El ritual de lo habitual
LN
El rito precisa de un ejercicio, de una iniciación que lo haga comprensible y le otorgue sentido; millones de personas, empero, cumplen cotidianamente el rito de salir del sueño, encontrarse consigo mismos mientras abren los ojos a una realidad no siempre grata, levantarse y luego salir a enfrentar el día.
Todo suele comenzar con la campana –o el timbre, feroz zumbido– del despertador que obliga a irrumpir en la luz de la madrugada. Esas millones de almas saben que no deben esperar nada nuevo, que tras el rito del café y mirar por la ventana aguarda una reiteración exacta –o peor que la de días previos.
No importa. Es necesario dejar la cama, echar a correr el agua del baño, mirar y acaso encontrar que no lo ha visto al cepillo de dientes. 
Es la hostilidad rutinaria del mundo que se abre paso. La felicidad corre hacia otro lado por otra calle.
El hombre sombrío lucha contra la nada, los vidrios reflejan, el silencio es un premio al que no tiene derecho.
Son apenas seis minutos con 17 segundos. Cortometraje realizado por José Miguel Neira. Origen: Subtopo, Chile.
La campana del despertador rompe el sueño. La mano busca frenética el despertador para poder callar el ruido chirriante, el ruido paranoico, el grito de mil latas copulando que levantan este cuerpo gris que se somete al ritual de lo habitual que aplasta el alma: De arriba abajo, de abajo arriba. El cepillo limpia los dientes del hombre sombrío que lucha hacia la nada.
Dirección: José Neira
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