Chomsky en Chile: – ES CRIMINAL NO RECONOCER DERECHOS INDÍGENAS

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Poco más de 24 horas permaneció en Temuko, territorio mapuche, el destacado lingüista y analista internacional Noam Chosmky (apertura, foto de archivo). El intelectual (estadounidense) más influyente actualmente vivo, según lo catalogó el prestigioso periódico The New York Times, viajó a Chile invitado por la Universidad de La Frontera (UFRO) para participar del Primer Congreso Internacional de Lenguas y Literaturas Indoamericanas y las XII Jornadas de Lengua y Literatura Mapuche, iniciadas ayer lunes y que finalizan este viernes 20 de octubre de 2006 en la capital regional.

Tras un año de gestiones el Departamento de Lenguas, Literatura y Comunicación de la Facultad de Educación y Humanidades concretó la visita de Chomsky a Temuko, donde con una clase magistral dio inicio a este importante encuentro internacional, en el que participan connotados investigadores nacionales y extranjeros, así como cientos de estudiantes acreditados desde diversas regiones del país.

El catedrático del Departamento de Lingüística y Filosofía del Massachusetts Institute of Technology (MIT), Estados Unidos, dictó la conferencia «Año 514: ¿Globalización para quién?». Durante 80 minutos abordó la temática relacionada con el denominado Descubrimiento de América y cómo la globalización económica ha afectado –desde ese año hasta ahora– a gran parte de América Latina y el mundo, en especial a los pueblos indígenas que luchan desde entonces por ser reconocidos y sus derechos respetados frente al avance de las multinacionales.

Reunión multicultural

Filósofo anarquista y cientista político, Noam Chomsky no sólo es un destacado hombre de ciencias. En muchos lugares del mundo su obra es conocida más bien por su vertiente política, siendo considerado –con Naomi Klein, José Saramago y Eduardo Galeano– como uno de los intelectuales de izquierda más influyentes de nuestro tiempo y un verdadero ícono de la lucha contra la política exterior de su país, desde la Guerra de Vietnam hasta las recientes invasiones militares de Estados Unidos a los Estados de Afganistán e Irak.

En su reciente viaje a Chile uno de sus objetivos fue conocer la realidad de los pueblos indígenas, en especial el Pueblo Mapuche, cuya lucha por recuperar su territorio «ha traspasado las fronteras chilenas desde hace mucho tiempo», según aseguró a Azkintuwe.

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Invitado por la Red Chile País Multicultural, que agrupa a una treintena de organizaciones ciudadanas, artísticas, ambientales, indígenas y de comunicadores alternativos, promotoras del diálogo intercultural y las relaciones respetuosas entre los pueblos, Chomsky pudo conocer de primera fuente esta realidad al compartir por más de una hora con miembros de la Red y dirigentes mapuche provenientes de diversas zonas (der.)

Juan Pichun, werken de la comunidad Temulemu de Traiguén, encabezó la delegación que expuso la situación de su pueblo ante Chosmky. «Si usted fuera George W. Bush, no habría aceptado reunirse conmigo, porque yo soy hijo de un supuesto terrorista», le señaló Pichún a un asombrado Chomsky. El joven werken hacia de esta forma directa referencia a su padre, el lonko Pascual Pichún Paillalao, encarcelado en la ciudad de Traiguén y calificado por el Estado chileno como amenaza terrorista. «Pero sabemos que no es Bush y por ello es bienvenido en este territorio que pertenece a nuestro pueblo y al cual esperamos pueda regresar cuando desee», subrayó.

Bajo la atenta mirada de Chosmky y un auditorio compuesto por alrededor de 40 dirigentes sociales, Pichún detalló los abusos cometidos por las autoridades contra las comunidades movilizadas por sus tierras usurpadas, destacando que para los mapuche no ha existido «ninguna diferencia» entre dictadura militar y democracia.

«El gobierno, supuestamente democrático, supuestamente socialista, nos persigue y nos oprime tal como lo hacia la dictadura de Pinochet. Hoy tenemos luchadores sociales, hermanos dirigentes, lonkos tradicionales, encerrados en cárceles en todo el sur del país y eso es algo que las autoridades ocultan ante el exterior», dijo Pichún.

«Es por ello que le solicitamos pueda usted denunciar esta situación ante los ojos del mundo, pueda usted ser portavoz de nuestra lucha y de nuestros sueños, que no son otros que vivir en paz y en libertad en nuestro territorio. Hoy son las multinacionales quienes mandan en este país; todas las políticas se implementan con el objetivo de beneficiar a las multinacionales y no a los pueblos originarios, que ni siquiera existimos en la Constitución Política. Sepa usted que los mapuche hoy somos víctimas de esta situación vergonzosa», subrayó el dirigente.

El espejismo chileno

Adolfo Millabur, alcalde de Tirúa y líder de la identidad territorial lafkenche fue otro de los oradores en la reunión. Desde su posición de dirigente social y autoridad política, Millabur realizó un pormenorizado recuento de los atropellos sufridos por el pueblo mapuche desde la llegada de los españoles hasta el retorno de la democracia, «que está en deuda con los mapuche y con todos aquellos sectores más desfavorecidos de la población».

«En el extranjero se destaca la estabilidad del país y la economía, que se dice es ‘exitosa’, pero se silencia el costo social que pagamos los mapuche para que este país sea ‘exitoso’. La tierra, el subsuelo, el mar, borde costero, todo, lo han querido privatizar y entregar a un par de grandes empresarios, para beneficio de unos pocos. Ese es el gran secreto del modelo chileno», indicó el edil. «Como mapuche agradezco el tiempo que usted se ha tomado de escucharnos y conocer esta otra realidad, que escapa a lo académico y que nos afecta a diario», finalizó.

Las intervenciones de los dirigentes no dejaron indiferente a Chomsky. «Es criminal que Chile no reconozca los derechos de los pueblos indígenas», señaló de entrada, dejando en clara su posición de respaldo absoluto a las demandas del Pueblo Mapuche. «Los derechos de los pueblos indígenas forman parte de esa otra globalización, aquella que no gusta a los Estados, pero que es una realidad. No se puede desconocer los avances que existen en muchos países, la situación de los inuit en Canadá ha avanzado mucho, existe allí autogobierno, tienen el control sobre sus recursos, pero es verdad –dijo– que hay deudas pendientes en otras partes del mundo.

«La globalización no es solo económica, la globalización también es cultural, social, tecnológica, jurídica, eso debemos tenerlo muy claro, porque a veces caemos en el uso de conceptos que nos imponen los Estados. La globalización es una realidad histórica y no son los pueblos indígenas, no son los campesinos sin tierra, quienes se oponen a ella. Son los Estados, son las corporaciones, quienes intentan decirnos que existe una sola globalización, un solo tipo de globalización que es aquella de los mercados mundiales», precisó Chosmky ante los delegados.

«Pero es posible luchar y resistir –agregó–. Está el ejemplo de los inuit en Canadá, está el ejemplo de los miembros de Vía Campesina en Brasil, que están construyendo desde lo social, desde abajo y que serán a futuro un poderoso factor de democratización del Estado brasileño. Yo los insto a seguir luchando, a seguir perseverando en sus objetivos. No serán las Naciones Unidas ni la OEA quien los van a salvar de la amenaza que significa la globalización económica. Son ustedes mismos, en sus trabajos sociales, en sus luchas cotidianas, quienes deben asumir ese desafío», finalizó.

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* Periodista. En www.azkintuwe.org.

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