Chile, educación. – MAMÁ OCA Y LOS GANSITOS ABANDONADOS

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

I. ¿Cuántos alumnos de educación básica en la sala de clases conforman un grupo adecuado en términos pedagógicos? ¿20? ¿Acaso 25? ¿Quizá 30? ¿35? En una comuna del sur de la capital de Chile el número se establece en alrededor de 45. El «sostenedor» –como se llama en el país (¡ese amor por el eufemismo!) a quienes sin ninguna anotación en su hoja de vida descubren una tremenda vocación docente y arman un colegio– entrecierra la máquina calculadora detrás de los ojos y no opina.

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45 niñas o niños o niñas y niños en una salita de clases a cargo de una profesora que ganará –si es principiante– unos $ 260.000 mensuales y si tiene alguna antigüedad podría cobrar hasta 350.000 (un dólar estadounidense se cambia por unos 525 pesos, un euro por poco más de 600). No es un barrio acomodado Lo Espejo, de tal manera que el sostenedor debe conformarse con los $ 40.000 mensuales por alumno que le entregará el Fisco para ayudarlo en su elevada misión, más una cuota «razonable» de, digamos, unos $ 13.000 –promedio– que pagarán por alumno sus padres.

Dos millones trescientos ochenta y cinco mil pesos todos los meses aportan esos 45 niños. Es increíble que no mueran arruinados los esforzados ejecutores del proceso educativo. Se llama ejecución al acto de quitar la vida de acuerdo a la ley en los países donde existe la pena de muerte.

II. Promediando este mes de enero de 2007 Jorge Pavez, presidente de los profesores, afirmó: «las diferencias entre la educación municipal y la privada demuestran que este sistema ya no da para más». La brecha entre ambos sistemas se estira hasta los 14 puntos en la Prueba de Selección Universitaria (PUS) y responde, como es obvio, a las actuales políticas educacionales en función del mercado, dejando a un lado la calidad de la enseñanza.

El dirigente de los maestros exigió al gobierno promover políticas orientadas a cambiar la LOCE, crear la Superintendencia de Educación y desmunicipalizar la enseñanza pública, ya que «todo se explica porque este sistema se ha manejado como un negocio y no como un bien público y social». Pavez afirmó:

«Esta situación que se evidencia con la PSU le da toda la razón al movimiento secundario y al Bloque Social de Educación, en el sentido de hacer cambios estructurales para que los resultados de los niños y jóvenes no estén determinados por la cuna. Ese desafío, que es además un clamor de la sociedad en su conjunto, debe ser asumido por el Gobierno si efectivamente quiere resolver este problema. Las soluciones de parche no van a servir en este caso».

Por último, el dirigente gremial, sostuvo que las «voces» que incitan a desacreditar el Estatuto Docente producto de su incidencia en la denomina crisis de la educación pública, «son infundadas, ya que todos los inconvenientes tienen su origen en el actual orden. Son maniobras distractivas para defender los intereses de los que lucran con este sistema».

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III. Por lo menos 4.000 maestras y maestros fueron despedidos, apenas se inició el calendario vacacional, por las administraciones de distintos colegios en el país. Muchos miles de niños deberían prepararse para optar por un proceso de autoeducación. ¿Será por eso que cunde el «wi-fi» en estaciones de metros, algunas plazas, y en ciertas localidades? Claro, no todos los niños en edad de asistir a los primeros grados de escolaridad tienen un ordenador en casa, pero eso no importa. ¿Acaso se le puede echar la culpa al gobierno si no saben aprovechar las oportunidades que brinda el progreso nacional? Hay escuelas donde las dichosas máquinas están arrumbadas –eso sí: con autorización de los «técnicos» que poco pudieron hacer más que encenderlas.

Cuatro mil maestras y maestros a la calle. Con toda ingenuidad sus representantes sindicales y del Colegio de Profesores pidieron una entrevista con el ministro del Trabajo. Lamentable apresuramiento: se fijó la cita, pero el funcionario no asistió. Sin duda exceso de actividades de la cartera.

Y se viene encima el asunto del descanso post natal. Tal vez sea por efecto del calentamiento planetario, pero si en marzo se abre el calendario escolar, ¿qué hervirá en abril?

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* Informe: Magalí Silveyra.

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