ARGENTINA, EL TIEMPO HERIDO Y CONGELADO
Victoria iba a ser su nombre. Victoria Petrakos. Fue parida en el «Pozo de Bánfield», recinto clandestino de detención y torturas cercano a Buenos Aires entre el ocho y el 13 de abril de 1977. Nunca más se supo de ella. Los mismos que «trabajaron» sobre su madre la hicieron desaparecer.
Era normal entonces tomar a los recién nacidos y niñas y niños de poca edad para repartirlos o regalarlos –trofeos de guerra– a parejasque los solicitaban. Esos niños –hoy adultos, muchos con hijos propios– fueron en la Argentina un número de cuatro cifras. 
Una parte ha podido ser identificada por las Abuelas y otras entidades a contrapelo del mandato de la cultura dominante.
Muchos todavía no saben de dónde vienen. O, casi peor, creen descender de los cómplices del asesinato de sus progenitores.
Clara Petrakos tiene la esperanza de que haciendo circular su fotografía y la de sus padres, Victoria, si las llega a ver, pueda reconocer un parecido y sentirse intrigada por éste y averiguar sobre su pasado.
Lo imposible sólo existe en la mente de los cómodos.
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* El correo con la petición de Clara Petrakos fue enviado por Carlos D. Pérez, coordinador general de la Red Solidaria por los Derechos Humanos, a más de 26.000 casillas electrónicas. Silvia Arenal lo hizo llegar a Piel de Leopardo.
Cualquier información puede ser enviada a Clara Petrakos: