El cuerpo humano y los otros virus
Gonzalo Tarrués.
Un científico inglés infectó un chip que lleva implantado en su brazo izquierdo para ver los eventuales efectos de un virus informático en el organismo humano.
El implante, un "chip" de tipo RFID fue descrito alguna vez como demoníaco (el chip 666) por sus posibles usos en el control policial de las personas.
Mark Gasson se insertó hace un año un microchip en su cuerpo. Es del tipo RFID (siglas de Radio Frequency Identification, en castellano: identificación por radiofrecuencia. La pequeña pieza electrónica emite y recibe ondas de radio para el intercambio de información, identificación, detección de movimientos, etc….
Hace un año, el investigador decidió estudiar los efectos de los microchips implantados en el 
cuerpo humano, considerando que cada vez hay más tecnología dentro de nuestros organismos, tales como marcapasos, inhibidores de ataques epilépticos, equipos en los oídos y otros, mientras se aguardan los progresos de la nanotecnología, implantándose en uno de sus brazos un chip del tipo RFID.
Con miras al International Symposium on Technology and Society, que tendrá lugar en Australia del 7 al 9 de junio, Gasson pocedió a infectar el adminículo con un virus informático y presentar los resultados en dicha reunión.
En la práctica la programación del artilugio le permite a Gasson abrir la puerta del laboratorio de la Universidad de Reading, Inglaterra, 
donde trabaja, y no tener que teclear la clave cada vez que enciende su teléfono móvil. El paso dado permitirá, asegura, iniciar estudios sobre los riesgos de una sociedad cruzada por chips insertados en los cuerpos que enfrente a una infección informática.
El virus que se inoculó habría infectado el sistema asociado a la cerradura computarizada de la puerta de su laboratorio, con lo que cualquiera que hubiera accedido al edificio con un chip semejante, terminaba también infectado, tal como ocurre con la mayoría de virus de los computadores personales y corporativos.