DEPREDACIÓN: LA GUERRA FINAL Y SIN CUARTEL
El llamado Cono Sur de América guarda –todavía– gran diversidad de flora y fauna, recursos hídricos fenomenales, riquezas mineras cuyo catastro parece interminable y conserva la posibilidad de mantener la vida en sus dos océanos.
Sólo que la amenaza
–los necromantes, la fuerza oscura, la «globalización», el imperio, póngale nombre a su gusto–
que se cierne para acabar con todo ello es real. El concepto desarrollo sustentable debe entenderse como sobrevivencia posible. Cada lata o frasco de krill en las góndolas de los supermercados significa hambre para una ballena y otras especies que medraron por edades en el sur del mundo,
y tal vez por ello, para que no sufran, abnegados marinos japoneses –pero también otros– desafían esas aguas heladas para cazarlas y evitar su sufrimiento… Razones parecidas –la bondad humana– obligan a matar focas con palos y a balazos en Canadá y Noruega; de paso se genera un raro turismo necrófago.
En aguas cálidas el tiburón –antiguo, útil, necesario en los mares– nada entre su ocaso y la desaparición de sus especies; no importa, una sopa de aletas pone en marcha la maquinaria de las gónadas
–de todos modos «sabemos» que son sanguinarios y feroces–;
y si el atún del norte se convierte en rareza y se habla de criar merluza en el sur y otros cardúmenes han disminuido hasta en un 90 por ciento. ¿alguien echará de menos a los escualos, a las tortugas de carey, al panzudo mero?
Sí, quienes se alimentan de ellos; el animal humano por ejemplo. Lo que tampoco tiene mucha importancia; las mayores superficies cultivables se ocupan para ganado, o en plantíos de forraje para ganado, que bien mezclados esos productos con los restos de los animales «beneficiados» pueden generar a las preciosas vacas locas. Aunque no se requiere ingerir vacas locas para morir tras comer hamburguesas
¿o no, Macdonald?
No importa, la dama podrá usar una cartera de piel de foca –bebé– y el ambicioso ejecutivo irá al trabajo con un buen vaso de «leche» de soja transgénica cada mañana.
Pero las cosas por cierto se ponen peores. El hermoso río Uruguay, que al al final de un largo, larguísimo camino forma uno de los deltas más ricos y hermosos del planeta –delta cuyas aguas vuelven a unirse para dar origen al Río de la Plata– albergará dos preciosamente contaminantes plantas de celulosa
¡adiós islas del Tigre!
made in España y Finlandia «para el progreso de la región». Los peces que sobrevivieron a la construcción de la represa de Yacyretá no lo saben, pero han comenzado a nadar un futuro semejante al de sus lejanos primos tiburones y atunes.
Las plantas mencionadas necesitarán madera que procesar. Árboles, o sea. Ya se plantaron los pinos. Los pinos –una especie exótica, conviene recordarlo– consumen demasiada agua, agreden a especies vernáculas, acidifican el terreno, y no favorecen a la fauna autóctona. No importa, la celulosa es buen negocio y América del Sur es grande.
Esas plantas de celulosa son uno de los peligros inmediatos en esta parte del mundo; en Chile una hermana de las uruguayas mostró sus bondades al hacer cisco un santuario de animales. La paró el pueblo
–perdón, la gente lugareña,–
pero por fortuna pronto espera continuar su labor benéfica en las playas de la región.
Bien por la industrialización. São Paulo, la capital industrial de América del Sur, área industrializada básicamente por los europeos, que movieron a Brasil sus tecnologías insostenibles en Europa –¿recuerdan las «lluvias ácidas» y las cartas e informes del Club de Roma de hace alrededor de 40 años?–. Hoy Brasil está entre la docena de economías de primer plano y São Paulo tiene una gran notoriedad
por la delincuencia incontrolable, la aventura de la corrupción, un gustito de sexoturismo y esos nacimientos de niños deformes que saben tan bien adornar la sección «rarezas», las páginas científicas y el sensacionalismo hipócrita de la prensa seria.
Ciudad Juárez, en el norte fronterizo mexicano y El Salvador, y Centroamérica en general, van camino a industrializarse de la rara manera imperante en el área; se llama «maquilanización». La maquilanización se caracteriza por el ensamblado –armado– de componentes electrónicos, a veces la costura de prendas de vestir, en cuyo caso se denominan las maquilas «industria textil»), el aumento brutal de los índices de criminalidad, léase: narco-comercio, prostitución, asesinatos.
Se espera que cuando el Plan Puebla-Panamá corra como la carretera que será su eje haya también una «agroindustria»
¡viva Monsanto!
y esos –para usar la expresión mexicana– chingaos zapatistas se integren o mueran; mejor integrados muertos que rebeldes vivos. En fin, hay otros asuntos «industrializables»: una poca de hidrocarburos y una mucha de agua, ese bien que más temprano que tarde será tan valioso como platino.
