Chile: – FEMICIDIOS Y LA LABOR PREVENTIVA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Es sabido que al interior de las familias en que se vive la violencia las parejas tienen un funcionamiento crónicamente establecido en que la agresión, el arrepentimiento, el perdón y las llamadas “lunas de miel” (períodos de “abuenamiento” ) se repiten interminablemente.

Las mujeres que presentan rasgos de carácter que las definirían como vulnerables y tienen antecedentes de abusos vividos en su infancia, se instalan en una situación de víctima, buscando ayuda permanentemente en lugar de sobreponerse, lograr su autosuficiencia económica o tomar medidas realmente efectivas para evitar la violencia.

Por otra parte, los potenciales agresores de estas mujeres tienen habitualmente distintos factores que pueden facilitar el uso de la violencia, tales como una escasa tolerancia a las frustraciones, inestabilidad emocional, descontrol de impulsos y dependencia emocional; características que les hacen buscar mujeres que compensen estas carencias emocionales, tornándose en extremo dependientes de ellas. Por ello es que frente a la eventual pérdida de este vínculo pueden reaccionar de manera primitiva, sin medir las consecuencias de sus actos.

Existe, por cierto, otro tipo de perfil del agresor, en que predominan la frialdad afectiva, la autosuficiencia y la indiferencia por los sentimientos de los otros; en estos casos la violencia es parte de un cuadro que se asocia a conductas psicopáticas en todos los ámbitos de la vida.

La difusión mediática que han tenido los recientes femicidios puede tener un efecto adverso, pues podría instalar la imagen de estas acciones como un recurso válido en culturas en que el machismo sigue presente. Cabe preguntarse también si el crear una figura legal o el agravamiento de las condenas judiciales servirá para prevenir acciones que tienen características tan distintas a las de otros delitos.

Nos parece que una respuesta más efectiva del Estado sería el fortalecer las redes sociales a las que puedan acudir precozmente las víctimas y los potenciales agresores. Se hace necesario mejorar la capacidad resolutiva, organizar en forma coherente y evaluar los resultados de los múltiples programas y proyectos relacionados con el tema y que actualmente se encuentran en distintos niveles de los ministerios de Justicia, Salud y el Servicio Nacional de la Mujer.

Actualmente muchos de los Servicios de atención de Salud Mental se encuentran agobiados por tener que resolver la demanda generada por las patologías cubiertas por el AUGE, de esta forma, se hace imposible poder realizar acciones preventivas e intervenciones psicológicas y psiquiátricas precoces que impidan que se sigan repitiendo hechos tan dramáticos como los que nos ha tocado conocer.

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* Médico Psiquiatra.

Académico Universidad de Las Américas.

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