Cusco-Ayacucho: nuevo comienzo u otro final del sueño

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Puntualizó el anfitrión: «La integración sólo puede prosperar si viene acompañada por cohesión social», por cuanto la exclusión social «afecta a la democracia y altera el marco de la gobernabilidad». El presidente del Perú abría de manera oficial la competencia retórica que, otra vez, subrayó -en el siglo XXI- el pintoresco y agotado barroco americano.

Alejandro Toledo dijo una verdad; lo terrible es que su tarea de gobierno poco ha hecho para evitar esa exclusión en su país. No quedó atrás el primer mandatario venezolano. Refiriéndose a la trascendencia de la tercera reunión de presidentes suramericanos realizada en Cusco, Chávez recordó: «Un día como ayer, el Libertador estaba convocando a gobernantes de la América liberada a la unión porque ya Bolívar preveía las amenazas que venían sobre las repúblicas nacientes. Sobre la amenaza del imperio norteamericano, Bolívar fue el precursor del pensamiento antiimperialista».

Un poco más que anecdótico

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Ciento ochenta años son más que los 20 del tango, pero tampoco -al parecer- son algo. Y, de cualquier modo, Néstor no abandonó el pesado calor de Buenos Aires para asistir a la «cumbre». El gobierno chileno en todo caso, -sea por esa costumbre de huir hacia adelante o en busca de los escuálidos mercados de la región- regresó (pero ahora sólo como observador) al lugar que más pertenece Chile: a la Comunidad Andina.

Las relaciones entre la Argentina y Chile son tan buenas como las de cualquier matrimonio pre divorcista; han aprendido a perdonarse mutuamente deslices y pequeñas traiciones.

Sólo que fue detenido en la Argentina el comandante Salvador, presa que hace agua la boca de la derecha que asegura la gobernabilidad por consenso instaurada en 1991 (ver www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=640) y dada la situación interna local -indicios de erosión de la imagen presidencial, entre otras cosas- Buenos Aires probablemente eligió no charlar sobre un asunto que podría gatillar un endurecimiento de la oposición.

A su vez el gobierno chileno necesita contrarrestar el antídoto contra el sueño político decretado por la concertación de partidos en el gobierno: lo no dicho (pero sabido) del pacto que les permitió acceder a los atributos formales del poder. El caso Apablaza -comandante Salvador- era un asunto que, por más que fuere extraoficialmente, la delegación chilena hubiera podido plantear.

En efecto, con pocos días de diferencia hubo un cuasi despetar de la modorra en Chile debido al Informe Valech sobre la tortura, el lento abrirse paso hacia la ciudadanía del Contrainforme de las ex presas y presos torturados, con una extensa nómina de colaboradores, ejecutores, y quienes dieron las órdenes (ver: www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=630), y la muerte de siete obreros de la construcción en la muy elegante comuna Las Condes de la capital (ver: www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=630), seguida -mientras se dialogaba en Perú- por otros trabajadores accidentados, también por falta de control estatal sobre las empresas.

Por otra parte hay áreas competitivas en las economías argentina y brasileña que no han podido limarse para dar paso a un esquema de complementación. Los sectores privados más dinámicos de ambos países de hecho viven mamando, como corderos o becerros, de la teta fiscal y no están dispuestos a soltar el pezón. Además la «gran empresa» a ambos lados de la frontera es -parafraseando un verso de Nicolás Guillén- «socia asociada en sociedad» de alguna transnacional cuya amistad exige abundante lubricación. Las «relaciones carnales» no son entre Estados, son entre las corporaciones que determinan los gobiernos de esos Estados.

De todas maneras la ausencia del señor K fue oportunamente counicada y negociada con los demás gobiernos, incluido el del impredecible Mesa, que en su momento recibió , ay, demasiadas «solidaridades» en su empeño de una playa boliviana y que bien podría haberlo recordado en la mentada «cumbre».