Nada detiene a la globalización. Por eso fue posible que Forbes haya dedicado enero a asuntos de importancia absolutamente inmediata.
Bajo el epígrafe común The Business Of Space (El negocio del espacio), por ejemplo, la revista publica, de Leah Hoffmann, un artículo sólo para «entrepeneurs» tecno: Psst…Wanna Buy A Star? (Psst… ¿Quiere comprar una estrella?), en el que además de advertir que los viajes a Luna y Venus todavía tardarán un poco, queda en claro que el asunto comienza a interesar al menos a algunos empresarios.
Galactic Gold Mine? (¿Mina de oro galáctica?) de la misma autora explora, por su parte, la posible aventura minera más allá de la atmósfera terrestre. Sólo el asteroide Eros –aprendemos– dispone de metales por un valor superior a US$ 20.000 millones de millones a precios actuales del mercado.
Los artículos, de suyo interesantes, se encuentran en www.forbes.com
Debajo de la mesa del banquete, pero naturalmente a punto para recibir en el cráneo la legendaria espada de Damocles –ya cayó sobre los pueblos africanos– están los países de América Latina. Pascua Lama, en la frontera argentina-chilena es un buen ejemplo. Veamos qué se dice al respecto.
(* Informes de Magalí Silveyra y Gonzalo Tarrués).
Primero un artículo de la ingeniera ambiental de la organización Océana, capítulo de América de Sur y Antártica, Antonia Fortt, recientemente publicado en el diario chileno Tribuna del Bío Bío.
2006: AÑO CLAVE DE PASCUA LAMA
El 2005 resultó ser un año de complicados análisis y negociaciones para la compañía minera Barrick Gold. br>
No sólo las organizaciones sociales y ambientales se han opuesto a su proyecto Pascua Lama en Vallenar, sino que la autoridad ambiental una y otra vez ha puesto en aprietos a quienes se encuentran desarrollando el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la minera.
Pero para este año se avecina la etapa más dura en el trámite de aprobación de este proyecto. A comienzos de 2006, la Comisión Nacional del Medio Ambiente entregó nuevas observaciones al EIA de Pascua Lama.
Como primera conclusión se desprende del informe que Barrick aún quiere reírse de los chilenos, no sólo sigue sin considerar el impacto sobre los glaciares en una de las zonas más áridas del mundo, sino que no incluye a comunidades de pueblos originarios diaguitas, no resuelve el transporte de gigantescos camiones que circularán por tierras agrícolas y se olvida seriamente de la fragilidad del ecosistema de una zona donde glaciares, flora y fauna viven en equilibrio.
Sorprenden las palabras del vicepresidente de Comunicaciones Corporativas de Barrick Gold, Vince Borg, quien declaró que el proyecto se realizará de todas formas pasado el invierno de este año.
La minera aún no ha cumplido con un requisito fundamental: el permiso ambiental. Para ello, necesita que su EIA sea aprobado por la autoridad ambiental, que ha dado muestras de insatisfacción frente a las respuestas de la minera a sus requerimientos.
¿Sucederá lo mismo que ocurre con todos los grandes proyectos de inversión? Es decir ¿aún cuando los técnicos competentes en los diferentes temas sociales y ambientales de la COREMA no estén del todo conformes con un proyecto, el proyecto será aprobado por el consejo de ministros echando por la borda el trabajo de expertos? Esa respuesta está pronta a ser definida.
No esperaremos con brazos cruzados a que Pascua Lama florezca en el valle del Huasco, este insano proyecto debe concluir ahora, que no pase agosto.
Un segundo artículo fue distribuido por la agencia de informaciones IPS, pertenece a su corresponsal Stephen Leahy y su texto es el siguiente:
MINERA CANADIENSE VA CON TODO POR GLACIAR
El polémico y multimillonario proyecto aurífero Pascua Lama, en la frontera entre Chile y Argentina, que requiere eliminar glaciares de montaña, puede comenzar a construirse este año pese a una fuerte oposición ambientalista.
Pascua-Lama es una de las fuentes de oro sin explotar más grandes del mundo, con potencial para producir 17,5 millones de onzas.
Toronto, Canadá, enero (Tierramérica). La canadiense Barrick Gold Corporation posee la concesión minera para Pascua-Lama y para 3.000 kilómetros cuadrados de la región circundante. La compañía, que hace poco se convirtió en la mayor productora de oro del mundo, tiene planificado iniciar la construcción del proyecto de US$ 1.500 millones este año, pese a la protesta pública dentro y fuera de Chile.
