Criar cuervos. – EEUU PIDE CESE AL FUEGO EN LÍBANO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

UNA MUJER, LA TV Y EL DIARIO DEL DÍA

En el noticiero belga ví cómo un cohete impactó en un hospital en Israel, la maternidad se encontraba en el tercer piso del inmueble y los recién nacidos y madres debieron ser trasladados; afortunadamente no hubo pérdida de vidas humanas. El nueve de junio tres niños palestinos que disfrutaban, junto a sus familias, de un día de playa en Gaza fueron asesinados… ¿Qué tienen todos ellos que ver en esta absurda guerra? 

El diario El País de España publicó en su espacio de opinión un artículo titulado Hasta aquí hemos llegado, donde su autor –el escritor Adolfo García Ortega– intenta hacer un resúmen histórico «a su manera» para poner al pueblo palestino como causante de su propia desgracia. Creo que este tipo de «análisis» histórico no ayuda a parar la barbarie ni a encontrar un punto de acercamiento, hay intereses superiores para los que la vida de los seres humanos no tienen importancia alguna y el señor García no hace más que tirar petroleo al fuego.

Por el derecho a la paz de los niños y niñas de Oriente próximo y de todo el mundo ¡dejemos de ponernos la venda en los ojos!

Patricia Parga
Periodista

patty.ardilla.parga@gmail.com.

PALESTINA: UNA GUERRA CONTRA LOS NIÑOS

Arthur Miller escribió: Pocos de entre nosotros tienen la facultad de aprehender esta idea que una sociedad pueda devenir insensata. La idea que pueda perder la cabeza y castigar a tantos inocentes es intolerable. Entonces todas las pruebas deben ser ocultadas.

La verdad enunciada por Miller devino realidad en la televisión el nueve de junio, cuando naves de guerra israelitas dispararon sobre familias que estaban de picnic en una playa de Gaza, matando a siete personas, tres de ellas niños, y tres generaciones. Una acción tal apoyada por EEUU e Israel, revela la solución final aplicada a los problemas palestinos. Mientras que los israelitas disparan misiles sobre «picniceantes» palestinos y casas en Gaza y Cisjordania, los dos gobiernos los matan. Las victimas son mayoritariamente niños.

Esta política fue aprobada el 23 de mayo por la Cámara de los Representantes USA, que votó 361 contra 37 la suspensión de las ayudas a las ONG que entregan los medios de sobrevivencia en los territorios ocupados. Israel retiene el dinero de los impuestos palestinos –que se elevan a 60 millones de dólares por mes–. Un tal castigo colectivo, calificado por la Convención de Ginebra de crimen contra la humanidad, evoca el ahorcamiento de los nazis del ghetto de Varsovia y el bloqueo económico instaurado por los EEUU contra Iraq en los años 90.

Si los autores de estos actos han perdido el espíritu, como lo sugiere Miller, parecen concientes de sus barbaries y muestran su cinismo. «La idea es la de poner a los palestinos a régimen» búrlose Dov Weisglass, consejero del primer ministro israelita, Ehud Olmert.

He aquí el precio que los palestinos deben pagar por sus elecciones democráticas en enero. La mayoría votó por el partido «malo», Hamas, que los EEUU e Israel, con su inimitable dedicación a la ironía, califican de terrorista. Dicho esto, el terrorismo no es una excusa para hacer morir de hambre a los palestinos, cuyo primer ministro Ismael Haniyeh ha reiterado el compromiso del Hamas de reconocer el Estado judío, a cambio de únicamente el respeto por Israel del derecho internacional y de las fronteras de 1967.  Israel ha rechazado porque, con su muro de apartheid en curso de construcción, sus intenciones están claras: tomar el control de más y más territorio palestino, cercando pueblos enteros y eventualmente la ciudad de Jerusalén.

Israel teme al Hamas porque es improbable que el Hamas pueda convertirse en un instrumento para subyugar su propio pueblo a Israel. De hecho, el voto por el Hamas fue un voto por la paz. Los palestinos ya tenían suficiente de los fracasos y de la corrupción de la época de Arafat. Según el anterior presidente de los EEUU, Jimmy Carter, cuyo Centro Carter supervisó la victoria electoral del Hamas, » los sondajes de opinión muestran que el 80% de los palestinos quieren la paz con Israel.

Qué ironía, si consideramos que la subida del Hamas es debida en buena parte al apoyo secreto de Israel, que con EEUU e Inglaterra querían que los islamitas zapen la influencia los árabes laicos y sus sueños «moderados» de paz. El Hamas rechazó jugar este juego maquiavélico y, a pesar de los asaltos de Israel, respetó el cese-al fuego por 18 meses. El ataque israelita contra la playa de Gaza era claramente un intento de sabotear el cese-al-fuego. Una táctica calculada al minuto. 

