El eco de la bici

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 RW

No está muerta, no, la bicicleta. Mientras en las ciudades de América se lucha por espacio seguro para cicular, he aquí que un joven latinoamericano descubre una ciudad gracias a ella. Egresado en Comunicación Social por la Universidad Diego Portales, de Chile, con estudios en la escuela de cine de Los Baños, en Cuba y agraciado con una beca por el gobierno italiano, Luis Navarrete Rovano (Pepe Rovano) realizó el documental El eco de la bici en Ferrara, norte de Italia.

Ferrara, en la región de la Emilia Romagna, tanto por sus características geográficas como por el amor a su historia provoca que sus habitantes utilicen bicicletas como medio de transporte masivo.

No es gratuita la elección de esta ciudad; en ella Pepe Rovano hizo una especialidad en Artes Visuales y Comunicacion Multimedial en la Universidad degli Studi di Ferrara.

Más alla del antiguo encanto de templos y edificios, de calles y jardines, lo que El eco de la bici deja en el espectador son motivos para reflexionar. Frente al ruido hosco y áspero de los motores –de vehículos terrestres, marinos y aéreos– usados con entusiasmo para fines bélicos y el combustible que precisan en causa de guerras– la imágen liviana y acaso frágil de la bicicleta adquiere estatus de símbolo de paz.

No es una producción "por todo lo alto", al contrario: es la mirada íntima, directa, simple, a ratos asombrada –es decir personal– de un joven que traspasa las barreras de la diversidad cultural planteando un interrogante que no tiene respuesta –o cuya respuesta la escamotean–: ¿por qué no la bicicleta –y con ella la alegría de vivir, de ser parte consciente del paisaje urbano de las ciudades en las que vivimos?

En tiempos en que el combustible para los autos se ha transformado en la causa principal de muertes y guerra, la bicicleta y su eco se transforman en un símbolo de paz.

El filme tiene una duración de 31.13 minutos. Fuente: http://es.arcoiris.tv.

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1 comentario
  1. victor barberis yori dice

    ¡¡Que va estar muerta¡…los candidatos a fallecer morir son los ancianos(as) que corren el riesgo de ser atroellados por esos patanes ciclistas que utilizan impunemente las veredas destinadas a los peatones.

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