Chile, José Miguel Varas: – PREMIO NACIONAL DE LITERATURA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Un cuentista, para el jurado el mejor dotado de Chile, recibió «muy contento y conmovido» –dijo– el Premio Nacional de Literatura 2006, aunque «un poco abrumado» por la responsabilidad. Un concepto que refleja su humildad y que no debe prestarse a equívocos: el premio se concede por la obra ya hecha, no por lo que la ventura lo impela a ecribir en el futuro.

La candidatura y el posterior reconocimiento a José Miguel Varas no sorprendió a los escasos lectores sobrevivientes del país; la personalidad del escritor –y periodista– está avalada por una obra reconocida por «moros y cristianos» que comprende la crónica periodística, la biografía –de Neruda, por ejemplo– y la novela, además del relato breve.

El Premio Nacional de Literatura implica una suma que bordea los 14 millones de pesos chilenos (alrededor de US$ 25.000), y una pensión vitalicia equivalente a poco más de US$ 1.000 mensuales, que –si la burocracia calla y otorga– podrá comenzar a recibir en enero de 2007.

El jurado lo integraron el rector de la Universidad de Chile, un representante de la Academia Chilena de la Lengua, el último Premio Nacional –poeta Armando Uribe– y la ministra de Educación, Yasna Provoste, que lo presidió. Como lo señala la periodista y escritora Virginia Vidal, «Alberto Romero fue uno de los fundadores de la SECh, en 1932. Como ha testimoniado Oreste Plath en su admirable libro El Santiago que se fue , el novelista, con la colaboración de Marta Brunet, se propuso «levantar la vida social y económica del escritor». Por ello, fue el promotor del Premio Nacional de Literatura y Arte, instituido por Ley No 7368, del 9 de noviembre de 1942″ (en esta revista, SECh, espacio de libertad). Empero, la venerable institución es marginada del otorgamiento del Premio.

Tampoco el Ministerio de la Cultura interviene en alguna instancia de la importante decisión. No hubo anuncio alguno de que la obra del galardonado fuera a ser publicada por una entidad oficial o, como está en boga en el país, por alguna «joint venture» que consulte a editoriales comerciales o fundación cultural privada para su distribución en bibliotecas públicas y escolares o pueda ser adquirida a precio razonable por el público lector.

El jurado decidió el Premio Nacional para José Miguel Varas al estimar que «es el más completo escritor de cuentos que ha habido en la historia de Chile, tanto en el número de cuentos publicados como por su calidad literaria». Y porque el greso de su obra «manifiesta el carácter y la identidad chilenos». Fuera de Armando Uribe no se conoce entre los integrantes del jurado –algunos prefieren llamrlo comité– una relación viva con la literatura.

fotoVaras, ex militante del PC que no decidió antes abandonar la militancia por una razón ética, la dictadura cívico-militar de 1973, estuvo muy próximo a Pablo Neruda desde que en la década de 1941/50 integró la Alianza de Inteectuales, agrupación formada por el poeta al calor del enfrentamiento entre el capitalismo y el socialisnmo y la traición de Gabriel González Videla. De esta relación –pero no sólo de ella, sin duda– surge su Neruda clandestino, una de las obras claves sobre el Nobel.

Varas reconoce una deuda de gratitud con el desaparecido bibliotecaraio del Instituto Nacional, Ernesto Boero Lillo, mentor y a veces árbitro de la Academia de Letras de ese colegio secundario, donde iniciaron su formación literaria –y veces su gusto por la polémica– no pocos escritores y periodistas chilenos, entre los que podrían citarse a Antonio Skármeta, Manuel Silva, Waldo Rojas, Santiago del Campo.

Varas, que debió vivir en el extrañamiento por la dictadura de 1973/90 en Checoslovaquia y la URSS, donde tuvo activa participación en el esfuerzo comunicacional coordinado por Volodia Teitelboim desde Radio Moscú, tiene 16 libos publicados y una novela que se espera sea editada en los próximos meses.

Una conversación entre José Miguel Varas y el periodista mexicano Mario Casasús –Candidato al Premio Nacional habla en México– puede leerse en esta revista aquí.

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