Chávez, Evo y Correa contra los medios de comunicación

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 Andrés Sal.lari*
 
¿Qué no se ha dicho ya desde la izquierda, acerca del papel de los medios de comunicación en contra de los procesos de cambio en América Latina?¿Qué no han dicho ellos, para que nosotros evidenciemos (desde los escasos medios con los que contamos) una y otra vez su dependencia a unos intereses políticos que siempre van en contra de todo lo que huela a progresismo?
A ver si se puede decir algo más, con la ayuda de un par de ejemplos.
 
1- El pasado 15 de febrero el pueblo venezolano fue a las urnas para decidir si habilitaban o no, la posibilidad de que el presidente Hugo Chávez  -junto a los demás cargos elegidos mediante el voto- pudiera ser reelecto todas las veces que el pueblo así lo considere necesario.
Chávez ganó con poco más del 54 por ciento de los votos y durante la noche salió al balcón del Palacio de Miraflores de Caracas para festejar junto a sus seguidores.
 
¿Qué fue lo primero que dijo Chávez esa noche?
Qué había triunfado la verdad por sobre la mentira.
¿A qué se refería? A la campaña mediática plagada de mentiras que los medios de comunicación habían lanzado para desprestigiarlo.¿Cuál es la reflexión?Que los medios de comunicación son el principal enemigo de Chávez, por eso es lo primero que nombra al momento de festejos.
 
Lo segundo es que los medios de comunicación no son transmisores de noticias, son la noticia en sí misma (desde el momento en que el presidente de una nación debe referirse a ellos prioritariamente), esto los ubica en un plano de protagonismo político que años atrás hubiera sido impensado (y que además no se corresponde con su supuesta función).
 
2- Un mes después, más exactamente el 16 de febrero, se reúnen en Cumaná (Venezuela), los presidentes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y el mandatario boliviano, Evo Morales, propone la creación de un consejo de Derechos Humanos del ALBA para contrarrestar a otros organismos similares que siempre operan en contra de los procesos de liberación (entiendo que se refiere a la OEA y a su dependiente Comisión Interamericana de Derechos Humanos).
 
Pero el contenido de ese Consejo de Derechos Humanos propuesto por Morales en el seno del ALBA es novedoso, dice Evo que investigará actos de terrorismo, injerencia política, atentados contra la autodeterminación de los pueblos y (lo mejor según mi criterio) actos de terrorismo mediático.
 
3- Esa misma madrugada un grupo de terroristas fue abatido en un hotel céntrico de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (la segunda en importancia en Bolivia y el principal foco de oposición al proceso de cambio) y el gobierno denunció que planeaban atentar contra el presidente Morales y otras autoridades.
 
A horas del mediodía el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, ofreció una conferencia de prensa en la que llamó a los medios de comunicación a informar con responsabilidad y afirmó que estaba en riesgo la seguridad del Estado.
 
Era un momento de suma tensión y gravedad institucional para el país, pero uno de los canales privados que emitía el noticiero a esa hora, decidió salir de la imagen del vicepresidente (que estaba ocupando la presidencia en ejercicio por el viaje de Morales a Cumaná) y pasar a otra noticia, y lo hizo justo en el momento en el que García Linera comenzaba a hablar sobre la responsabilidad de las autoridades de Santa Cruz.
 
¿Qué otra noticia más importante tenían? Realmente ninguna, era una muestra más de la irresponsabilidad de los medios, no creo que sea exagerado decir que censuraron al presidente en ejercicio del país para evitar que sus televidentes pudieran escuchar algo que les incomodara políticamente. Nuevamente se hace evidente una intencionalidad política que está muy por encima de la obligación y/o la responsabilidad de informar que tienen los medios de comunicación.
 
Semanas más tarde, y luego de conocida una entrevista en la que el cabecilla de la célula terrorista admitiera que viajaría a Bolivia para crear un ejército con el objetivo de defender a Santa Cruz e incluso de declarar su independencia del estado boliviano, los medios privados siguen llamándolos "supuestos" terroristas.
Esto es terrorismo mediático, porque un grupo de medios de comunicación intenta lavar la cara de un comando que fue encontrado con las manos en la masa, e impide tomar conciencia a la sociedad de la gravedad de los hechos que se están investigando.
 
(Sobre El Diario de La Paz, que se promueve como integrante de la “prensa libre” me permito sugerirle la lectura de mi próximo artículo, en el que detallaré los titulares y editoriales de este medio en los días previos al referéndum mediante el cual los bolivianos aprobaron su nueva Constitución Política del Estado en enero pasado. Ya se podrá imaginar).
 
Hay otros hechos que se deben destacar ante todo este marco, uno es que el papel trascendente de los medios de comunicación no es sólo materia de análisis de algunos periodistas afiebrados resentidos con el sistema, sino que es un tema que ya está en boca de los mandatarios que lideran los procesos de cambio en nuestra región.
Otra evidencia destacada es que el inmenso poder de estos medios (que conforman una estructura supranacional a la cual supieron barnizar con una capa de intocabilidad) comienza a ser cuestionado por el poder del cambio. Ya no es un tabú cuestionar el papel que están jugando estos medios "libres e independientes" (repasen ejemplos 2, 4 y 5).
 
Una cuestión más antes de despedirme. A raíz de los últimos dichos del Presidente venezolano (ejemplo 5), la agencia francesa AFP tituló que "Chávez amenaza a los medios críticos recordando que sus licencias son del Estado".
 
Destaco que AFP califica como "críticos" a medios como Globovisión, pero obviamente no dice que Alberto Federico Ravell, su director, participó en enero -junto a otros dirigentes de la oposición venezolana y a agentes de inteligencia estadounidense- de una reunión en Puerto Rico para organizar la campaña política contra el referéndum que convocó el gobierno venezolano para febrero pasado.
 
Es evidente que si el director de un medio privado participa de una reunión de este tipo, la línea de su medio de comunicación no es "crítica" como la quieren mostrar, sino de abierta oposición al gobierno, no se olvide que los medios fueron un arma clave en la organización del golpe de estado contra Hugo Chávez en 2002.
 
El vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, quien había sido nombrado ministro de defensa por los golpistas, resaltó entonces que el golpe se había logrado sin disparar un solo tiro, ya que las armas habían sido los medios de comunicación.
 
Analizando la actuación de estos instrumentos políticos en la región, suena mucho más sensato quitarles el calificativo de críticos y ponerles el de golpistas y desestabilizadores.

*Periodista argentino, reisdenciado en La Paz

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