Guatemala, elecciones. – FATIGA, TENDENCIA O CONTINUIDAD
Álvaro Colom, si bien fue apoyado por la ex guerrilla, se ha ido «moderando». Promete dos millones de empleos y sacar a 200.000 niños del abandono con un programa social que mantenga el liberalismo económico. Comno si rival, no parece tener intenciones de poner trabas a un acuerdo económico y comercial con EEUU.
La victoria centro-izquierdista en Guatemala es un fruto del ascenso de la «ola rosa» en el continente (la misma que condujo a los triunfos de Correa en Ecuador, Cristina de Kirchner en Argentina y el Polo en Bogotá) y del declive de Bush, desacreditado por el desastre Iraq y la caída de la economía y la moneda de EEUU.
Colom tiene el partido más grande de Guatemala, gano en municipios y parlamentarios, pero aún es minoría congresal; ha de contar con oposición para sus reformas sociales, las mismas que no emularán a las de Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua. Sin embargo, si la obstrucción es muy grande y la presión social es muy alta este país podría volver a pasadas polarizaciones sociales.
El triunfo de Álvaro Colom marca una ruptura con alrededor de medio siglo de administraciones derechistas en Guatemala; el presidente electo, sin embargo, evitará un choque tipo Venezuela, Bolivia y Ecuador y querrá una política moderada más similar a la de los dos países centroamericanos que están en el Consejo de Seguridad de la ONU (Panamá y Costa Rica).
Los resultados guatemaltecos fortalecerán a la izquierda «amarilla» que una semana antes mantuvo Bogotá y podrán presión a a la ex guerrilla salvadoreña (FMLN) para ir adoptando un discurso más conciliador.
Guatemala es una de la naciones con más miseria, delincuencia, racismo y desigualdad en el hemisferio. Colom querrá evitar una explosión social evitando polarizaciones entre un congreso que está a su derecha y posibles presiones sociales por su izquierda.
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* Analista internacional. Reside en Londres.