Chile: las lógicas institucionales y los niños de la calle

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

fotoA través de ella pudimos saber los significados que para ellos y ellas tienen las calles, sus lugares, los grupos en los que cotidianamente comparten, así como también dimensionamos la expresividad de sus rostros. La elocuencia de sus retratos.

Por esto, decidimos posibilitar un espacio y un encuentro en torno de la expresividad que, a través de las fotografías que ellos mismos tomaron, nos planteaba un conjunto de preguntas, sensaciones, desafíos e interpretaciones. “Retratos al margen” es el nombre de esta exposición que contiene quince instantes; quince momentos de afirmación. Estas fotografías representan un logro en la relación que, durante dos años, nuestra institución ha establecido con los niños y niñas que viven en la calle.

En estos retratos, ellos nos muestran el mundo que, bajo el puente, se esconde de la calle y que en ciertos momentos del día aparece en la ciudad. En la “caleta” las escrituras de sus murallas declaran las relaciones que entre ellos existen; contienen sus nombres como un grabado de los viajes, las soledades y el desconcierto. En aquella atmósfera, las miradas, las manos apretadas inquieren y cuestionan. También, en la rivera del río, se escenifican los juegos, los cuerpos lúdicos, y las maneras en que el amor y el cariño se unen con urgencia; se apegan en una identidad que habita en el afuera del hogar, en el afuera de la ciudad. Pero también en el ‘adentro’ de sus días.

Cuando miramos las fotografías vemos la nitidez de su ‘sensibilidad dura’ y podemos reconstruir el trayecto sutil de sus gestos que intentan conciliar las sonrisas y las amenazas. Por esto, no podemos olvidar la importancia del apego, del apoyo, la acogida y la protección que entre ellos y ellas se construye. Esto es también parte de su hábitat. Es marca de sus cuerpos.

Los retratos también nos hablan de los “gestos del descanso”, es decir, de aquellos momentos en que la calle se aplaca en su presión; donde aparecen los vínculos de apoyo, y hay una casa, comida, una cama y muchas decisiones de cambio. Donde hay posibilidades de jugar, donde las normas no cuestionan la vida, sino que, por el contrario, la vida puede darse a sí misma la posibilidad de mejorar.

Así se nos aparece también la niñez. Y bajo el puente, con un trasfondo cotidiano, la niñez se hace distracción, esparcimiento, correrías y camaradería. Se resignifica en un retrato, en una posición, el miedo, el hambre y la exclusión. Vemos cómo en una mirada la tranquilidad del tiempo no esconde el dolor, sino que nos lo presenta de otro modo, haciendo emerger los peregrinajes y sus búsquedas: la de los hermanos, los padres y los otros que no están. De aquellos que los esperan.


UN PUNTO NEURÁLGICO

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ONG CIDETS, desde su origen, hizo y mantiene la opción de estar, apoyar y orientar sus acciones hacia el mejoramiento de las condiciones de vida de los niños y niñas que viven en la calle, por lo que hemos intentado y logrado mantener con ellos un vínculo que contenga la perspectiva del ejercicio y cumplimiento efectivo de sus derechos y, también, de la resolución de las tensiones y conflictos que los afectan. En esta tarea hemos hecho un camino de dos años; transitamos hoy por una nueva etapa que plantea desafíos mayores, los que enfrentamos convencidos de que, el vínculo que nos constituye se puede mantener y proyectar.

Así, reconocemos que uno de nuestros logros ha sido el comprender que los procesos subjetivos y grupales de los niños, niñas y jóvenes con quienes trabajamos –los autores de estos retratos– tienen sus propios tiempos y dinámicas. Esto significa que sus experiencias, y las nuestras, requieren de flexibilidad, visiones de mediano y largo plazo, así como también, de un marco institucional que sea acorde con estos requerimientos. Éste un punto neurálgico del trabajo, pues se trata de que tanto el Estado como las orientaciones de los equipos se dispongan a participar, facilitar y, no pocas veces, esperar un proceso… Y en esto, los factores administrativos, los indicadores de logro y las propias lógicas institucionales obstaculizan su avance.

