Chile: Hallan restos humanos en Tejas Verdes
Un equipo multidisciplinario conformado por antropólogos, fotógrafos forenses y arqueólogos del Servicio Médico Legal (SML), y personal de la Brigada de Derechos Humanos y del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) se encuentran trabajando en cinco fosas –de unos dos metros de profundidad– luego de encontrarse diversos restos humanos en un terreno ubicado en las cercanías del Regimiento Tejas Verdes, en la comuna de Santo Domingo, Región de Valparaíso, a unos 120 kilómetros de Santiago.
Los expertos también buscan casquillos de balas u otros objetos que puedan servir para determinar la data de muerte de los cuerpos hallados, mientras se espera la confirmación científica que se realizará en laboratorios de Estados Unidos.
“No sabemos aún si son restos arqueológicos o si son víctimas de la dictadura cívico-militar, pero es una demostración de que éste no es un tema del pasado, es un tema del presente y que tiene que ver con la búsqueda de la verdad y la justicia”, declaró a la prensa local el director del SML, Patricio Bustos, tras confirmar el hallazgo.
“Son restos humanos, aún no se ha precisado la data”, agregó Bustos en radio Cooperativa precisando que los huesos “corresponden a varias personas”.
Según fuentes judiciales, las excavaciones comenzaron el pasado lunes, a unos diez kilómetros al sur de la localidad de Santo Domingo, por orden de la jueza especial Marianela Cifuentes, quien tiene a su cargo la investigación del caso conocido como Tejas Verdes, nombre de un recinto militar que albergaba a la Escuela de Ingenieros del ejército.Según trascendió, las osamentas aparecieron durante unos trabajos en la red de agua potable de la urbanización Las Brisas, que se construye en el sector y que antiguamente correspondía a una finca del mismo nombre.
Agencias de noticias indicaron que la escuela estaba dirigida en 1973 por el entonces coronel Manuel Contreras, que utilizó sus instalaciones para concebir y crear la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta del dictador Augusto Pinochet. Además de formar a los agentes, la escuela fue utilizada como centro de torturas a prisioneros políticos.
Conocida la noticia, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, instó a la calma. Recordó que en diferentes ocasiones se han anunciado hallazgos similares y que al final de los análisis no se han logrado resultados positivos para los familiares. “Ha sido una tortura permanente”, dijo la dirigente en radios locales.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), unos 3200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1192 figuran aún como detenidos-desaparecidos, según cifras oficiales.
Manuel Contreras, el fundador y jefe de la DINA, se encuentra en prisión, convicto de penas que suman casi 400 años de prisión, tras ser condenado en decenas de casos de violaciones de los derechos humanos, junto a otros mandos que formaron parte de la dirección del organismo represivo.
En este escenario, el comandante en jefe del ejército, Humberto Oviedo, aseguró que conoció la noticia por la prensa, al tiempo que descartó que se trate de terrenos que permanecieron al ejército. Además aseguró que como institución están dispuestos a colaborar en las investigaciones de la Justicia.
Por otra parte, el máximo jefe militar indicó que no conoce de ningún pacto de silencio en el interior del ejército, lo que consideraría lamentable si así fuera. También señaló que el ejército no participa en la defensa de ex uniformados en retiro que estén imputados por delitos que atenten contra los derechos humanos.
Algún tiempo atrás se reunieron en la llamada «mesa de diálogo» representantes de organizaciones de derechos humanos (se autoexcluyó la abogada Pamela ¿?) y representantes del Ejército; el oficial que lo representaba se comprometió a brindar todo el apoyo institucional, pues bien, a las pocas semanas fue descubierta una nueva fosa con restos humanos de D.D., o sea, la comedia que representa la principal institución inculpada a lo largo de estas décadas, no era más que una mascarada. ¿Y ahora aparece este señor Oviedo, su comandante, diciendo que desconoce pactos de silencio? ¿Quién le pude creer a un comandante del ejército, el depositario natural de todo el caudal de secretos militares de su institución, los que no son otra cosa que encubrimientos de crímenes y asesinatos despiadados? ¿Qué dicen los EE.UU. al respecto?, pues ellos fueron los instigadores del Golpe de Estado, los financistas, los planificadores, los organizadores, los militares chilenos sólo fueron sus ejecutores, los «tontos útiles», lo malo es que les quedó gustando el poder, y puesto que disponían de un poder ilimitado, cometieron las barbaridades que ya son conocidas.