A partir de entonces, un terror de Estado bajo la forma de un sitio medieval será aplicado contra los débiles. Para los palestinos, una guerra contra sus niños no tiene nada nuevo. En 2004 un estudio sobre el terreno, publicado por The British Medical Journal, indicaba que, en el curso de cuatro años precedentes «dos tercios de 621 niños … asesinados ( por los israelitas) en los puntos de control … en los caminos a la escuela, en su terreno, fueron muertos por disparos de arma ligera, dirigidos por más de la mitad a la cabeza, el cuello, o el pecho –marca de un tirador de élite–. Un cuarto de niños palestinos de menos de cinco años están gravemente o crónicamente subalimentados».

El muro israelita apartará 97 clínicas y 11 hospitales de la población. El estudio describió: «un hombre que vive en un pueblo cercado, cerca de Qalqilya se acercó trayendo en sus brazos a su hija enferma de gravedad y suplicó a los soldados dejarlo pasar para llevarla al hospital. Los soldados se negaron».

En Gaza, desde entonces constituida en prisión al aire libre y aterrorizada por el pasaje de los aviones de combate israelitas, cerca de la mitad de la población tiene menos de 15 años. El doctor Khalid Dahlan, un psiquiatra que dirige un proyecto comunitario de cuidados para niños, me ha dicho,» la estadística que encuentro insostenible es que de los 99.4 % de los niños que hemos examinado que sufren de traumatismos, 9.2% han visto sus casas bombardeadas, 97,5% fueron expuestos a gases lacrimógenos, 96,6 % fueron testigos de disparos; un tercio vio a miembros de sus familias o a vecinos heridos o asesinados».

Estos niños sufren pesadillas incesantes y «terrores nocturnos» y sufren de dicotomía para gerenciar su propia situación. Por un lado sueñan ser médicos o enfermeros «para poder ayudar a los otros»; por otro lado, son invadidos por visiones apocalípticas de ellos mismos y se ven como la próxima generación de kamikazes. Es lo que sienten en cada ataque israelita. Para algunos varones, sus héroes no son jugadores de fútbol, sino una mezcla de mártires palestinos y de hasta enemigos «porque los soldados israelitas son los mas fuertes y tienen helicópteros Apache».

Castigar aun más a estos niños sobrepasa quizás el entendimiento, pero no carece de una cierta lógica. Desde hace años los palestinos logrann evitar la trampa de una guerra civil abierta, saben que eso es lo que Israel busca. La destrucción de su gobierno elegido, acompañado de una tentativa de crear una administración paralela alrededor del presidente Mahmoud Abbas, pudiera bien conducir, tal como lo formuló la universitaria de Oxford, Karma Nabulsi, a «una visión hobessiana de una sociedad anárquica, dirigida por milicias desesperadas, pandillas, ideólogos religiosos y que hubiera caído en el tribalismo étnico y religioso, con colaboradores cooptados. Miren a Irak hoy: es eso lo que Ariel Sharon ha previsto para nosotros».

El combate que tiene lugar en Palestina es una guerra estadounidense, conducida desde la mas poderosa base militar norteamericana en el extranjero: Israel. En occidente estamos acondicionados para no pensar «en el conflicto» israelí-palestino en esos términos, así como estamos acondicionados a ver a los israelitas como víctimas, y no como invasores ilegales y brutales.

Esto no quiere decir que hay que subestimar la brutalidad de las acciones del Estado de Israel, pero sin los F-16, y los Apaches y los millones de dólares de los contribuyentes de EEUU, haría ya bastante tiempo que Israel hubiera firmado la paz con los palestinos. Desde la segunda guerra mundial, los EEUU han dado a Israel 140 millones de dólares, una gran parte en armas. Según el Servicio de Investigaciones del Congreso, el mismo presupuesto debía incluir 28 millones de dólares para » ayudar a los niños palestinos a sobrellevar el conflicto en curso» y suministrar » una ayuda de urgencia». Esta ayuda fue objeto de veto.

La comparación con Iraq es sensata, ya que es la misma «política» que se lleva a cabo allá. La captura de Abu Musaib al Zarqawi fue un maravilloso suceso mediático: es lo que Hannah Arendt llamaba «la propaganda bajo forma de acción» con un poco de efectos sobre la realidad. Los norteamericanos y sus aliados tienen su demonio –y hasta un juego video para hacer explotar su casa–. La verdad es que Zarqawi fue en gran parte su propia creación. Su muerte aparente juega un rol importante en la propaganda, para desviar la atención de los occidentales del objetivo de transformar tanto a Iraq como a Palestina en sociedades impotentes basadas en un tribalismo étnico y religioso.

