El dictador deberá pagar por la Operación Cóndor

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

La Operación Cóndor consistió en la transnacionalizaron de la actividad criminal de los servicios de inteligencia de Chile, Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil para seleccionar, buscar y liquidar a opositores a las dictaduras del Cono Sur en los años 70. La iniciativaperteneció a Manuel Contreras, entonces un coronel del ejército chileno a cargo de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), directamente vinculada al dictador. Contreras permanece en prisión por numerosos otros crímenes.

Principales víctimas

Entre sus numerosas víctimas está el sociólogo Jorge Isaac Fuentes Alarcón, llamado El trotsko Fuentes, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), capturado en Asunción, Paraguay, y trasladado en secreto al centro de torturas y exterminio conocido como Villa Grimaldi, en los faldeos cordilleranos de Santiago, Chile.

La mayoría de las víctimas chilenas perteneció al MIR. El ingeniero Edgardo Enríquez Espinoza, hermano de Miguel Enríquez, el líder máximo del MIR, fue capturado en Buenos Aires junto a Amílcar Santucho, hermano de Roberto Santucho, jefe del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y de su brazo armado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Enríquez fue transferido a Chile, donde se perdieron sus pasos, en tanto Santucho fue asesinado en la Argentina.

Vacaciones a la muerte

Otras víctimas chilenas de la Operación Cóndor fueron el financista judío Jacobo Stoulman Bornik y su esposa Matilde Pessa Mois. No tenían militancia política conocida, pero Stouman administraba fondos del aparato financiero del partido Comunista de Chile, probablemente sin estar al tanto de la identidad de su cliente. Propietario de Casa de Cambios Andes, en Santiago, Stoulman fue engañado e invitado a Buenos Aires para discutir negocios inexistentes en mayo de 1977. Un miembro del Mossad adherido a la Embajada de Israel intermedió en la conspiración.

El matrimonio Stoulman viajó con ánimo de vacaciones y negocios pero fue secuestrado apenas descendió por la escalera del avión Braniff en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, mientras el resto de los pasajeros creyó que el recibimiento al pie del aparato fue una atención especial para pasajeros VIP. Jamás volvió a saberse
de ellos.

El trosko Fuentes, capturado en Paraguay en 1975, fue la primera víctima de la cooperación transnacional de los servicios de inteligencia del sur del continente. Una vez trasladado en secreto a Chile, el torturador del Ejército Miguel Krassnoff Martchenko lo obligó a vivir sus últimos días en una casucha para perros, donde permaneció largo tiempo recogido, infectado de sarna, pulgas y piojos de acuerdo a los testimonios de otros presos. Cada día, apenas llegaba a su «trabajo», Krasnoff preguntaba «¿Cómo está
mi Pichicho?» -chilenismo cariñoso para llamar a esas mascotas-.

Un carta de Robert W. Scherrer, encargado del FBI para la América del Sur, le informó el 6 de junio de 1975 al general Ernesto Baeza, entonces jefe de Investigaciones de Chile, que El Trosko Fuentes había sido detenido en Asunción el 17 de mayo, portando un pasaporte costarricense a nombre de Ariel Nodarse Ledesma, en compañía de Amílcar Santucho, hermano de Mario Roberto, jefe del ERP argentino. El documento forma parte de los documentos secretos desclasificados por la Administración Clinton.

Itinerario judicial del dictador

El desafuero -aprobado por 14 jueces, contra 9 que se manifestaron en contra- fue acordado en un plenario de la corte de Apelaciones de Santiago de Chile que venía postergándose desde comienzos de mayo. La decisión del tribunal significa que Pinochet fue despojado de su inmunidad como ex «presidente» de Chile mientras ejerció la dictadura entre 1973 y 1990.

El ex dictador también gozó del fuero como senador vitalicio, curul otorgado por la Constitución que él mismo dictó en 1980 y que sigue vigente en
el Chile del siglo XXI. Pero tuvo que renunciar a ese cargo «constitucional» como parte del acuerdo políticos entre los gobiernos de Santiago y Londres cuando lo libraron de la extradición a España en 000 ?-o reclamaba el juez Baltasar Garzón-, bajo el pretexto de una grave enfermedad casi terminal.

En la siguiente etapa, su defensa apelará ante la Corte Suprema
por la revocación del desafuero. En caso de que ese tribunal mantenga la postura de la Corte de Apelaciones, el ex dictador será procesado por el ministro Guzmán, quien también instruyó antes la causa de la Caravana de la Muerte, en la que Pinochet fue desaforado y habilitado para juzgársele como a cualquier mortal, aunque terminó librándose por «demencia subcortical de leve a moderada», diagnosticada por una junta médica, convertida por los altos jueces chilenos en «demencia progresiva e incurable».

