Desempleo aumentará en Chile, pronostica Hugo Fazio

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La desaceleración económica es tema obligado en el país. Hugo Fazio Rigazzi, economista, ex vicepresidente del Banco Central durante el gobierno de Salvador Allende, conversó con Punto Final para abordar las causas y consecuencias que la explican.

Académico y director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (Cenda), Fazio sostiene que las medidas para contrarrestar el ciclo se están adoptando con lentitud y son insuficientes. Responsabiliza al gobierno anterior y al actual de ese retraso, y advierte que el desempleo aumentará. Hugo Fazio es autor de numerosos libros, entre ellos Crece la desigualdad ¿Otro mundo es posible? (2001); ¿Quiénes gobiernan América Latina? (2003); Mapa de la extrema riqueza al año 2005 (2006); Lagos: el presidente “progresista” de la Concertación (2006); EE.UU.: centro de las crisis globales (2008); Crisis mundial: ¿recesión o depresión? (2009); 1%, 0,1%, 0,001% (2014).

-El Banco Central rebajó las proyecciones de crecimiento de la economía para 2014. Se habla de desaceleración. ¿En qué consiste?

-En este caso es una caída muy profunda de los niveles de actividad económica. Se verifica gráficamente si se observa lo ocurrido en los últimos seis años. Después de la recesión de 2009 hubo tres años (2010-2012) de alto crecimiento, más o menos de 5,7% promedio anual. La desaceleración comienza a notarse claramente en 2013, aunque los impactos sobre la economía chilena se produjeron antes. Comienza en 2011 con la caída de los precios de los commodities, particularmente el cobre.

En 2013 la economía crece 4,1%, pero el cuarto trimestre solo poco más del 2% y hoy estamos en un rango de entre 1,75 y 2,25%. Entonces, la desaceleración es una caída muy fuerte y pronunciada de los niveles de actividad económica, muy superior a lo previsto por el gobierno y el Banco Central. Tiende a ser con efectos más largos que los que se suponía. Ello significa que la economía va a salir de una manera muy compleja de este proceso de desaceleración. En determinado momento las economías caen y después parten para arriba inmediatamente, pero en este caso parece que va a ser más profundo el momento bajo. Por eso se dice que la salida será en forma de U”.

-Esta desaceleración, marcada y persistente, ¿indica riesgo de recesión?
-Depende de cómo se defina recesión. El término se usa cuando la actividad económica cae en forma negativa dos trimestres consecutivos. Es una definición poco rigurosa, pero la llegada de ese momento no aparece claro que se vaya a producir. Lo que sí es cierto, es que estamos en una desaceleración profunda con consecuencias acentuadas. Lo importante es preguntarse en qué momento de la caída de la actividad económica estamos. Si uno toma el trimestre móvil mayo-junio-julio y lo compara con el trimestre anterior, el ritmo de crecimiento es de 1,1% anual.

Es un ritmo extraordinariamente bajo en un cuadro general en que las economías de América Latina están con fenómenos de desaceleración. Algunas con caídas más fuertes que la de Chile, como ocurre con Brasil cuyo producto descendió en el primer semestre 0,4%, llegando en abril-junio a -0,6%. Otras tienen tendencias similares a la economía chilena, como es el caso de Perú cuyo producto en doce meses creció durante junio apenas un 0,3%”.

-Algunos dicen que las causas de la desaceleración se encuentran en factores externos y otros que son internos…chile desigualdad

-Las causas nunca van a ser solo internas o externas, sería imposible. Sí pueden ser más marcadas por unas u otras. Por las características de la economía chilena, pequeña y abierta, siempre pesan mucho los factores externos. La desaceleración tiene mucho que ver con el ciclo de los commodities, y en nuestro caso la caída del precio del cobre, que después se manifiesta con un frenazo muy brusco de la inversión minera, que es un problema global, no un problema interno. El frenazo a la inversión minera se produjo también en otros países. Hasta ahí son factores externos.

Importante es considerar que el crecimiento elevado entre 2010-2012 también se debe a factores externos fundamentalmente: alto precio del cobre, China con crecimiento elevado, tasas de interés bajas en los mercados. Eran condiciones favorables. Se decía que había vientos externos favorables. Entonces el crecimiento era fundamentalmente por factores externos y no fruto de la gestión del gobierno de Piñera, aunque siempre hay factores internos presentes”.

