Benetton en la Patagonia: no son colores, son dolores

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Los asuntos judiciales son complejos para el lego; éste es simple. El 31 de mayo un tribunal de Esquel -en la Patagonia argentina- sentenció tras un juicio que los abogados de Benetton hicieron confuso, que las tierras ocupadas por Rosa Nahuelquir y Atilio Curiñanco no les pertenecían, que eran de Tierras Sud Argentino, empresa ganadera controlada por el imperio lanero italiano.

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Si no nos devuelven la tierra, la lucha que comenzamos no va a quedar acá. No solamente por nosotros sino por el resto de nuestros hermanos que están en la misma situación y no se animan a seguir este camino, dijo luego la mujer despojada del campo que sus ancestros conocieron hace siglos.

Los representantes de Benetton-Tierras Sud Argentino se retiraron en silencio del juzgado. Una pequeña multitud los vio partir. También callados. Días antes el mismo tribunal -ante una demanda de la ganadera- había estimado que el matrimonio mapuche no conformó una asociación ilícita para usurpar esas tierras, poco más de 500 hectáreas. La nada misma frente al poder representado por las 900.000 de los demandantes extranjeros.

En tierra de ovejas
la madre del cordero

A principios de mayo de 2003 se constituyó, siempre en Argentina, una empresa: Minera Sud Argentina, S. A. Nada especial en ello; el país tiene un enorme potencial minero. Trascendió entonces que esta empresa se dedicaría a sus actividades en la provincia de Esquel. Vaya casualidad: por los alrededores de las tierras disputadas con los Curiñaco-Nahuelquir, en cuyas cercanías los vecinos del pago han contado más de 10 cateos.

Allí se busca oro. Hay un pequeño problema, empero: la población de la zona rechazó en un plebiscito y en términos absolutos -el 85 por ciento de los habitantes- la explotación aurífera. La razón es simple: el proceso de extracción utiliza cianuro, que es un poderoso veneno, y contaminaría los cursos de agua y la vegetación, poniendo además en peligro la vida de los animales y la humana misma.

Los sospechosos de siempre piensan que por esta razón Benetton ofreció 2.500 hectáreas a los mapuche del sector -«de primera calidad»- para que las trabajaran a placer. Eso sí: un poco más lejos del área que le interesa. La agencia encargada de manejar las relaciones públicas de la transnacional -malas lenguas aseguran que sus especialistas son los mismos que «manejaron» la imagen de un tal Videla, dictador, en un (vano) esfuerzo por hacerlo simpático- se apresuró a «mover palitos» para afirmar: ¿Benetton en el negocio minero?. Qué va. Son habladurías de «esa» gente. «Esa» gente conforma un subentendido: revoltosos, anarquistas, izquierdistas, anti-mercadistas. No creen en la libre empresa.

La campaña se disolvió pronto. En el Diario Oficial de la República Argentina, edición del 15 de mayo de 2003, puede leerse que la sociedad anónima Minera Sud Argentina inicia legalmente sus operaciones. Y, otra casualidad, su domicilio es el mismo que el de la empresa «de los colores». Lo que no resulta casual, por buena voluntad que se tenga, es el hecho siguiente: el vice presidente de Tierras del Sur Argentino es también el presidente del Directorio del emprendimiento minero. Se llama Diego Perazzo.

United Dolors of Benetton

A partir de sus problemas judiciales y extrajudiciales con la gente de Esquel en general, y con los campesinos mapuche en particular, mucho dinero gastaron Luciano Benetton y sus secuaces para -como lo quiso hacer Rafael Videla- «mejorar su imagen». La estrategia consultó la donación de esas, rechazadas, 2.500 hectáreas (2.500 hectáreas puede parecer una enormidad en Europa -al fin y al cabo países pequeños-, pero en la Patagonia no dejan de ser una huerta grande.

Todo estaba listo en Roma: «miren que buenos son en Benetton, lo que pasa es que a esos indios no hay con qué conformarlos», cuando el cuidadoso entramado se vino abajo y quedó claro que de lo que se trata es de una expoliación. «No pueden donar lo que no es de ellos» dice, también en Roma, el matrimonio Curiñanco-Nahuelquir.

Charló con ellos Marco Calabria en la redacción de la revista Carta en presencia de Gustavo Macaya, su abogado, y Mauro Millán, de la Asociación 11 de Octubre.

Está visto: los mapuche son gente de avería, ¿qué cosa es esa de negarse, entre los siglos XVI y XIX, a ceder ante la primera oleada mundializadora de los españoles; continuar negándose a integrar los Estado-nación propuestos por argentinos y chilenos -a costa de traiciones y matanzas- entre el XIX y el XX y ahora, en plena globalización contra el terrorismo, volver a levantar el puño ante las multinacionales?

Para acceder, en forma gratuita al vídeo, basta un clic en: http://es.arcoiris.tv/modules.php?name=Unique&id=133

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Temas relacionados

– Sobre la protección del ambiente en Esquel ante la explotación minera:

www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=418.

– Sobre algunos aspectos de la cultura mapuche:
www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=612.

– Sobre la teoría de los Estados pluriétnicos y multiculturales:
www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=395.

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