¡Hola!, soy lector de Clarín. – EN DEFINITIVA ¿QUÉ ES EL PERIODISMO?

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Todas las mañanas, puntual a las seis, un distribuidor cumple en dejar, detrás de la puerta de mi casa un ejemplar del diario Clarín, “El gran diario argentino” que es también el de mayor circulación de lengua castellana. Todas las mañanas además, en sus versiones internet, ojeo las noticias de los medios argentinos, La Nación, Perfil, Infobae , pero principalmente leo Clarín, junto con el desayuno.

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A veces, al hacer alguna consideración derivada de la lectura de esos medios, me siento incómodo hasta la indignación, lo que me hace pensar que nunca está demás repetir que el comportamiento de la prensa en el mundo entero es defender los intereses de una cierta corriente política / económica que llamamos “la derecha”.

Para aclarar a qué me refiero quiero indicar aquella agrupación de capitales formados por bancos, fondos de inversión, grandes empresas y corporaciones multinacionales que dominan las economías del mundo que, desde la sombra, imponen costumbres y modas con tal que sus proyectos fluyan bien y preserven los propios intereses.

Hablo de los mismos grupos que generan las guerras, los genocidios, los operativos de prensa para desestabilizar los gobiernos que pretenden hacer algo para revertir la situación de esclavitud económica (colonialismo en la práctica) a la que someten países completos con sus intervenciones que todo lo pueden. Y custodian –a nivel mundial– círculos cerrados de prensa a los cuales están asociados para que convenzan a escuadrones de ciudadanos a ver la realidad según sus propias versiones.

Círculos que encierran intereses multi o transnacionales muy variados: por ejemplo corporaciones como General Electric, Ford Motors, ITT, Walt Disney, New York Times, Financial Times, ENRON, CNN, HBO, Warner Brothers, AOL, Amazon, Washington Post Company, Westinghouse, United Fruit, AT&T. y también grupos de inversiones como Goldman Sachs –con importante participación en Clarín.

Esos círculos son una lista interminable de empresas con los rubros más dispares que se entrelazan con medios de comunicación y otras actividades, todas ellos “amigas” –o asociadas– con la misma finalidad: crear un sistema de comunicación en sintonía con los negocios empresarios, multiplicar mercados y sacar provecho de la pasividad habitual de las personas, manteniendo la iniciativa del consumo por medio de la publicidad; crear espectáculos frívolos que no dejan pensar a la gente. Lo importante es que el ciudadano vea una sola realidad, la que les favorece y, de paso, mantener viva la llama del consumo y el libre mercado. El mismo grupo Clarín hace parte de estos círculos. Miren lo que dice el diario de sí mismo:

«El Grupo Clarín es el grupo de medios de comunicación líder de la Argentina, y uno de los más importantes de habla hispana. Su origen se ubica en 1945, año de la fundación del diario Clarín por Roberto Noble. Hoy, Clarín es el diario de mayor circulación de lengua española en el mundo. En las últimas décadas, el diario inició un proceso de diversificación, ingresando a nuevos sectores de la comunicación y dando origen al Grupo Clarín.

«El Grupo alcanzó, en 1999, una facturación anual de 2200 millones de dólares. Entre sus emprendimientos se destacan, en el área gráfica, los diarios nacionales Clarín y Olé, la planta impresora Artes Gráficas Rioplatense y la edición argentina de la revista Elle, además de participaciones en la red de diarios regionales Cimeco, la industria papelera y la agencia de noticias DyN.

«En el área audiovisual, el Grupo Clarín es titular de uno de los canales de televisión abierta líderes de la Argentina (Canal 13 de Buenos Aires), cadenas de radio AM y FM, señales de cable (TodoNoticias y Volver) y participa en la producción cinematográfica (Patagonik). Posee además uno de los dos mayores sistemas de televisión por cable del país (Multicanal) y participa en televisión satelital (DirecTV).

«También produce eventos (sic.), transmisiones y «merchandising» vinculados al deporte (Trisa, Teledeportes), provisión y contenidos de Internet (Prima) y telecomunicaciones (CTI, Audiotel). Entre sus socios internacionales se destacan Hughes Electronics, Buena Vista-Disney, GTE Corporation, Hachette-Filippacchi, Grupo Cisneros de Venezuela y Grupo Correo de España.

Goldman Sachs

Goldman Sachs es una firma global líder de banca de inversión, que provee una amplia gama de servicios de inversión, asesoría y financiación a nivel mundial para un diverso grupo de clientes que incluye empresas, instituciones financieras, gobiernos e individuos de patrimonio importante. Fundado en 1869, es uno de los bancos de inversión más antiguos e importantes. La firma tiene su sede central en Nueva York, y mantiene una oficina en Buenos Aires. También tiene oficinas en Londres, Frankfurt, Tokio, Hong Kong y otros centros financieros importantes en el mundo.

