Daniel Jadue y Gabriel Boric dirimirán las primarias presidenciales de la izquierda chilena

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Daniel Jadue, del Partido Comunista y Gabriel Boric, de Convergencia Social, se enfrentarán en la primaria opositora que se efectuará el 18 de julio, para dirimir quién será el candidato común de la izquierda para las elecciones presidenciales del 21 de noviembre.

El Frente Amplio y el Partido Comunista ya habían confirmado su opción de ir juntos, sin embargo estaban dispuestos a abrirse al Partido Socialista, que a último minuto aunó fuerzas con Nuevo Trato, el Partido Liberal y el Partido por la Democracia (PPD), logrando bajar las candidaturas del diputado Pablo Vidal y Heraldo Muñoz, para alinearse tras la abanderada socialista Paula Narváez.

Convergencia Social, Acción Humanista, Fuerza Común, el partido Comunes e incluso el Partido Comunista condicionaron la unidad a la exclusión de los eventuales nuevos aliados del Partido Socialista.

Jadue, alcalde reelecto este fin de semana por la comuna santiagueña de Recoleta, ha liderado hace dos años las encuestas gracias a un discurso bien articulado, centrado en lo social y los precios justos, implementando farmacias, ópticas e inmobiliarias populares. Arquitecto, con gran preparación territorial, autodeclarado feminista y laico, y de origen palestino, su figura es posiblemente el mayor liderazgo surgido en la izquierda chilena de la última década.

Boric es uno de los rostros del Frente Amplio, conglomerado de partidos surgidos tras las grandes movilizaciones estudiantiles de 2011. De gran liderazgo generacional, preparado intelectualmente, contradictorio a ratos (había señalado insistentemente que no sería candidato), fue uno de los líderes del Acuerdo por la Paz de noviembre de 2019 que, tras un mes del “Estallido Social” decretó el inicio del proceso constituyente.

Aunque también para muchos, esto salvó al presidente Sebastián Piñera de una eventual destitución. De hecho, el mismo PC se restó del proceso.https://www.elclarin.cl/wp-content/uploads/2020/06/jadue-mascara.jpg

“Finalmente se ha consolidado la única alianza que era posible, la alianza con la ciudadanía y el pueblo de Chile (…) El fin de semana pasado, la ciudadanía habló clara y concretamente, tal como lo hizo el 18 de octubre de 2019 y el 25 de octubre de 2020. Se debe construir una alianza que sea capaz de cambiar el modelo socioeconómico”, dijo Jadue tras la ruptura con el PPD, la DC y el Partido Socialista.

Asimismo emplazó al presidente Piñera a “liberar a todos los presos de la revuelta. Ésta no es una convicción que hayamos tenido después del domingo en la noche (…) No se puede construir un país democrático cuando se mantiene encarcelados a jóvenes por pensar distinto, sin pruebas para condenarlos”.

Además, anunció que la bancada de diputados del Partido Comunista ingresará un proyecto de ley para que “los independientes puedan competir en igualdad de condiciones con los partidos políticos, que este fin de semana sufrieron una derrota aplastante”.

El centro y la derecha sin internas

Ni el PPD ni el PS, como tampoco la Democracia Cristiana, inscribieron candidatos en las primarias legales. En medio de gran desorden donde ponían y bajaban candidatos y candidatas, los nombres iban y venían para, finalmente, terminar en nada. Ximena Rincón, Yasna Provoste, Heraldo Muñoz ni Paula Narváez irán a primarias.

Una figura simbólica del socialismo como José Miguel Insulza, ex secretario general de la OEA, llegó a decir meses atrás que votaría por el pinochetista  Joaquín Lavín antes que por Jadue, porque el primero sería democrático y el segundo no. Pero luego de su debacle en la reciente elección, el PPD decidió declinar su candidatura en favor de la socialista Narváez, mientras la DC entró en una crisis profunda por su muy mal resultado que la deja prácticamente fuera del desafío de redactar una nueva Constitución.

Lo que no se podía aceptar era seguir con el juego del maridaje con los intereses oligárquicos que bloquean las transformaciones que el país necesita con urgencia, bloqueo que puede terminar en un país incendiado por los cuatro costados. Es lo que la dirigencia del PS no quiso entender, lo que la llevó a frustrar el inicio de un nuevo proceso político, señala Gonzalo Martner en El Clarín.

Joaquín Lavín (Unión Demócrata Independiente, de origen pinochetista), reelecto el fin de semana como alcalde de la pudiente comuna de Las Condes, emerge como la gran carta derechista. Las primarias del oficialismo, partidos agrupados bajo el nombre de Chile Vamos, incluirán al exministro de Hacienda Ignacio Briones de Evolución Política (Evopoli), el exministro de Defensa Mario Desbordes (Renovación Nacional) y el ex ministro del Interior  Sebastián Sichel (independiente).

Por otro lado, el ultraderechista José Antonio Kast (Partido Republicano) ha confirmado su candidatura presidencial, pero no participará en las primarias.

Las señales despejaban el camino: precandidatos como Pablo Vidal (Nuevo Trato) y el experimentado Heraldo Muñoz (Partido Por la Democracia, PPD) depusieron sus candidaturas para favorecer a Paula Narváez (PS), exministra de los dos gobiernos de Michelle Bachelet y que hasta hace unos meses trabajaba con ella en la ONU, siendo apoyada explícitamente por la expresidenta.

La otrora poderosa Democracia Cristiana experimentaba un terremoto tras la renuncia de su presidente Fuad Chahín y la bajada de la candidatura de la senadora y exministra de Bachelet, Ximena Rincón, tras la derrota en la megalección del fin de semana pasado, donde independientes de izquierda, el Frente Amplio y el Partido Comunista resultaron los grandes ganadores de alcaldías, gobernadores regionales y convencionales constituyentes.

Algo más delicado fue la “filtración” de un audio, donde Ximena Rincón denunciaba que Heraldo Muñoz, junto al presidente del PS Álvaro Elizalde, no irían a una primaria si ella seguía siendo candidata. “Eso se llama veto y bullying. Luego ni conversan con mi partido (DC) y hacen el intento de ir con el PC y el FA y ahora van corriendo a la DC (…). Estamos perdiendo dignidad”, dijo la precandidata.

También se supo que se le pidió a la actual presidenta del senado y la figura mejor posicionada del partido, Yasna Provoste para candidatearse a lo que ella respondió, en su clásico estilo que “siempre ha estado disponible por el bien del partido y de Chile a enfrentar desafíos”.

De acuerdo a analistas, el plan del PS era alejarse del centrismo de la DC, tras 30 años de alianza, y acercarse a la izquierda “ganadora” de las megalecciones del anterior sábado y domingo, condicionando su apoyo a cupos para senadores y diputados de ese partido y del PPD.

La telenovela  no terminó: el cierre de inscripciones para las presidenciales será el 24 de agosto y aún se esperan sorpresas.

 

* Periodista chilena, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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