Bolivia, a 196 años de una independencia que no fue y una descolonización pendiente

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El 6 de agosto de 1825 se proclamó la República de Bolivia y la independencia de la corona española. El país debe su nombre a Simón Bolívar que reconoció que debía llamarse “Azurdui” en honor a la indígena Juana Azurdui, que protagonizó la lucha por la independencia, lo que denota la exclusión de la historia oficial a la que son sometidos los Pueblos Originarios y sus líderes.

Para lograr la independencia, el rol de los pueblos originarios, de los afrobolivianos, y en especial de sus mujeres, fue determinante no sólo en Bolivia, sino en toda Abya Yala. Sin embargo, tras la proclamación de las “independencias” en el continente y la creación de los Estados Nación, estos pueblos fueron excluidos del poder político y de la redistribución de las riquezas.Juana Azurduy: su combate por la revolución y la igualdad - Facultad de Periodismo y Comunicación Social - UNLP

En la época de la República (1825-2009) -y pese a que se ya había decretado en la asamblea de 1813 la abolición de la esclavitud-, los indígenas siguieron en esa situación. No tenían derecho al voto y recién en 1952 se instauró el voto universal, que permitió que los indígenas y las mujeres pudieran votar.

El 2009, mediante una asamblea constituyente y tras la redacción de una nueva Constitución política, se refundó Bolivia como Estado Plurinacional, lo que implicó que los indígenas, los afrobolivianos y las mujeres fueran  reconocidos institucionalmente, produciendo su ingreso masivo a la esfera política.

Por primera vez, en la historia de Bolivia la oligarquía, que pregona la supremacía blanca y que durante 180 años gobernó el país, se tuvo que sentar en la mesa política con los indígenas. También tuvo que hacerlo,  la “izquierda tradicional y colonial”, integrada por intelectuales blancos de clase media.

Según su visión eurocéntrica y su educación académica -que fuera inaccesible para el indígena en casi toda la etapa de la República- , justificaría la visión de que se debe dirigir al indígena con “menos conocimiento”. Eso les ha impedido saltar del escritorio a la praxis revolucionaria, que tiene de protagonista como sujeto político emancipador a los pueblos originarios, con énfasis de las mujeres indígenas en Bolivia y a nivel regional.

Evo Morales asume su tercer mandato | Europa | DW | 22.01.2015La construcción del estado Plurinacional y la situación del indígena

La llegada al poder el 2006 del ex mandatario Evo Morales, con el objeto de refundar Bolivia como Estado Plurinacional, fue gracias a la sangre derramada indígena durante las insurrecciones populares de la guerra del agua y la guerra del gas. El protagonista de la última insurrección fue el líder histórico, “El Mallku”, que produjo la caída del gobierno neoliberal de González Sánchez de Losada, pero no fue reconocido en vida y no ocupó cargos políticos durante el proceso de cambio.

Él es un ejemplo paradigmático de cómo es todavía la situación del indígena en Bolivia, palpable en el territorio. Y el malestar que produce ello se irradia cada vez más, no sin efectos.

Un efecto fue el quiebre del Movimiento Al Socialismo (MAS) y del voto indígena tras la expulsión de Eva Copa, expresidenta del Senado, que implicó la pérdida electoral de la alcaldía de El Alto (logró el 70% de los votos), el principal bastión de resistencia indígena del MAS. Más efectos se empiezan a visualizar y se puede afirmar que su devenir definirá la elección presidencial de 2025.Eva Copa sobre el «Mallku»: Cuando el MAS me aisló de sus filas, él me dio la mano – El Alto es Noticia

También, los indígenas pusieron los cuerpos en las masacres de Senkata y Sacaba durante la represión del gobierno de facto de Jeanine Áñez.  No hubo muertos blancos: esa es una realidad que se grita desde adentro de Bolivia y es uno de los tantos puntos que divide las filas del MAS, el ser siempre la carne de cañón y la escalera para que accedan a cargos políticos de alto rango siempre los llamados “perfiles blancos” de la izquierda tradicional y colonial.

Durante los bloqueos de agosto del 2020, que obligaron a Áñez a establecer fecha electoral y catapultaron a Luis Arce como presidente, los que lideraron los bloqueos fueron indígenas como El Mallku y Orlando Gutiérrez. En este contexto el 13 de agosto del 2020 Segundina Flores, ex líder de la Confederación de Mujeres Indígenas Bartolina Sisa, marcó un punto de inflexión.

En una conferencia de prensa junto al pacto de unidad y la Central Obrera Boliviana (COB) denunció que “Este sector de intelectuales blancos de clase media que dirigió el proceso de cambio, al MAS, siguen conduciéndolo y a los indígenas que somos los fundadores del instrumento político (…) no nos dejan dirigir. Ellos hablan siempre en nuestro nombre y de nuestra lucha indígena como si fueran nuestros voceros”.URGENTE: La muerte de Orlando Gutiérrez genera conmoción en Bolivia. Por Gustavo Veiga para Página 12 – Comité de Solidaridad con los Pueblos Latinoamericanos

Allí denunció, por primera vez, de manera clara y ante la prensa, algo que se realizaba por lo bajo desde hacía muchos años, incluso antes del golpe de estado, generando malestar en el movimiento indígena.El golpe sólo lo acentuó y explotó la interna partidista, que reedita un enfrentamiento histórico, cuya irradiación es imprevisible.