Una vez que sea detenido -probablemente de nuevo en su domicilio de Bucalemu, en el litoral cercano a Santiago- sus defensores volverán a invocar su «demencia subcortical de leve a moderada» para librarlo del proceso judicial, tal como ocurrió en otros dos juicios: el caso del asesinato del general Carlos Prats González y el de los asesinatos de calle Conferencia -que consistieron en la desaparición de la dirección del partido Comunista-.

Este es el cuarto desafuero que enfrenta Pinochet. El primero fue por la Caravana de la Muerte, la comitiva militar del general Sergio Arellano Stark que recorrió el país para asesinar a 75 personas por órdenes del dictador, en octubre de 1973. El segundo desafuero fue por el crimen de Prats, ex comandante en jefe del Ejército, y de su esposa, Sofía Cuthbert, perpetrado en Buenos Aires el 30 de septiembre de 1974.

En septiembre de 2003 se libró de otro juicio por la desaparición de 10 dirigentes comunistas detenidos en la calle Conferencia de Santiago, en mayo de 1976. La «demencia progresiva e incurable» pudo más que cinco años de acuciosa investigación del magistrado Juan Guzmán.

Habla el «demente»

Si la justicia toma en cuenta los argumentos de su eventual locura, deberán practicársele a Pinochet nuevos exámenes psiquiátricos. Los acusadores entregaron la copia del vídeo de una entrevista de 20 minutos a Pinochet -difundida en el canal 22 de Miami, en noviembre de 2003- relizada por la periodista cubana María Elvira Salazar, de la cadena Telemundo, en ocasión del cumpleaños del ex dictador.

La entrevista muestra que el ex dictador razona como cualquier sujeto sano. Responde a las preguntas con las limitaciones de lenguaje que catracterizan su formación cultural deficitaria, imposibles de atribuir a la demencia. Exhibe recuerdos bastante precisos sobre la visita de Fidel Castro a Salvador Allende, a quien tuvo que atender. Agradeció «el apoyo del exilio cubano» y se atribuyó el origen de los éxitos económicos que proclama la administración de Ricardo Lagos. Además del vídeo, los abogados entregaron a la Corte la trascripción textual de la entrevista.

Se puede discrepar de las afirmaciones de Pinochet, pero en lla conversacion con la periodista zona respuestas tan coherentes como éstas:

– Nunca fui aspirante a dictador porque está bien considerar que las dictaduras terminal mal. Yo siempre actué con sentido democrático, por eso que llegué a los 16 años, para ver si seguía yo o seguía otro.

– Mire, en toda lucha política en todas partes del mundo, hay excesos y hay gente que no se controla, así que es posible que yo haya tenido excesos, gente que no se controla.

– Si, para mí fue una experiencia injusta, porque los magistrados tienen que tomarse el ser muy imparcial y no basarse en una cosa y actuar. Comprendiendo uno que lo que quieren es que le sirva la causa a la justicia, a favor de su futuro o a favor de él.

– ¿A quién le pido perdón? Muchos dicen que hay que pedir perdón, ¿de qué? ¿De qué voy a pedir perdón? ¿De que una vez trataron de asesinarme en el Cajón del Maipo, que me atacaron por todos lados, murieron cinco guardias…? ¿Se han olvidado de eso? ¿Se han olvidado las veces que me pusieron bombas cuando aterrizaba, etcétera? Se han olvidado de muchas cosas, pero hay que recordarlas también. ¿Perdón?, ¿de qué? Perdón de que íbamos a transformarnos en otra Cuba. ¡No! Por eso, el perdón tienen que pedírmelos ellos a mí.

– La primera vez que yo lo vi a Fidel Castro fue cuando, siendo comandante de la Guarnición de Santiago, se recibió la orden de atenderlo. Yo sentí que aquí, el peso de la gente que no quería, la gente subalterna… Entonces, para evitar cualquier problema que yo fuera a recibir, y yo… Pero cuando llegó el momento de rendirle honores puse a Fidel Castro al centro. Y los honores fueron para mí y para el ministro de Defensa nuestro, y Fidel Castro al medio…

-¿En qué año fue, General? -preguntó Salazar a Pinochet.
-Ahí me pilla…, el año mil novecientos setenta…, ¡setenta!?
-¿Setenta?, ¿cuándo asume Allende? -indaga de nuevo Salazar.
-Sí -replicó el ex dictador.

Pinochet sólo incurrió en un frecuente error de memoria. La visita de Fidel Castro a Chile fue en noviembre de 1971. Allende asumió el 3 de noviembre
de 1970.

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*Periodista chileno; autor y editor de varios libros de investigación periodística.
Las obras pueden encontrarse y bajarse gratis en la Biblioteca -parte superior de la pantalla-.

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