Los escuadrones de la muerte, formados y entrenados por los veteranos de las guerras «anti-subersivas» en América central, juegan un rol esencial. Los comandos especiales de la policía, una creación de la CIA dirigidos por antiguos altos dirigentes de los servicios de inteligencia del Baas de Saddam Hussein, son quizás los mas brutales.

La muerte de Zarqawi y los mitos sobre su verdadera importancia desvían también la atención de las masacres regularmente llevadas a cabo por tropas estadounidenses, como la de Haditha. Hasta el primer ministro fantoche Nouri al Maliki se quejó que el comportamiento asesino de los soldados «son cotidianos» . Como aprendí en Vietnam, los norteamericanos llevan sus guerras coloniales bajo la forma de asesinatos en serie, oficialmente calificadas de «victimas casuales».
Es lo que llamamos «pacificación» .

El paralelo entre un Iraq pacificado y una Palestina pacificada es evidente. Como en Palestina, la guerra en Iraq es una guerra contra los civiles, niños en su mayoría. Según la UNICEF, Iraq tenía entre los mejores indicadores de salud en lo que concierne los niños. En el presente, un cuarto de los niños de edad comprendida entre seis meses y cinco años sufren de subalimentación aguda o crónica, mucho más que cuando la época de las sanciones. Bajo la ocupación, la miseria y la enfermedad aumentan todos los días.

En el mes de abril, en Bassora, ocupada por la armada británica, la ONG europea Saving Children from War reveló: «La tasa de mortalidad de los niños menores ha aumentado 30% con respecto a la época de Saddam Hussein.»Mueren porque los hospitales no tienen ventiladores y el agua, que los británicos están cansados de haber reparado, está mas polucionada que nunca.

Los niños son victimas de las bombas de fragmentación lanzadas por los norteamericanos y por los británicos. Juegan en sitios polucionados por el uranio empobrecido. A modo de comparación debemos saber que los soldados británicos no se aventuran más que recubiertos con combinaciones anti-radiactivas, la cara cubierta y con guantes. Contrariamente a los niños que ellos vinieron «a liberar», los soldados británicos están sometidos a lo que el Ministerio de la Defensa llama «un test biológico completo».

¿Tenía razón Miller? ¿Será que nosotros nos «ocultamos» todo eso, u oímos voces lejanas?

Durante mi ultimo viaje a Palestina vi, saliendo de Gaza, el espectáculo de las banderas palestinas flotando al viento en el interior del muro. Son los niños. Nadie les dice que lo hagan. Fabrican mástiles con bastones que amarran juntos, y luego dos de ellos se encaraman sobre el muro y sostienen una bandera. Lo hacen porque creen que de este modo el mundo sabrá.

John Pilger
Periodista y documentalista australiano.

Traducido de una versión en francés por Mónica Chalbaud. Gentileza de Michel Collon  (www.michelcollon.info.

ESCRITORES CHILENOS Y LA GUERRA EN ORIENTE MEDIO

“El primer ministro israelí Ehud Olmert ha rechazado el canje de niños palestinos presos por el soldado israelí preso, lo calificó de chantaje y se ha dedicado a bombardear la flaca infraestructura que existe en Gaza […] Me hago personalmente responsable de lo que sucede en Gaza, no quiero que nadie duerma de noche en Gaza”, afirmó Olmert en una reunión de gabinete”.

(De un artículo del poeta argentino Juan Gelman)

Con creciente preocupación somos testigos de la reciente conflagración en el Oriente Medio con su secuela de violencia y dolor. Los rostros de hombres, mujeres y niños que desde su incredulidad cuestionan hasta sus cimientos los supuestos valores que orientan el quehacer político de un mundo globalizado, no son sino un desafío y una interrogante a la conciencia ética de la humanidad.

Qué decirles a esos niños palestinos e israelíes sobrevivientes cuyas infancias están siendo  trizadas sin remedio por el odio y la irreflexión.

Qué decirle a las familias de esos seres queridos  que han muerto y están muriendo y ya no volverán a casa, a pesar de todas las supuestas buenas intenciones.

Qué pensar cuando las resoluciones de los organismos internacionales, sólo son respetadas cuando benefician al más fuerte o influyente de los sujetos colectivos en disputa.

Pedimos y exigimos el respeto irrevocable a la vida en Medio Oriente y en todo el mundo. 

Invitamos a todos los que puedan colaborar en esta campaña por la vida y por la paz en el Medio Oriente a que den a conocer, en primer lugar, la verdad histórica de aquellos espacios en disputa y las resoluciones que la ONU ha emitido con respecto de ellos.