Son muchos los dirigentes que coinciden con este relato, entre ellos el fallecido líder minero Orlando Gutiérrez: “Yo era enemigo de la rosca de viejos políticos del MAS”, señaló. El apelativo “rosca” refiere a un entorno blanco que rodeaba al ex mandatario Evo Morales, a quienes Gutiérrez acusaba de cerrar el paso a los nuevos líderes indígenas.

Este malestar obligó que la campaña presidencial de Luis Arce y David Choquehuanca estuviera atravesada por la promesa de “renovación” de un MAS 2.0 con protagonismo de la juventud y la no participación de la vieja estructura del partido en su nuevo gabinete. No cumplir con esta promesa podría originar desde la cultura andina un “voto castigo” en la próxima elección presidencial de 2025.

Por otro lado, no considerar este conflicto dentro del MAS o hacer como si no existiera pese a ser de público conocimiento en el país, no quiere decir que no exista y que no produzca sus efectos, como la obstaculización de la construcción de un Estado Plurinacional con participación indígena y de las mujeres en cargos políticos de alta jerarquía y poder decisional.Bolivia: ¡El PIE saluda la bella victoria del MAS! - Party of the European Left

Y obstaculiza que esto sea posible respetando su identidad ideológica y/o pensamiento propio, y no desde una visión eurocéntrica que importa ideologías de Europa con pretensión de universalidad y por ende aplicables a realidades distintas.

Si bien, con la nueva constitución política de Bolivia se produjo la entrada masiva de los indígenas y las mujeres a la esfera política, ésto solo aconteció hasta un límite de un “techo de cristal”. Este término es una metáfora originada en la epistemología feminista para explicar una barrera invisible que impide a las mujeres el acenso profesional a los cargos de alta jerarquía y de poder decisional en las empresas o instituciones del estado, definido por estereotipos, prejuicios y representaciones sociales.

Dicho concepto es útil para visibilizar un “techo de cristal indígena” que define la situación política y social del indígena en una sociedad, organizada desde la pigmentocracia donde la “capacidad y el conocimiento” está puesto en los “perfiles blancos”.

La descolonización, una cuenta pendiente

Una de los errores del anterior gobierno del MAS es no haber avanzado en un proceso de descolonización de las instituciones de la sociedad y en la decolonialidad del pensamiento, que es la condición sine qua non para seguir construyendo el Estado Plurinacional. La importancia de reconducir el rumbo político en esta senda es vital para el futuro del MAS.En Venezuela disertaran sobre proceso de descolonización en Bolivia

Al respecto, Enrique Dussel se refirió a Bolivia durante un conversatorio: “Los grandes procesos de cambio que se han dado en países como Bolivia con Evo Morales (…) paradójicamente no realizaron a nivel de la enseñanza una revolución cultural. Siguieron siendo eurocéntricos, significa que enseñamos una historia de la cultura y una cultura como universal a la europea y la enseñamos desde el jardín hasta la universidad (…), señaló.

“Nuestros intelectuales son eurocéntricos;  hablan de Grecia, Roma, del feudalismo y la modernidad europeo-norteamericana, y desconocen y desprecian lo propio (…) Todos los currículos del sistema de educación son eurocéntricos (…) Se lo he dicho a  Álvaro García Linera: “¿Cuándo van a cambiar los currículos y dejar de enseñar una cultura eurocéntrica que nos ignora? (…) Tanto que cacarean con la reforma educativa, no cambiaron nada los contenidos de la enseñanza, porque no tienen interés de cambio interno. Hay que hacer una revolución cultural para dignificar nuestra historia milenaria”, añadió.

Dussel contradice a quienes, para justificar su inacción, sostienen que descolonizar es una tarea casi imposible, de larga data: “Esto podría implementarse rápidamente e impactar en la totalidad de la niñez y la juventud en un sexenio, si se quisiera hacer una reforma educativa en serio”.La descolonización de Bolivia

Si bien, hubo avances cuantitativos históricos durante los 14 años del anterior gobierno del MAS, donde Bolivia ocupó el primer puesto en Sudamérica  en inversión en educación (el 8%  del PIB hasta el 2019), lo que se estaba reproduciendo era una educación colonial que no es acorde a la “Revolución Democrática y Cultural” que planteó el MAS el 2006. Un salto cualitativoal respecto es vital para el proceso de cambio y la reconducción del MAS a la senda ideológica con la que se originó.

Tres entre las numerosas consecuencias que produjo este error fueron:

1) Los grupos paramilitares y las “pititas”(simpatizantes de los golpistas) están integrados por jóvenes universitarios. Por otro lado, están las “pititas azules” en referencia al color del MAS. El fallecido líder minero Orlando Gutiérrez denunció en un audio que se viralizó en las redes sociales, que las integraban incluso los hijos de algunos ex funcionarios del MAS. Ambos términos revelan la complejidad de un análisis de la realidad política social boliviana.

2) El accionar de las Fuerzas Armadas y la Policía –que quitaron la Whipala de sus uniformes-, integradas mayoritariamente por indígenas, que masacraron a su misma sangre, muestra que conservan una mentalidad colonial e imperial proestadounidense.

3) El huracán de racismo y machismo que se desató con el golpe de Estado, demostró que la estructura colonial racista y machista seguía intacta en el país.

*Periodista y psicóloga boliviana, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

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