Desafíos del nuevo gobierno del FMLN en El Salvador

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La madrugada del 13 de marzo el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador hizo públicos los datos oficiales de la segunda vuelta del domingo 9 de marzo. Con el  50.11 % de los votos se alzó con la victoria el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). Su candidato, ahora presidente electo,  el profesor Salvador Sánchez Cerén, quien prestará juramento el 1ro de junio para el periodo 2014-2019, será 11vo  presidente desde inicios de los años setenta cuando estalló en El Salvador una guerra interna que duró  más de 20 años y que tuvo al FMLN como uno de los principales actores.

La firma del Gobierno y el FMLN de los Acuerdos de Paz de Chapultepec en1992 en México, el fin de la guerra  y la reconversión de la guerrilla en partido político,  dieron un espaldarazo decisivo a la paz y democracia de toda la región centroamericana.

Voto mayoritario con claro contenido ideológico

La elección  de un jefe guerrillero a la Presidencia  de la República constituye uno de los hechos significativos de estos comicios, enfatiza el sociólogo suizo Gerald Fioretta. “Es la expresión de un voto de gran contenido ideológico. Más de la mitad de la ciudadanía optó directamente por el FMLN”, enfatiza.

Co-responsable de la Asociación de Solidaridad Nicaragua-El Salvador de Ginebra, Fioretta hizo parte en febrero pasado de una misión suiza de observación electoral y ha visitado en repetidas ocasiones ese país centroamericano.

El triunfo del FMLN por apenas un 0.22% de diferencia de votos con respecto a ARENA “puede tener una repercusión política en el futuro gobierno que deberá implementar su programa en consenso con la oposición”, explica Gerald Fioretta.

Quien no esconde la importancia de todo el proceso de este último año en el debate de contenidos y visiones de país. “Se puede afirmar que  la campaña electoral del FMLN y las elecciones en sí mismas han constituido, como lo señalan periodistas y analistas de esa región,  una gigantesca escuela de pedagogía si se tiene en cuenta la intensa participación social. Por lo tanto hablamos de una real victoria ciudadana”, enfatiza Fioretta. Mirar al futuro del nuevo Gobierno implica también “reconocer el paso adelante que significaron la campaña del FMLN y  las dos vueltas electorales en el reforzamiento de la democracia salvadoreña. Tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) como numerosas misiones de observación electoral reconocieron la transparencia del proceso”.

El resultado aunque ajustado, complementa Romeo Rey, ex – corresponsal en Latinoamérica durante 25 años del prestigioso periódico helvético Tages Anzeiger , “representa un certificado de madurez política extendido por la mayoría del electorado salvadoreño. Durante cinco años el FMLN acompañó un presidente que era su aliado (ndr: Mauricio Funes), cuya independencia política fue evidente. Ahora se pronuncia por un candidato que encarna la propia historia del partido”.

Para  Romeo Rey, más allá del significado político de estos comicios, hay que empezar inmediatamente a pensar en la gestión, en ejercer el gobierno, en aplicar el Programa electoral. Los grandes desafíos se centrarán particularmente en la esfera de su programa económico y de la seguridad ciudadana, temas que siguen impactando a la población y que constituyen su principal preocupación diaria.

A gobernar…el salvador afiche romero

Si bien el periodo de Funes estuvo marcado por la “clara reorientación social que lo diferenció de gobiernos anteriores”, el reto principal a partir del próximo 1ero de junio “serán la reformas estructurales más urgentes que exige la realidad salvadoreña para profundizar la justicia social”, anticipa Rey.

Fundamentalmente en el terreno económico, “donde se han hecho hasta ahora concesiones a los sectores más poderosos del país y a muchas empresas trasnacionales”, argumenta el autor de “La Riqueza Depredada”, “Bajo el signo del Che” y “Solidarity”, tres libros de referencia para interpretar la actual dinámica  latinoamericana.

La creación de empleo y la reducción del costo de la vida constituyen los dos primeros ejes –sobre la base de diez- del Programa de Gobierno efemelinista  “El Salvador adelante”, explica Romeo Rey.  En tanto los tres objetivos principales del mismo son: reforzar la política social en ejecución –especialmente salud y educación-; consolidar el Estado y la participación ciudadana y acelerar la integración regional en la perspectiva de crear una Unión Centroamericana.

Tal como lo reconoce el FMLN  la resolución del desempleo, de la injusticia y de la vulnerabilidad de extensos sectores sociales siguen siendo la preocupación esencial de la población. Para brindar respuestas certeras a esas demandas será necesario  elevar las tasas de crecimiento y mejorar la calidad del mismo.

Según su programa, complementa Gerald Fioretta, el  FMLN apuesta a incrementar la producción industrial, agropecuaria,  desarrollar el turismo y, bajar el costo de la energía. Promover las exportaciones y desarrollar una economía popular y solidaria como base de creación de nuevos puestos de empleo.

Muchas de esas medidas exigen, sin embargo, movilizar al conjunto de la nación. El resultado ajustado de la segunda vuelta puede anticipar, sugiere Gerald Fioretta, que el FMLN deba hacer concesiones para lograr consensos básicos de gobernabilidad, especialmente por no contar con la mayoría legislativa.

