2017, el año que las mujeres subieron al escenario

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Dentro de las múltiples cuestiones que han motivado el interés público, en este año que termina, se ha destacado la lucha de las mujeres por ocupar el sitio que les pertenece. Las formas adoptadas y sus resultados son dispares pero, no cabe duda, han impactado en el conjunto de la sociedad.

La cultura que predomina en nuestra sociedad es clara y rotundamente patriarcal. Quien quiera mirar la realidad, sin estar demasiado prejuiciado, se dará cuenta del peso de esta realidad en la vida cotidiana. Allí podremos comprobar la existencia de salarios distintos por igual trabajo y también el mayor esfuerzo de la mujer para hacer vivible el diario funcionamiento del hogar. Sin olvidar lo que está costando que su presencia tenga el adecuado reconocimiento en las organizaciones sociales, económicas, políticas, educativas y en cuanta actividad humana se nos ocurra mencionar. Ni hablar del cuerpo de la mujer, reiteradamente violado, en el altar de una cultura machistas. Todo ello fue puesto al servicio de un modelo económico que puso a las mujeres, principal sostén de la sociedad, en un objeto de uso. La cultura mediática imperante hizo una fuerte contribución para que esa perspectiva se impusiera en la sociedad.Resultado de imagen para cristina, bachelet, dilma

Pero, poco a poco, la “tortilla” se va dando vuelta y las mujeres -con el ejemplo de su acción cotidiana y su lucha- van asumiendo otros roles y derechos. Pero esos avances son dispares, también hay retrocesos, algunos significativos. En nuestra América tres mujeres –recientemente- presidentas han dejado o dejarán de serlo, en los próximos días. Cristina Fernández, en la Argentina, dejó la presidencia aunque ahora volvió como senadora. Dilma Rousseff, en Brasil, fue desalojada del gobierno por un golpe de tipo parlamentario y Michelle Bachelet terminó su mandato en Chile. Pero detrás de estas manifestaciones regresivas hay muchos otros ejemplos acerca del reconocimiento a nuevos roles de las mujeres. Los actos, actividades y campaña del “ni una menos” son indicativos de esa tendencia.

Uno de los ejemplos más notorios es la avalancha de denuncias de mujeres sobre diferentes formas de acoso sexual. En la mayor parte de los casos trascendidos se trata de situaciones que vinculan a personas públicas. Pareciera que las mujeres, a través de la demanda por el respeto a la dignidad de su cuerpo, se estuvieran tomando revancha de un histórico menoscabo.

Esa justa demanda se va instalando en la sociedad y sin agotarse en el tema señalado se irá manifestando –a través deResultado de imagen para lucha de las mujeres diferentes tipos de expresiones- en la reivindicación de otros tipos de derechos y lugares que hoy siguen siendo negados a las mujeres.

Por eso hemos elegido a la mujer, el avance de sus reivindicaciones y el despertar colectivo a una mayor conciencia sobre ese problema, como el hecho de mayor trascendencia de este año 2017.

 

 

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