«Esperamos completar el proceso de habilitación y proceder con nuestro actual calendario», dijo a Tierramérica Vincent Borg, vicepresidente de Comunicaciones Corporativas en Barrick. Ese calendario significa que la construcción comenzaría en septiembre de este año, empezando a producir en 2009, según informes previos.
Barrick revisó su plan del proyecto y necesitará mover sólo alrededor de la mitad del hielo del glaciar originalmente previsto, dijo Borg. «Los glaciares o reservas de hielo impactados representan apenas 0,4 por ciento del agua que fluye hacia el valle», afirmó.
El vocero dijo no tener comentarios sobre las declaraciones de recién electa presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien ha asegurado que protegerá los glaciares y prohibirá su remoción o destrucción.
«Es simplemente loco pensar que esos glaciares pueden ser removidos y que no habrá ningún impacto», opinó Jamie Kneen, de la organización no gubernamental (ONG) Alerta Minera Canadá. «Los glaciares ya han sido dañados por las carreteras de exploración y las perforaciones de prueba de Barrick «, dijo Kneen a Tierramérica.
Pascua-Lama está ubicado a 4.600 metros de altura y se extiende a ambos lados de la frontera argentino-chilena, con 80 por ciento en Chile. El sitio para la enorme mina a cielo abierto está actualmente bajo tres glaciares conocidos como Toro 1, Toro 2 y Esperanza.
Estos alimentan al valle de Huasco, 660 kilómetros al norte de Santiago, suministrando agua para la irrigación a unos 70.000 pequeños agricultores. Barrick originalmente planeaba excavar y hacer volar unos 300.000 metros cúbicos de hielo en una superficie de 20 hectáreas de los glaciares. Para mitigar el impacto ecológico e impedir que el hielo se derrita, éste sería trasladado para crear un nuevo glaciar más grande cerca de allí.
La remoción de los glaciares «dañará sobre todo los suministros de agua de los valles de Huasco en Chile y de Jachal en Argentina», dijo Raúl Montenegro, director de la ONG argentina Fundación para la Defensa del Ambiente. Según Montenegro, el daño ambiental fue evidente en otro proyecto de Barrick, que ya eliminó capas de hielo: Veladero. Al sur de Pascua-Lama en Argentina, la mina se calcula que posee 12,8 millones de onzas de oro.
Aunque Pascua-Lama se extenderá 80 por ciento en Chile, «el impacto ambiental más serio tendrá lugar en Argentina, dado que allí estará el vertedero de desechos», dijo Montenegro.
En territorio argentino se construirá una porción más pequeña de la mina a cielo abierto, junto con un vertedero de rocas residuales, una planta procesadora, un estanque de desechos, el campamento de construcción y el de operación para unas 5.500 personas.
Cianuro. En Pascua-Lama, millones de toneladas de mineral de oro serán procesadas usando una solución de cianuro para recuperar el oro y el metal. El mineral de oro residual y el agua contaminada con cianuro tendrán que ser almacenados en estanques o detrás de diques.
Las rupturas en los estanques representan 75 por ciento de los cientos de accidentes ambientales que involucraron a minas de oro en las últimas tres décadas, según Earthworks, una ONG con sede en Estados Unidos.
La región de Pascua-Lama también es propensa a los terremotos y temblores, señaló Kneen. «La oposición pública a esto es enorme en Chile, la mayor desde las protestas de 1973 (contra el dictador Augusto Pinochet)», afirmó.
«La mayoría de las minas de oro no ven este nivel de oposición pública», coincidió Jason Goulden, director de exploración corporativa en Metals Economics Group, una empresa líder en el mundo dedicada a la información y consultoría sobre minerales, con sede en la oriental ciudad canadiense de Halifax.
Goulden reconoció que las minas de oro siempre tienen un impacto sobre el ambiente, pero el enorme tamaño de la reserva de oro y la capacidad de extraer el mineral a bajo costo significa que probablemente será una operación económicamente «muy beneficiosa».
El precio del oro subió a su nivel más alto en 25 años, a 560 dólares la onza. La demanda de oro seguirá siendo elevada en el futuro, debido a la sed de joyas de oro de India –un país en pleno auge económico– y a la expectativa de que los bancos centrales de China y Rusia se distancien de la compra de dólares y se muestren interesados en el oro para sus reservas. «Pascua-Lama es un proyecto importante para Barrick, porque producirá mucho dinero», comentó.
www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=36417).
(Con aporte de Marcela Valente (Argentina). Este artículo fue publicado originalmente el 21 de enero por la red latinoamericana de Tierramérica).
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Piel de Leopardo ha publicado una decena de artículos y columnas que tocan el asunto Pascua Lama; recomendamos leer El escándalo de la mina que mata, de marzo de 2005, del experto mexicano Hiram Ávila Toledo ( (www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=914).