Y por eso, en el terreno político, “las próximas elecciones legislativas y municipales  de marzo del 2015, constituyen un reto principal para todas las fuerzas políticas. Los partidos de oposición para evitar de perder la mayoría, y el Frente Farabundo Martí, intentando avanzar hacia esa mayoría que le facilitaría implementar a partir del 2015 reformas más profundas”, explica.

Contexto latinoamericano

el salvador fmlnLas posibilidades de avances en El Salvador, en particular, y en Centroamérica, en general, “deben ser analizadas en el marco de lo que vive todo el continente latinoamericano”, reflexiona Romeo Rey.

En los últimos años la coyuntura económica internacional fue favorable, “dado que las materias primas tuvieron precios tendencialmente favorables”. Sin embargo, esta coyuntura no va a durar eternamente”, sostiene.

Y por eso, El Salvador deberá  implementar reformas más de fondo. Lo que implicaría en lo económico, “controlar el presupuesto, aumentar los impuestos a los que tienen más recursos y una política de gastos cautelosa. Lo que podría confrontar a un dilema central al nuevo ejecutivo: avanzar con medidas económicas de fondo en un país polarizado electoralmente.

Por otra parte: ¿logrará comprender el 50.11% de la población que le dio su voto al FMLN una política de Gobierno de paso a paso y sin giros radicales a pesar de la gran deuda social que pesa sobre el país?

Sus votantes van a  entender que no puede conseguir todas las mejoras esperadas a la vez. Pero esperan respuestas inmediatas a nivel de empleo y carestía de vida y, además, del control de la inseguridad ciudadana”, argumenta.

Es importante además ser claros en la ejemplaridad de la gestión. Sin una lucha consecuente e incansable contra la corrupción, no se va poder llegar a buen puerto. Eso es lo que nos enseñan algunos de los procesos latinoamericanos progresistas actuales”, concluye Rey.

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1 comentario
  1. Querido compañero Sergio, saludos.

    Te leo muy a menudo y casi siempre coincido contigo en tus análisis y puntos de vista. En esta ocasión, sobre el artículo de El Salvador titulado “Desafíos del nuevo gobierno de El Salvador”, quisiera hacerte algunos comentarios, aún teniendo en cuenta que no todo lo que mencionas corresponde a tu opinión o tu análisis, sino que se refieren a otras personas también cercanas a la política salvadoreña.

    Verás, yo llevo trabajando en El Salvador desde 1994, poquito después de los Acuerdos de Paz, y desde entonces todos los años viajo allá, y he entablado gran amistad con muchísima gente de todo tipo en el país. Recientemente estuve 6 meses, coincidiendo plenamente con la campaña electoral, y trabajando, codo con codo con el FMLN en representación de mi partido en España.

    Me permito, pues, hacer algunas observaciones, que considero útiles.
    Primero, que no estoy tan de acuerdo con la afirmación de que los Acuerdos de Paz de Chapultepec dieran un espaldarazo tan decisivo para conformar una paz y una democracia en toda la región. Excepto por la cuestión de la enorme represión de las anteriores dictaduras, la mayoría de los derechos sociales y económicos, y la situación general de desigualdad y pobreza que vive la gran mayoría de la población, siguen siendo parte de los motivos que provocaron aquellos conflictos. Especialmente en los casos de Honduras y Guatemala, pero también en Nicaragua y El Salvador (aunque, ciertamente, se están produciendo avances significativos en política social en estos dos países).

    No coincido con la afirmación de Gerald Fioretta, de que el resultado de estas elecciones “es la expresión de un voto de gran contenido ideológico” porque “más de la mitad de la ciudadanía optó directamente por el FMLN”. En la primera vuelta la abstención fue del 45%, y en la segunda vuelta del 40%. Es una abstención realmente muy elevada. Si hablamos en términos de la ciudadanía, o al menos del censo electoral, el FMLN obtuvo el 30,18%, mientras que ARENA obtuvo el 30,05. Es decir, ninguno obtuvo el apoyo de la mitad de la población votante, a pesar de que efectivamente, la participación en la segunda vuelta fue ligeramente superior.

    Esto mismo lo digo para responder a lo que Fioretta señala como una “gigantesca escuela de pedagogía si se tiene en cuenta la intensa participación social”. Por desgracia, esta participación, al menos en su expresión electoral, es decir, en el momento de emitir el voto, no fue tan intensa. Es verdad, en cambio, que la impresión era la contraria, sobre todo viendo, sintiendo, el enorme entusiasmo mostrado por la población en las actividades organizadas por el Frente, sobre todo las Caravanas que recorrieron varias veces todo el país, y en las que miles de personas al paso de las enormes caravanas salían a recibir a la fórmula presidencial y los cientos de vehículos que los acompañaban.

