Argentina: Néstor fue la noticia de 2010; Cristina la de 2011

2.013

Juan Guahán*

Si Néstor Kirchner fue la noticia política central del 2010, la presidenta Cristina Fernández lo es y lo será en el 2011. En un año predominantemente electoral, Cristina tiene por delante el reto de gobernar con todo el poder hasta el momento mismo en que se venzan los plazos para la futura candidatura presidencial. Hasta allí está en su derecho de manejar esta indefinición. 

La repentina muerte de Néstor Kirchner colocó a Cristina en el lugar central de la política argentina. Esto sucede en un año eminentemente electoral, donde en el mes de agosto se deberían definir, en internas abiertas y obligatorias, los diferentes candidatos; en octubre se elegiría al futuro/a presidente/a y en diciembre asumirían las autoridades electas. Cristina aparece como la “candidata natural” del justicialismo, fortalecida por las encuestas que se acaban de publicar, pero es posible que la confirmación de esa candidatura o su rechazo recién se concreten sobre el filo de los plazos legales, hacia los meses de mayo/junio de este año.

Es absolutamente lógico que la Presidenta espere hasta el final, aunque haya adoptado –en su fuero íntimo- una decisión definitiva. Posponer, hasta ese momento, su definición le asegura mantener intacto el control sobre sus fuerzas propias y otros factores de poder. Está claro que para alargar la indefinición hasta ese momento deberá soportar múltiples presiones, particularmente de la dirigencia del propio justicialismo, ávido por conocer  esa decisión para encolumnarse dentro de los diversas variantes, nacionales y provinciales, de las grillas del aparato electoral.

Mientras Cristina mantiene en pie esa incertidumbre, que tiene en vilo a decenas de dirigentes del oficialismo, avanza en dirección a definir un “gobierno propio”, sin los compromisos, gustos y criterio para las negociaciones que tenía Néstor Kirchner. En menos de 20 días creó un nuevo Ministerio (Seguridad) y produjo más de 20 cambios, en la mayoría de los casos se trata de funcionarios de segundo y tercer nivel.

En estas modificaciones debemos computar el más notorio y evidente, aunque formalmente no se haya producido. Se trata de la pérdida de fuerza política del –hasta ahora- “intocable” Aníbal Fernández, que continúa ocupando la titularidad de una devaluada Jefatura de Gabinete. El más reciente, la designación del Intendente de Berazategui Juan José Mussi como Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable –posiblemente sea elevado próximamente al rango de Ministerio-, es una ostensible muestra de la voluntad de incorporar a los “barones del conurbano bonaerense” a la gestión de gobierno. Con esto apunta a quitarle margen de maniobra a los intentos del duhaldismo y debilita las intenciones de quienes impulsan la candidatura presidencial de Daniel Scioli.

Cristina cuenta con varias e importantes ventajas. La simpatía desatada a partir del fallecimiento de Néstor es, posiblemente, la más importante. No le va a la zaga la situación macroeconómica y la solvencia financiera, lo que ha permitido el boom de consumo de estas semanas. Tampoco es desdeñable la inconsistencia y falta de rumbo de las fuerzas opositoras, allí la abundancia de candidatos es correlativa a la ausencia de liderazgos.

Cuando se observan los números de la economía hay algunos datos que podrían llamar la atención a cualquier lector desprevenido. Nos encontramos con que las mayores fortalezas de la vida económica tuvieron como protagonistas a quienes fueron los principales enemigos del gobierno de Cristina. El campo le dio tranquilidad económica al gobierno y un gran volumen de recursos a la “caja” estatal.

Desde hace muchos años el tema “Malvinas” está en el debate y el corazón de nuestros compatriotas. Para estrategas, políticos, deportistas, educadores, sociólogos y gran parte del pueblo esta cuestión forma parte de sus intereses y sentimientos más fuertes. Del otro lado siempre aparecen los intereses británicos. En muchas actividades masivas y en las tribunas de nuestras canchas de fútbol, suele oírse el despectivo “el que no salta es un inglés”. Ese grito parece dar la razón a la opinión del patriota Raúl Scalabrini Ortiz cuando decía que “la diplomacia británica es el resorte oculto de la Historia Argentina”

Las últimas horas del año que se fue no podían ser la excepción. De un modo semejante a lo que ocurriera durante el resto del año, la cuestión Malvinas volvió a constituirse en un tema de discusión.

El Primer Ministro inglés sostuvo que “no negociará la soberanía de las islas Malvinas, a menos que los habitantes lo requieran”. El Canciller Argentino, desvalorizando las opiniones de los allí residentes, le retrucó diciendo: "La gente que vive en las Malvinas no es nativa de las Malvinas; es una población llevada por una potencia colonial para ocupar los lugares de los que fueron expulsados los ciudadanos argentinos". De esta manera la cuestión sigue en el mismo lugar que siempre, declaraciones de un lado y otro, sin hechos nuevos que permitan albergar nuestra esperanza de recuperar la “hermanita perdida”, como le cantara Atahualpa Yupanqui.

Pero, en los últimos días de diciembre tuvo lugar un hecho lamentable. Todos los años el gobierno de San Juan, encabezado por su gobernador, realiza un simbólico “Cruce de los Andes” por un paso que habría utilizado el Libertador General José de San Martín. El año pasado ese cruce tuvo un ribete escandalizador. Junto a las banderas chilenas y argentinas estaba la bandera canadiense, portada por el Embajador de ese país y su esposa. Daba la impresión que era una especie de reconocimiento a la presencia canadiense, con las características de un tercer Estado, en la frontera chileno-argentina en territorio donde la empresa (canadiense) Barrick Gold extrae oro, sin mayor control de los dos estados vecinos.

Ahora es la Embajadora de Gran Bretaña la que pretende hacer lo propio. Así lo hizo saber dicha Embajadora y el diputado Ruperto Godoy, haciendo de portavoz del Gobernador José Luis Gioja anunció a la prensa local que el gobierno sanjuanino tomaba el pedido de la Embajadora, quedando formalmente invitada. De esta manera el gobernador sanjuanino se coloca en la vereda de enfrente de la política de la Cancillería. En la recreación de la gesta libertaria de San Martín se invita a participar a la representante de una potencia colonial que, por si esto fuera poco, mantiene un enclave colonial sobre territorios de nuestro país, desoyendo la historia y las resoluciones de la diplomacia internacional y las propias Naciones Unidas. Un renovado “desliz” del gobierno sanjuanino.

Pareciera que algunos argentinos olvidan la trascendencia que tiene la cuestión Malvinas. Ella va mucho más allá del hecho, de por sí importante, de la soberanía de ese archipiélago. Las Malvinas son la antesala de los territorios antárticos y mar austral. Existe una disputa territorial con la Gran Bretaña y la Unión Europea por el dominio de 3,5 millones de kilómetros cuadrados (equivalente a mucho más que todo nuestro territorio continental) de océano austral, aparte de lo reclamado en territorio antártico.

Esa disputa constituye –actualmente- el conflicto territorial más grande de todo el planeta tierra. Además de las riquezas petroleras, en pleno proceso de exploración, se trata de una zona de vastos recursos alimenticios, como el Krill por ejemplo, otras riquezas mineras y pesqueras y muy particularmente las principales reservas mundiales de agua dulce del planeta.

Si bien el Tratado Antártico congela la explotación minera y la militarización de la región hasta el año 2048, vastos intereses van tomando posiciones para tener mejores condiciones para ese momento. Sin descartar que algunos países pretender liberar para antes de esa fecha la explotación de los mencionados recursos.

*Analistas de Question ;Latinoamérica
 

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.