Chávez, uno de los referentes futuros de la reunión, volvió a sorprender a la tribuna. Contuvo a la sinhueso y se dio maña para eso que se llamó diplomacia directa en tiempos del corrupto maese Nixon: volvió al diálogo público y públicamente cordial con su colega chileno: caminaron unas cinco cuadras desde el hotel, donde se alojaron -pero en cuartos separados-, hasta el Templo de Koricancha -el viejo templo del Sol-, donde se inauguraría la reunión.

La Comunidad y la comarca

Mientras en las exóticas tierras del principio de la civilización, lejos, a orillas del Éufrates, en Iraq, se desangra el sistema que mantiene viva la ficción civilizadora de Occidente, en la planicie de Ayacucho -tal vez- América del Sur dejó pasar el eco de otra clarinada histórica. Es difícil interpretar la reunión entre los primeros mandatarios que asistieron -y de los delegados de aquellos que no fueron de la partida- como un éxito.

Necesitaban abrir ventanas y puertas. Corrieron los visillos: quizá haya entrado un poco de luz. Algo es algo. ¿Quién podría negar que por esas alamedas entrevistas por Allende llegue, como una sorpresa, de veras el futuro a esta parte del mundo?

La Declaración de Cusco fue suscrita en la Iglesia de los Jesuitas de la ciudad por los presidentes de Venezuela, Guyana, Brasil, Chile, Surinam y Perú, y por los representantes de Colombia, Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia y Ecuador. Como las firmas son gratis, diría un cínico, viajeros de México y Panamá consideraron que el hermano mayor no se enojaría -o bien puede que los haya autorizado: muchos ojos ven menor que pocos- y agregaron sus respectivas rúbricas en calidad de observadores amistosos.

La Declaración cusqueña formalizó la creación del bloque integrador más importante de Latinoamérica, por delante de la Comunidad de países del Caribe (Caricom) y el Mercado Común Centroamericano, y con la Unión Europea como punto de referencia.

La flamante -todavía en la nebulosa, cierto- Comunidad Suramericana de Naciones (CSA) (sic) agrupa nos con 17 millones de kilómetros cuadrados, tal vez poo más de 360 millones de habitantes y un producto bruto interno anual cercano a los US$ 970 mil millones de dólares. La cosa no es tan bonita cuando tenemos presente cómo se reparte la torta (ver: www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=644)**.

fotoEduardo Duhalde, ex presiente provisional argentino y alto funcionario del MERCOSUR había hecho memoria un par de meses atrás: «La región (…) está circundada por dos océanos, tiene el 30% de las reservas de agua dulce del planeta -sin contar la Antártica, donde también hay intereses latinoamericanos- y 100 anos de reserva de petróleo y gas, grandes bosques, caudalosos ríos y es la mayor productora de alimentos del mundo».

Poesía pura. Los índices de desertificación son enormes y gran parte de la riqueza que pudiera desprenderse de su biodiversidad se patenta a ritmo acelerado por los «patrones»: laboratorios cuya procedencia no vale la pena mencionar.

Toledo indirectamente le recordó, trizando el panorama bucólico, los casi US$ 400.000 millones de deuda externa. «Inmoral, incobrable e impagable», según Fidel Castro.

De hecho hay dos economías latinoamericanas que empujan el carro de la unión: Brasil y México, casualmente las que cuentan con mayor población y mayor desarrollo relativo. México aun está muy lejos -y debe resolver los problemas que le plantea ser el ratón de la jaula habitada por un depredador hambriento: EEUU- que amenaza con continuar lo que el «destino manifiesto» indicara en primera mitad del siglo XIX: convertirlo en una factoría con terreno para la agricultura y un subsuelo rico en ya sabemos qué. Tambien en un buen resort para jubilados, estudiantes aventureros y millonarios en busca de soledad.

Uno de los fenómenos que marcó la tercera reunión de gobernantes en Cusco y Ayacucho fue la presencia -en discreto segundo plano, cierto, pero destacable- de los gobiernos de Surinam y Guyana: subdesarrolladas aun en el subdesarrollo, pero ajenos al tradicional discurso del continente y en búsqueda, desde que lograron su autonomía de un lugar en América del Sur. Ni Surinam ni Guyana hablan castellano; tampoco son católicos ni sus elites se las dan de blancas.