-Dice que una de las causas de la desaceleración es la caída de la inversión. ¿También ha caído el consumo?

-Lo principal es la caída de la inversión. Todo esto parte con el frenazo de la inversión minera que entra a repercutir en otros sectores, en algunos directamente como el transporte y la construcción. Ahora, hay una característica que tiene la inversión que es fuertemente procíclica, que es la forma de conducirse del capital y del empresario. Cuando la economía va para arriba inyectan recursos y ello hace que la economía crezca vigorosamente. En los periodos como el que estamos viviendo la inversión se frena. A mi juicio esa es la razón principal”.

-Y respecto a los factores internos de la desaceleración…
-Hay de dos tipos: hay problemas estructurales acumulados que arrastra la economía chilena y que no resuelve. Y por lo tanto, habría que ver la carencia de políticas para enfrentarlos. Entre los problemas no resueltos se encuentran la baja productividad, los altos costos energéticos, que es un problema muy fuerte, la carencia de agua o el costo para usar el agua, principalmente en las empresas mineras y otros sectores.

El otro factor que influye es que se entró en un periodo de reformas: tributaria, educacional y constitucional. Siempre que hay a un periodo de reformas -independiente de la profundidad de ellas- se van a producir impactos y reacciones en sectores económicos. Esto unido a dos fenómenos esencialmente políticos: la campaña de resistencia contra las reformas, en la cual se usan todos los medios de que se dispone; y el otro es que tampoco se logró crear la conciencia de masas suficiente de que las reformas iban en beneficio directo de sectores, y que tenían que repercutir en beneficio del país”.

-¿Cuáles son las consecuencias sociales de la desaceleración?
-Los efectos sociales de la desaceleración son crecientes. Uno de ellos se produce en la tasa de desempleo y otro en el incremento de la precariedad laboral. El empleo asalariado en el año, hasta el trimestre móvil abril-junio, disminuyó en 2,49%, mientras el trabajo por cuenta propia crecía un 3,62%. La precariedad laboral ha aumentado fuertemente, en especial el trabajo por cuenta propia. Y todos sabemos que el trabajo por cuenta propia, en gran parte, es cesantía disfrazada. A su vez crece la población inactiva. El desempleo viene rezagado, eso es habitual, pues nunca va en paralelo a la caída de la actividad económica; siempre se produce posteriormente.

El desempleo, lamentablemente, superará el 6,5%. No olvidemos que con la nueva Encuesta Nacional de Empleo, que sigue normativas de la OCDE, se considera persona ocupada a una persona que trabaja una hora a la semana. En todo caso, en los sectores de menores ingresos de la población este nivel es muy superior. En el primer decil, de acuerdo a la Encuesta de Empleo de la Universidad de Chile correspondiente a junio, su nivel fue de 21,7% y en el segundo decil de 11,8%”.

centroamerica pobreza-y-desigualdad-¿Cómo se explica que pese a la desaceleración los bancos obtengan ganancias?

-Eso se explica fácilmente. Es algo que no se enfrenta y tiene que ver con la ausencia de medidas para enfrentar los escándalos que se producen. El asunto es que el Banco Central tiene una tasa de interés extraordinariamente baja. La tasa de política monetaria (TPM) la ha bajado de 5% en octubre de 2013 a 3,5%, la actual, y se presume que volverá a bajar. Si la inflación es de 4,5% significa que el Banco Central presta a los bancos comerciales a tasas negativas del 1% y estos no trasladan esas tasas de interés al mercado. El problema es que no hay política para controlar las tasas de interés a que prestan los bancos comerciales”.

-¿Son suficientes y oportunas las medidas adoptadas para enfrentar la desaceleración?
-Lo primero que llama la atención es que la desaceleración no comenzó ahora, y no se tomaron las medidas cuando se visualizó el proceso. Ha habido lentitud, en general, para adoptar medidas anticíclicas. Peor aún, el gobierno de Piñera subejecutó el gasto público y lo hizo por una convicción teórica o política que termina siendo una cosa absurda. Es una mirada desde el interés del capital privado, sin duda, nada de raro en Piñera. Este esquema plantea que el gasto público tiene que ser menor que el crecimiento del producto. O sea hay que abrirle más espacio al capital privado.

