda confianza al joven o que tenga autoridad sobre él, por ejemplo, una relación con un profesor o un cuidador. El Código Penal canadiense especifica que «es un delito criminal mantener relaciones sexuales con alguien menor de 14 años, con excepciones en el caso de que la pareja tenga al menos 12 años cuando la diferencia de edad es inferior a 2 años, y si la persona mayor no está en una posición de autoridad o confianza sobre la otra, ni depende de él o de ella».

Durante la redacción del documento de la Convención, los representantes de Francia y los Países Bajos –que propusieron la inclusión de un artículo sobre la protección de la infancia frente a la explotación, incluyendo especialmente la sexual– declararon en el debate que el objetivo no era regular la vida sexual de los jóvenes, sino combatir la explotación y abusos a partir de ejemplos concretos.

En algunos países existen distintos límites de edad para el consentimiento de niños y para niñas, y para diferentes formas de sexualidad: heterosexual y homosexual. Por ejemplo en el Reino Unido la ley reconoce que una persona puede dar su consentimiento para tener relaciones heterosexuales a los 16 años, pero si se trata de relaciones homosexuales la edad se eleva hasta los 18. Estas diferencias, así como la edad mínima legal para contraer matrimonio, rompen aparentemente el principio de no discriminación del artículo 2o. de la Convención.

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Al margen de la prohibición de discriminación, la Convención no es preceptiva acerca de la edad a la que se otorga al niño el derecho del consentimiento sexual. Dichos límites deben ser establecidos en relación con los principios generales de respeto a la evolución de las capacidades, a su interés superior, a su supervivencia y a su máximo desarrollo. La tendencia internacional es elevar la edad de consentimiento, por ejemplo Sri Lanka la ha subido recientemente de 12 a 16 años. Tailandia ha promulgado una nueva ley anti-prostitución que la ha aumentado de 15 a 18 años.

El Comité de los Derechos del Niño expresó preocupación por las tradiciones o creencias que incitan a la explotación; por ejemplo, la idea de que mantener relaciones sexuales con niñas pequeñas rejuvenece. Durante el debate sobre el informe inicial de Jamaica presentado a la luz de la Convención, un representante jamaiquino afirmo que «en las zonas rurales a menudo los residentes son reticentes a informar acerca de casos de abuso sexual puesto que creen que mantener relaciones sexuales con un niño o niña virgen cura enfermedades venéreas»; esa creencia es la responsable de numerosos casos de abusos sobre niños muy pequeños. Además, en el momento en que la madre comparte ese pensamiento, no denunciará el hecho. Por eso es muy difícil de erradicar.

También existen evidencias claras de que cada vez niños más jóvenes están siendo utilizados para la prostitución, debido al miedo que los adultos tienen a contraer el HIV/SIDA.

Tal como se la define en la declaración del Congreso Mundial con la Explotación Sexual Comercial de los Niños, celebrado en Estocolmo en 1996, reafirmados en Yokohama, Japón, en 2001l:

«La explotación sexual infantil con fines comerciales es una violación importante de los derechos del niño. Comprende el abuso sexual por parte del adulto y una remuneración en dinero o especies a una tercera persona. El niño es tratado como un objeto lucrativo. La explotación sexual con fines mercantiles constituye una forma de coerción y violencia hacia los niños y una forma contemporánea de esclavitud».

Turismo sexual

Se debate mucho y se ha dado abaundante publicidad al asunto de la prostitución infantil. Su incidencia se concentra tanto en países industrializados como en vías de desarrollo. Esta forma de violencia tiene un particular campo de acción denominado turismo sexual. La disponibilidad de niños para la prostitución ha sido publicitada como elemento de atracción en Filipinas, India y Sri Lanka y otros lugares para viajes de vacaciones en la mayoría de los países occidentales.

Las campañas realizadas por diversas organizaciones no gubernamentales internacionales han desembocado en una revisión de la legislación en muchos países para penar los abusos sexuales infantiles cometidos fuera de sus fronteras. En 1995, más de diez Estados han puesto en vigor dichas leyes y se han producido algunas detenciones.