En los hechos esta Comunidad que alguna vez será no es más que un intento de articular conjuntamente a la Comunidad Andina de Naciones -Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela- y al MERCOSUR -Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay- con su asociado Chile.

Chile es un país andino-patagónico-marino. Como país andino comparte raíces étnicas y culturales con Bolivia, Perú y el noroeste argentino -que la mayor parte de su «intelligentzia» niega- y en tanto país patagónico no es viable sin integrarse con la Argentina. La frontera argentino-chilena es una larga y accidentada historia de parentescos que, en espacial en las regiones sureñas y concretamente en las australes, poco significa para sus habitantes.

Su calidad de país marino está en proceso de reivindicación desde que en el siglo XVIII la metrópoli colonial determinó, por razones económicas y estratégico-militares, que desarrollara a lo largo del valle central y no bordeando la costa, y en la primera mitad del XIX la armada española liquidara su incipiente flota comercial. Precisamente su cualidad de país oceánico con fácil comunicación con las provincias patagónicas argentinas y también la existencia de rutas terrestres con el norte de ese país y Bolivia -lo que significa con Paraguay y el sur de Brasil- lo convierten en un verdadero muelle para el comercio entre el MERCOSUR y Asia.

La que merodea en el umbral

No es por azar que la agencia internacional de noticias que mejor cubrió el encuentro en Perú fue Xinhua. Pensando tal vez en el inevitable declinar de EEUU, la agencia china afirmó: «Sus dirigentes políticos (suramericanos), acaso con cautela, planifican la  integración física y política sin incidir en metas comerciales, aun  cuando es un hecho la fusión de la Comunidad Andina de Naciones  y del Mercado Común del Sur…

«En el aspecto político, la apreciación general de los jefes de Estado sobre la CSN es contar con una herramienta y un espacio  funcional para promover el diálogo interno y consensuar posiciones  frente a otras regiones o naciones con una imagen cohesionada y  firme. 

«Asimismo, la integración suramericana tiene como otra herramienta  de fortalecimiento y vertebración la Iniciativa Integracional de  Infraestructura Regional de América del Sur (IIRSA) en marcha desde  2000, que ha identificado proyectos viales, energéticos y de otro  tipo que se pondrán en marcha entre 2005 y 2010».

Xinhua no se detiene aquí. En un ejercicio que no cabe sino considerar como inteligente y no apto para TV, sostiene:

«Los presidentes de la región han coincidido en la integración, como instó Hugo Chávez de Venezuela, de modo que «dentro de 20 años, a punta de esfuerzo sostenido, debemos construir la verdadera unidad  de América Latina» con un «nuevo rumbo para los pueblos de la  América del Sur» y «ese nuevo rumbo es la integración del pueblo».

Y con vieja sabiduría agrega: «Entre las aspiraciones similares figuran la lucha contra el  hambre y la pobreza que alcanzan al 53 por ciento de la población de  la CSN, la gobernabilidad democrática, la tecnología, el tráfico de  drogas, la corrupción y la salvaguardia del ambiente».

El tres de diciembre el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva llamó a América Latina a profundizar su integración para ser una »poderosa fuerza de presión», y afirmó que la creación de la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN) concreta el sueño del libertador Simón Bolívar.

Ante la reunión en Cusco, dijo Lula, »Hoy podemos decir que el sueño de Simón Bolívar, en el siglo XXI, se llama Comunidad Suramericana de Naciones. No es más un sueño de un héroe, es la realidad de una era.

Fue la voz de un estadista.

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* Informes e investigación de Magalí Sylveira y Alejandro Tesa.

Notas relacionadas

– Aprehensión de Sergio Apablaza:
www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=640

– Contrainforme de las víctimas:
www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=642

Información general:
www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=40

www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=551

www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=525

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