Anexión de Cisjordania: otro atropello Israelí

Juan Guahán - CLAE

El gobierno de Israel tenía dispuesto que, a partir del 1° de julio de este año, daría inicio a la anexión del 30% de los territorios de Cisjordania. Se trata de territorios en disputa con algunas zonas bajo control militar israelí y administrativo de la Autoridad Nacional Palestina.

Es otro avance del sionismo en su objetivo de legalizar su apropiación de territorios que corresponden al pueblo palestino. Tal anexión aún no se ha desplegado debido a que algunos aliados de Israel temen que esta nueva violación del derecho internacional desate una situación que se vuelva insostenible y termine perjudicando al actual statu quo y equilibrio regional.

Se trata de un tema de mucho efecto sobre la política regional e internacional y de múltiples proyecciones culturales y religiosas. Recordemos que en territorios de esa región está la cuna de las religiones judía, cristiana y musulmana.

El origen de la actual situación viene de la perspectiva del pueblo judío por volver a lo que consideran su “tierra prometida”. Por esos mismos territorios se desplegó desde los tiempos del Imperio Romano el pueblo palestino.

Al final de la II Guerra Mundial los británicos decidieron poner fin a su mandato de administración sobre dicha zona.

Con el aval de todas las grandes potencias, las Naciones Unidas aprobaron por Resolución 181(29/11/1947) la partición igualitaria, entre judíos y árabes, de ese territorio. Los países árabes de la región no aceptaron ese criterio pero fueron derrotados militarmente en esa confrontación, conocida como nakba (catástrofe). El naciente Estado de Israel, creado el 14 de mayo de 1948, se quedó con el territorio asignado por la Resolución de la ONU y con el 60% de la otra mitad, arrebatada a los palestinos. En la “Guerra de los 6 días” (1967) la victoria fue nuevamente de los israelíes. Allí se apoderaron de los Altos del Golán, la Península de Sinaí y la Franja de Gaza.

Ante la presión internacional parte de esos territorios, años después,  fueron restituidos. De todos modos una elemental observación de los sucesivos mapas, desde 1946 a la fecha, demuestra el modo en que Israel se ha ido apoderando de territorios palestinos. Allí está la causa de las reiteradas guerras o intifadas que sacuden a esa región y que motivan un importante desplazamiento de la población palestina hacia otros países.

El actual plan de anexión supone establecerse en territorios donde hoy residen palestinos. Dicho plan se viene ejecutando mediante asentamientos ilegales que –al concretarse la anexión- serán legalizados y ampliados al resto de los territorios que pretenden anexar.

Es bueno tener presente que en el curso de este año, en el conjunto de los territorios palestino-israelíes, la población palestina (7,1 millones) pasó a ser superior a la israelí (6,9 millones).

En los largos períodos ya señalados el pueblo palestino ha sufrido todo tipo de persecuciones. Ello ha motivado reiteradas e insuficientes condenas desde diferentes países. Una dimensión de las mismas la tenemos en el Tribunal Internacional que comunicó, en 1994, la Primera Sentencia Internacional contra los Crímenes de Lesa Humanidad y el Genocidio sobre la Infancia Palestina de la Franja de Gaza convertida en el mayor campo de concentración del mundo. Nada de ello hace mella sobre la voluntad israelí de continuar con ese atropello y las inhumanas prácticas que el mismo implica.

Se evalúa que en las próximas semanas los EU retirarían sus actuales objeciones y el régimen israelí iniciaría el proceso de anexión. Tal medida se concretaría antes de las próximas elecciones de los EU dado que el candidato demócrata –Joe Biden- manifestó su oposición a esta maniobra. Claro está que, para el caso que resultara electo, siempre le queda la posibilidad de cambiar de opinión.

Juan Guahán