La Organización Mundial del Turismo adoptó una ídeclaración para evitar el turismo sexual organizado y sensibilizar la industria ante los intereses de la infancia, reforzando la educación así como la acción colectiva y las reformas legales.

Pornografía infantil

Una manifestación importante nacida del abuso sexual y, en particular de aquel organizado, es el crecimiento mundial de la producción y distribución de pornografía infantil, que no solo incluye libros y revistas ilustradas, sino también CD Rom informativos e información en internet, ha llevado a tomar parte en el asunto a cuerpos especiales de policía internacional y a la cooperación fronteriza.

El Comité de los derechos del niño ve con agrado el avance de las legislaciones nacionales que hacen de la posesión, la producción y la distribución de pornografía infantil un delito.

Abuso sexual

El abuso sexual, al igual que otras manifestaciones de violencia contra la infancia, no es un acontecimiento nuevo. Parece claro que, aunque sucede fuera del entorno familiar, la mayor parte tienen lugar en sus propias casas, y son perpetrados por sus propios padres o por familiares cercanos. Y en general, los autores de la agresión son hombres. En la mayoría de las sociedades actuales el acto o la agresión sexual sin consentimiento o con algún otro modo de coerción están prohibidos, independientemente de la edad o la posición que ocupa cada una de las partes.

El ultimo paso en estas reformas, cuyo propósito ha sido siempre poner fuera de la ley la violencia sexual contra las mujeres, tiende a considerar delito la violación incluso en el seno del matrimonio, pero este paso aún no ha sido dado en todos los países.

En muchas sociedades la definición de abuso sexual de niños comprende cualquier actividad erótica con alguien que no es legalmente maduro para dar su aprobación o que la ha denegado. Así, la acusación por abuso sexual se aplicaría incluso en casos en los que alguien con edad inferior a la que se supone puede emitir consentimiento propio acceda o incluso tome la iniciativa.

La definición de actividades sexuales criminales también incluye actos con familiares adultos próximos y a cualquier edad, s decir: el incesto. La justificación de estas medidas protectoras parte de que causan graves daños físicos y psicológicos a seres humanos en periodo de inmadurez y en pleno desarrollo de sus cuerpos.

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Los gobiernos

Es crucial que los gobiernos reconozcan y admitan la existencia de la explotación sexual. Los mecanismos de respuesta, entre ellos la creación, aplicación y cumplimiento de los marcos jurídicos apropiados para proteger a los niños y castigar a los culpables, son esenciales.

La policía, los jueces, los funcionarios y los proveedores de servicios que trabajan con niños y niñas deben ser conscientes del problema y estar preparados para abordarlo. Ni la presentación de una denuncia ni el procesamiento de los responsables deben requerir el permiso de los progenitores. Las leyes deben castigar a quienes tienen relaciones sexuales con menores de edad a cambio de dinero; los menores que practican estas relaciones son victimas, y no hay que tratarlos como delincuentes.

Actitudes, costumbres y prácticas, tres factores que muchas veces posibilitan, normalizan y condonan la demanda de la prostitución infantil. Las comunidades se muestran a menudo reticentes a intervenir en casos de explotación sexual, debido a la falta de conocimientos sobre el daño que causa a sus víctimas, al miedo y la intimidación, y a motivos económicos.

Los medios de comunicación pueden contribuir a proteger a los niños informando sobre los peligros de la explotación sexual y las penas para los abusadores. En tanto eviten testimonios que vulneren los derechos de la infancia, los medios pueden ser una herramienta valiosa para movilizar a la opinión pública y hacerla participar en la lucha contra la explotación sexual.

Los niños que han sido objeto de abuso, terminan a menudo en situaciones de explotación sexual y es menester dotarlos de información para que sepan cómo evitar los riesgos, cuáles son las estrategias para protegerse y dónde pueden obtener ayuda; esto último es fundamental para conseguir que sean menos vulnerables.

Maestros, dirigentes deportivos y comunitarios, pueden contribuir a informar a los niños y niñas sobre sus derechos y sobre todo cómo pueden protegerse mejor. La educación sobre salud sexual es importante porque capacita a los niños. y niñas para protegerse a sí mismos contra enfermedades de transmisión sexual como el VIH/SIDA, a la vez que reduce la incidencia de embarazos entre adolescentes.