La Sociedad de Escritores de Chile tiene esperanza y aguarda un futuro de paz para palestinos e israelíes donde finalmente la voz de niños felices y sonrientes acalle para siempre el resonar de los fusiles y cañones.

Reynaldo Lacámara

Presidente Sociedad de Escritores de Chile.
Declaración publicada en Anaquel Austral, revista de cultura digital que dirige la escritora Virginia Vidal.
http://virginia vidal.com.

EL LÍBANO NO MORIRÁ

El Líbano no morirá porque sus hijos son patriotas, tienen amigos en todas partes. Sus enemigos, en cambio, usurpan un territorio que no les pertenece –luego de masacrar al pueblo que lo habitaba–, y se están quedando sin  amigos; sólo tienen algunos cómplices tan perversos como ellos, movidos por la avaricia, la cobardía y el odio… como ellos.

En su Biblia se jactan de las mismas atrocidades, supuestamente ordenadas por «su» dios Yavé –extraño dios criminal y genocida, a quien usan de pantalla–:

Y Josué derrotó a Amalec, y pasó a cuchillo su gente… Y el Señor (Yavé) dijo: Yo he de borrar de abajo del cielo la memoria de Amalec.
(Éxodo 16,13 y 14).

… De repente cayeron las murallas de Jericó (como lo había ordenado Yavé); y los israelitas se apoderaron de la ciudad, y pasaron a cuchillo a todos cuantos había en ella, hombres y mujeres, niños y viejos…
Maldito sea del Señor (Yavé) quien levantare y reedificare la ciudad de Jericó: muera su primogénito cuando eche los cimientos, y perezca el postrero de sus hijos cuando asiente las puertas. El Señor (Yavé), pues, estuvo con Josué

(Josué 6, 20  26). 

Y quizás lo más terrible: Cuando el Señor Dios (Yavé) tuyo te introdujere en la tierra que vas a poseer, y destruyere a tu vista muchas naciones, al heteo, y al gergeseo, y al amorreo, al cananeo (los cananeos son los antecesores directos de los libaneses, y en buena medida de los sirios y de los palestinos), y al fereceo y al heveo, y al jebuseo, siete naciones mucho más numerosas y robustas que tú, y te las entregare el Señor Dios (Yavé) tuyo, has de acabar con ellas sin dejar alma viviente.
No contraerás amistad con ellas ni les tendrás lástima. No emparentarás con las tales, dando tus hijas a sus hijos, ni tomando sus hijas para tus hijos…
…Derribad sus altares y haced pedazos sus estatuas, talad sus bosques profanos, quemad sus ídolos porque tú eres un pueblo consagrado al Señor Dios (Yavé) tuyo.

(Deuteronomio 7, 1 a 6).

No es extraño, pues, que las bombas del Estado-monstruo de Israel expulsen hoy a miles y miles de inocentes de Beirut, Tiro, Sidón, Baalbeck, Zahle, de la costa y de la montaña, de Jouhnie y de la Bekaa. Pero los exiliados  libaneses regresarán mañana a su tierra y reconstruirán lo que la brutalidad de los monstruos asesinos destruyó con ayuda de EEUU y el silencio vergonzoso de las naciones ricas y cobardes.

Los libaneses lamerán sus heridas, volverán  a parir hijos e hijas, que alumbrarán otros hijos e hijas, y el Líbano renacerá. Los usurpadores de Palestina, del Líbano y parte de Siria, en cambio, por más riquezas que rapiñen y más bombas  que acumulen, algún día tendrán que salir de las tierras invadidas.

¿Adónde irán ese día de justicia los hijos e hijas de Israel? ¿Quién querrá recibirlos? Les conviene meditar sobre ello antes de seguir apoyando a los monstruos. Los libaneses (igual que los palestinos y los sirios) siempre tendrán un hogar donde vivir con dignidad, en el Líbano o en Siria, en la Argentina o en Brasil, porque viven y sufren con  dignidad.

Por eso el Líbano no morirá.

Juan Gabriel Labaké
Abogado y dirigente político argentino.
jglabake@telered.com.ar

ISRAEL: NO EN SUS NOMBRES

Unas 3.000 personas participaron en la primera jornada de inquietud y protesta por la masacre del ejército en el sur de Líbano. Las manifestaciones ocurrieron en Tel Aviv. «No asesinaremos en nombre del sionismo» corearon los paraticipantes, algunoss de los cuales portaban banderas palestinas.
el Líbano.

Según la Agencia Judía de Noticias el número de personas fue de alrededor de 2.500 que se congregaron en Kikar Rabin en Tel Aviv para manifestarse contra las operaciones del Ejercito israelí contra el Hezbollah en el Líbano. Según la agencia, los participantes eran militantes o simpatizantes de izquierda y tamabién ciudadanos isralíes de origen árabe.

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