    Pero por otro lado, no todo el voto del FMLN fue “ideológico”, como dice Fioretta, ya que durante toda su campaña, el FMLN realizó todo tipo de alianzas con multitud de sectores empresariales, profesionales, religiosos, y no todos ellos muy afines ideológicamente al Frente. Más bien, parte del voto ideológico original del Frente, el llamado “voto duro” se quedó en la abstención, debido a que muchos militantes y excombatientes del FMLN pronunciaron públicamente su descontento con la deriva socialdemócrata del programa, al tiempo que otra parte reclamaba en las calles mayor atención a los desmovilizados del Frente.

    En mi opinión, la mayoría de quienes votaron al Frente, son personas y sectores que de alguna forma se vieron beneficiados de las políticas sociales muy comprometidas del gobierno de Funes, y es por eso que la consigna principal de la campaña era la de “adelante” o “démosle play”, con el significado de dar continuidad (incluso profundizar) en la política iniciada en el anterior gobierno. Hay que tener en cuenta que Sánchez Cerén, no era precisamente el candidato idóneo o con suficiente carisma para una buena parte de la población (obviamente para mí, para nosotros, y para el Frente sí, es nuestro referente ideológico y un militante histórico fajado en la guerrilla y coartífice de los Acuerdos de Paz). Pero para el común de la población votante, mayoritariamente conservadora, o más bien distanciada de la cuestión política (y muy influenciada por los ataques mediáticos masivos), Sánchez Cerén suponía la herencia más directa del FMLN guerrillero, al que muchas veces los medios y la propia oposición acusó, injustamente de cometer crímenes y violaciones de los Derechos Humanos.

    Además de todo esto, se encontraban entre las más grandes preocupaciones de la población dos asuntos que habían mejorado significativamente durante el gobierno del FMLN y de Funes, que son el desempleo (y la situación económica), y la inseguridad ciudadana, con unas maras hoy ya casi desatadas, y por primera vez más implicadas en redes de narcotráfico internacional.

    A su favor, lógicamente, el FMLN tenía toda la excelente gestión del gobierno en materia de política social, un talante moderado en la escena internacional, y una campaña muy honesta, muy inteligente y limpia, diseñada con mucho de la teoría política de la comunicación social y de masas, dirigido por un equipo profesional que resultó ser muy eficaz.

    Personas muy cercanas a la dirección del FMLN confesaron en varias ocasiones que el referente político de gobierno, sería el del Chile de Bachelet, cuya victoria (también a pesar de una escandalosa abstención) celebró el Frente por todo lo alto.

    Por otra parte, y dado que la victoria del Frente fue tan ajustada, será necesario dar un seguimiento muy cercano al cumplimiento del programa de gobierno, que como digo, ya de por sí es un programa bastante moderado, aunque eso sí, con un alt5o compromiso social.

    Por lo pronto, una de las claves que argumentaba el FMLN en su programa de gobierno (publicado en sus primeros trípticos de primeros de octubre del año pasado, recién comenzada oficialmente la campaña), que trataba de justificar cómo se podría financiar el ambicioso programa social de gobierno, que era la inclusión a PETROCARIBE, puede estar en riesgo, ya que esto no es del gusto de la oposición. Veremos, tal vez, si en las próximas elecciones, las legislativas del próximo año, el FMLN obtiene suficientes escaños que le permitan esta opción.

    Por otro lado, aunque no estaba expresamente en el programa, Salvador sí había declarado en varias ocasiones (como en el momento de la conmemoración del aniversario de natalicio de Schafik Nadal, el pasado 13 de octubre) el compromiso de incorporarse al ALBA, cosa que por el momento me temo que será bastante improbable.

    Otras dos cuestiones que influyeron notablemente en esta campaña, y que favorecieron significativamente al FMLN fueron, en primer lugar el “efecto de ALBA Petróleos”, que jugó un papel muy importante de acompañamiento y complementariedad durante toda la campaña, financiando y organizando multitud de actos muy apreciados por la ciudadanía, como eventos deportivos, entrega de becas y de ordenadores, etc.

    Y la última, obviamente, la enorme torpeza de una oposición en liza, la de ARENA, que jugó a enfrentarse con todo el mundo, desde posiciones de auténtica extrema derecha, que en pleno siglo XXI no se concibe, incluso contra otras formaciones de derecha, algo más liberal y moderada como la del expresidente Antonio Saca en la Alianza Unidad, del partido GANA. Esto sí muestra a las claras, una mayor madurez política y democrática de la población salvadoreña en general, al no dejarse engañar y provocar por una campaña realmente sucia, demoledora y violenta, que para colmo acabó apelando a una intervención del ejército en un golpe de estado. Con esto, este partido, ARENA queda más aislado que nunca, no sólo en el país, sino internacionalmente, y parece lógico pensar que esta enorme torpeza de la derecha favoreció al FMLN, que siempre mantuvo un discurso (y un programa) moderado y con la mano tendida a todos los sectores sociales y económicos del país.

    Te envío saludos, en la esperanza que estas aportaciones al análisis sirvan más para el debate amistoso que para cualquier confrontación.

    Abrazos.

    Ricardo Gayol Rodríguez.
    Fundación Hijos del Maíz.

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