La familia y el entorno

Padres, madres, maestros, asistentes sociales y dirigentes comunitarios deben estar capacitados para informar a los niños y responder a sus preguntas. Es preciso capacitar y concienciar a las instancias encargadas de hacer cumplir la ley –como policías, jueces y abogados–, de que los infantes sometidos a la explotación sexual necesitan ayuda, y que no hay que criminalizarlos ni procesarlos nunca.

La industria de viajes de turismo puede aumentar la concienciación sobre la ilegalidad de la explotación sexual de la infancia, informar sobre las penas y formar a su personal y a los empleadores sobre dónde se pueden denunciar los casos.

La asistencia de los niños y niñas a la escuela les protege y los hace menos vulnerables. También puede ser necesario ayudar a muchachitas y muchachitos a salir de la protistución infantil proporcionándoles acceso a los cuidados médicos y psicosociales apropiados, encontrando soluciones a largo plazo y, donde sea posible y no entraña riesgos, devolviéndolos a sus familias.

LaUNICEF

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A escala internacional UNICEF, la Organización Mundial del Turismo y la Sección Internacional erradicación de la prostitución infantil, la pornografía infantil y la trata de niños y niñas por motivos sexuales, han difundido un Código de Conducta para la Protección de la Infancia contra la Explotación Sexual en los Viajes y el Turismo. El proyecto aspira a incorporar a la industria del turismo en la lucha activa contra el turismo sexual infantil.

En Indonesia, varias intervenciones piloto a propósito de la explotación sexual y la trata de niños que llevo a cabo UNICEF en 2005 en dos distritos seleccionados de Java occidental y central contribuyeron a informar sobre los riesgos de la explotación sexual y la trata de menores. Los proyectos ayudaron a mejorar las capacidades de progenitores, dirigentes comunitarios, funcionarios de hacer cumplir la ley, encargados de la elaboración de política y proveedores de servicios para la protección de los niños.

En Sudáfrica, UNICEF ayudo a crear una mayor concienciación a propósito de la pornografía infantil prestando apoyo técnico y financiero a la Conferencia Nacional sobre Pornografía Infantil celebrada en mayo de 2005.

La explotación sexual impide que un niño vaya a la escuela, puede causar el contagio de enfermedades transmitidas sexualmente, entre ellas el VIH/SIDA y puede dar lugar a embarazos tempranos e indeseados, lo que a su vez genera una mortalidad materna más elevada. Todos estos factores obstaculizan el logro de los objetivos de desarrollo, entre ellos erradicar la pobreza extrema y el hambre, la educación primaria universal, mejorar la salud maternal y detener la propagación del VIH/SIDA.

Bibliografía consultada

Organización Internacional del Trabajo.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Organización Mundial de la Salud.

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Periodista.

El artículo anterior puede leerse aquí, donde se encontrarán enlaces para los capítulos anteriores de esta exhaustiva investigación.

Addenda

TURISMO SEXUAL: US$ 1.200 MILLONES AL AÑO

fotoEl perfil del turista sexual, es de un varón de nivel adquisitivo medio-alto, de alrededoir de 30/35 años, que viaja sin buscar primordialmente sexo, pero que acaba contratando a un(a) «partenaire». Aquel asociado con menores de edad –en Asia y América Latina– mueve anualmente no menos de US$ 12.000 millones de dólares, según denuncia de la UNICEF.

La UNICEF no ha podido establecer con exactitud cuántos menores son afectados por la prostitución forzada, pero más de 500.000 niños son explotados sexualmente al ingresar al «circuito» cada año.

En los países asiáticos, los japoneses son los principales consumidores de sexo debido a su elevado poder adquisitivo en relación con los países a los que viajan, como Tailandia, Birmania o Vietnam.

En su libro Asia, burdel del mundo el periodista Zigor Aldama, explica que una niña virgen birmana puede comprarse «por unos 125 euros». Tachileik –una pequeña ciudad birmana– es uno de los centros más conocidos y económicos de Asia para este comercio. Es relativamente fácil y también económico –o lo era hasta un par de temporadas– obtener un pasaporte legal para sacar a la niña del país.

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