Cuando la economía se está desacelerando y se trabaja con ese esquema, hay que acortar el gasto público y eso se transformó en una subejecución del presupuesto que explica en parte, no totalmente, la profundidad de la desaceleración el año pasado. Podemos decir que en los últimos meses del gobierno de Piñera se acentuó la desaceleración, en vez de enfrentarse.

En el gobierno actual, y desde el punto de vista fiscal, recién ahora se están tomando medidas. Si estamos claros que el proceso de desaceleración viene de antes y se empieza a gobernar en 2014, tienes que adoptar medidas anticíclicas desde el comienzo. Eso agravado por algo que viene del gobierno anterior: que el presupuesto de 2014 es extremadamente estrecho. Entonces, desde el punto de vista fiscal, recién se comienza a reaccionar ahora, como con el programa de inversiones que se anuncia para el último cuatrimestre del año, usando recursos de la reforma tributaria.

Después se han anunciado varias capitalizaciones de empresas estatales, eso es una cosa que lleva buena dirección, pues tiende a potenciarlas, pero se ha hecho con retraso. El proyecto de ley de capitalización de Codelco está recién en el Congreso. La capitalización del BancoEstado -que debería ser muy potente como mecanismo reactivador, pues permitiría prestar a pequeñas empresas con tasas de interés menor y lo mismo con los créditos hipotecarios- todavía no se produce. Es decir, ha habido anuncios pero se han demorado en implementarse”.

-Y respecto a las políticas monetarias implementadas por el Banco Central..

-La única medida anticíclica que se ha implementado es la rebaja de la tasa de interés. El asunto es que la práctica ha demostrado que la disminución de las tasas de interés en periodos de baja actividad económica tiene efectos nulos o muy débiles. Lo que ocurre en la eurozona y los países industrializados es demostrativo. El Banco Central Europeo acaba de rebajar la tasa de interés a 0,005% y la economía teóricamente debería salir hacia arriba, pero no ha ocurrido, la zona está en recesión.

Este y otros casos demuestran que este tipo de políticas monetarias, en momentos de bajo crecimiento, no dan resultados. Y en el caso de nuestro país se vincula con un tema de fondo. Este es el tipo de Banco Central que dejó como herencia la dictadura, y que tiene como centro de su accionar fundamentalmente la inflación. Peligro que por el momento no existe en Chile por ningún lado, por lo menos internamente, y menos con una economía que tiene tan bajo crecimiento. El BC tiene una concepción marcadamente unilateral, con un BC construido con un determinado criterio para colocarle restricciones en su funcionamiento. Han pasado varias décadas y sigue existiendo ese mismo Banco Central”.

-El próximo presupuesto, que es resorte del actual gobierno, ¿tiene importancia en función de frenar la desaceleración? ch banco central

-El presupuesto va a ser con un alto nivel de gasto público. Aunque lo están manejando con un esquema muy riguroso de cumplimiento con la regla fiscal, que crea limitaciones para el gasto público y que privilegia el equilibrio presupuestario como una panacea. Será un gasto público más fuerte, y eso abre espacios para hacer cosas. Acaba de aparecer el indicador de tendencia del crecimiento y se bajó de 4,8 a 4,3, lo que está muy determinado por la caída de la inversión, y ello limita el campo de recursos disponibles para la economía.

Respecto al apego estricto a la regla fiscal, hay una cosa que no se ha criticado suficientemente. Es la afirmación de que en 2018 hay que llegar al equilibrio estructural. Y la verdad es que para afianzar una política anticíclica más fuerte, hay que aumentar el déficit estructural en este momento. Por eso plantearse ir al equilibrio estructural en 2018 resulta absurdo sin saber cuál es la situación que habrá el año 2018. Esto es negar el uso de las políticas fiscales como política, o el presupuesto como política y poner el equilibrio presupuestario como objetivo”.

*Publicado en “Punto Final”, edición Nº 814, 3 de octubre, 2014

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1 comentario
  1. tdipalma dice

    El equilibrio estructural sin saber lo que habrá en el 2018 sería una estupidez. De hecho el deficit estatal es la riqueza del sector privado. Si el estato gasta 100 para sacar 100, lo que queda a los cuidadanos será 0.

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