Asimismo, creemos que es fundamental desarrollar otras explicaciones de las experiencias infantiles en contexto de exclusión social, fundamentalmente porque, tales experiencias, no se constituyen por el estar, vivir, o deambular por calles y pasajes o centros comerciales. Más bien, de lo que hablamos es de la construcción de biografías e identidades contemporáneas, por lo tanto, de los impactos que tienen los procesos familiares, comunitarios y sociales.

En ese marco, los niños y niñas llamados “de la calle”, vivencian situaciones de exclusión social que advierten de las consecuencias del proceso de modernización que, en su última fase en nuestro país, tiene ya un poco más de treinta años. Esta vez, los “marginales” no son aquellos resabios de una modernización que no fue – como en los años ’60 – sino que, por el contrario, vivencian las perversiones de un proyecto que está en curso.

De esta forma, las explicaciones requieren de actualización y, por ende, del desarrollo de reflexiones sociopolíticas globales y no meramente técnicas, aunque de tales debates deben surgir criterios y orientaciones metodológicas que permitan mejorar nuestro trabajo y sobre todo, realizar, es decir, concretar procesos efectivos de ejercicio de derechos, pues, podemos generar acciones promocionales en el plano del individuo, pero es sobre todo el Estado quien debe adecuar sus formas y mecanismos para acoger estas experiencias y aportar al mejoramiento de las condiciones de vida de los niños, niñas y jóvenes. Esto es necesario no sólo para aquellos que viven en la calle.

En este punto, sostenemos que es vital legitimar y fortalecer el accionar de las ONG’s que, como CIDETS, han logrado vínculos y especialización; esto es posible, por una parte, mediante su consideración por el Estado como actores sociales e interlocutores en la construcción de las orientaciones de la política social destinada a niños y niñas. Y con esto nos referimos al desarrollo de un efectivo trabajo conjunto y colaborativo, que integre la ejecución, supervisión y control en un contexto de cooperación y de acciones ciudadanas, es decir, no sólo de externalización de servicios por parte del Estado.

Como se aprecia, estos son algunos de los contenidos que podemos asociar a la visualización de un debate público sobre la problemática de los niños y niñas que viven en la calle, o si se quiere, del problema de la integración social. Por ello, nos plantea también la pregunta por lo contenidos por las relaciones entre el Estado y la Sociedad Civil respecto de lo que, en el último tiempo, se ha denominado el “proyecto de país”.

Finalmente, planteamos dos invitaciones.

Primero, les dijimos, “las lógicas institucionales obstaculizan el avance de los procesos objetivos y subjetivos”. La expresión dura de ello, es la decisión de parte de la institucionalidad pública de cerrar el Proyecto Casa Senamóvil ejecutado por ONG CIDETS. En este acto, manifestamos nuestra disposición a dar continuidad a nuestros vínculos con los niños, niñas y jóvenes y les invitamos a hacerse parte de estos esfuerzos, fundamentalmente, por la necesidad de mantener y proyectar los procesos y experiencias de apoyo que están en curso y que trascienden las decisiones administrativas y políticas.

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Es decir, queremos que participen y aporten a la identidad de los niños, niñas y jóvenes, a la reconstrucción del lazo social que, con distintos tiempos y con el tranco de todos, pueden proyectarse con nuevas posibilidades para que el ejercicio de derechos sea, también, el proyecto de una sociedad mejor.

La segunda invitación es a compartir los símbolos. A devolver la mirada y acoger las preguntas que estos retratos nos sugieren. Es un llamado a sostener el gesto como una forma de construir un espacio público, una conversación, a formar una opinión que pueda reforzar los actos. Esta invitación es uno de los sentidos fundamentales: mirar, sentir, preguntar, oír. Abrir paso, entre la cotidianidad y la costumbre para enfrentar los retratos de una parte de nosotros, de los niños, del presente.

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* Secretaria Ejecutiva de ONG CIDETS.

Publicado en Especial de Paralelo 21 (www.radio.udg.mx).

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