Cuando un medio de comunicación es parte de un grupo de intereses tan diversificados es evidente que lo único que puede comunicar son las noticias que favorecen a sus propios intereses y jamás será objetivo en sus propuestas periodísticas, aún cuando se auto clasifique como “periodismo independiente”. ¿Que independencia puede ejercer un medio de comunicación que, por ejemplo, tiene como socios a empresas con actividades afuera de su rubro (comunicaciones) o a un grupo de inversión como Goldman Sachs en este caso?

¿Que sucedería si este grupo de inversión llegase a tener un pleito con el gobierno argentino sobre bonos del tesoro? ¿Cómo comunicaría este hecho Clarín? ¿O cuando (como sucedió) varios grupos de inversión compran a los productores agrícolas cantidades de lechuga para crear un vacío en el mercado local para aumentar el precio de este alimento y crear así inflación? ¿Tendrá Clarín la posibilidad de decir la verdad y explicar en su justa dimensión los hechos? ¿O, también, cuando los fondos de inversión pagan un sobresueldo a los responsables del INDEC para aumentar en un punto la inflación local y sacar así 1.800 millones de pesos adicionales por año de ganancias sobre los mismos bonos, como en realidad sucedió? ¿Lo comunicó Clarín en estos términos? No por cierto. Sus periodistas fueron muy distraídos sobre estos asuntos.

En este caso el diario, al tener sus manos atadas a tantas pertenencias le será difícil que hable con “independencia”. Jamás entrará en contradicción con sus intereses.

La prensa no debe –y no podría– pertenecer o asociarse a ningún grupo de rubro diferente al cual pertenece, nacional o internacional, que persiga una finalidad de lucro, porque de ser así, pierde su objetividad para transformarse en un “folleto publicitario” de los intereses que cultiva. Y esto está sucediendo en la actualidad con Clarín y con todos los medios que hacen parte de esos círculos asociados.

Toda la prensa importante en el mundo está por decidir su próximo destino: la oferta es «globalizarse» y dejarse devorar por los grandes intereses multinacionales que presionan para asociarlos y disfrutar de las ganancias extras. ¿Por qué no?

Clarín eligió globalizarse al asociarse con fuertes capitales externos capaces de influenciar el curso económico del mundo. Con eso tiene las puertas abiertas a un único camino: decir las verdades periodísticas que esos capitales imponen. Es así de simple. Luego puede decir alguna cruda verdad pero sobre los temas que le son indiferentes, que no tocan el propio bolsillo ni aquello de sus socios. Para eso Clarín tiene una redacción organizada racionalmente para responder a esas exigencias del dinero cash.

Según Lagos Nilsson** “Clarín es una corporación con muchos tentáculos; busca y mantiene un delicado y a veces contradictorio equilibrio con los gobiernos cuya base es tanto la casi amenaza de chantaje encubierto como cierta comunidad de intereses supra periodísticos. A lo que se suma la gana de los mandos medios en el sentido de ‘aparecer’ en la prensa y el temor de cómo los mencionan”.

Esta idea confirma lo dicho: una poderosa organización que los grandes capitales absorbieron y transformaron en perro guardián múltiple de sus territorios.

Tuve otra prueba de eso el día en que este escriba se incomodó por enésima vez por un editorial algo tendencioso escrito por el editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum***. Para poner las cosas en su justa perspectiva, ese editorial del día siete de diciembre de 2007 no fue uno de los más fieros con respecto al desarrollo de los hechos que vinculan a la multinacional papelera Botnia, Tabaré Vásquez y Kirchner (ver editorial abajo); pero me sentí cansado e impotente al leer que al señor Vásquez, presidente de Uruguay siempre se presenta bien parado y lleno de buenas intenciones para la solución del diferendo que desató la puesta en marcha de una planta de celulosa de Botnia en el límite fluvial entre ambos países, mientras Kirchner siempre era presentado como el presidente inflexible. Y esto, si no estaba dicho con afirmaciones directas, se lo insinuaba sutilmente.

Es bueno aclarar que las insinuaciones, en algunos casos, son muy eficaces para malgastar la imagen de una persona. Y eso me molesta.

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Acto seguido le mandé un correo electrónico al señor Kirschbaum (der.) que ilustra sin términos medios mi pensamiento.

El correo

Sr. Kirschbaum

Me remito a este último párrafo de su breve editorial en el Clarín de hoy:
«El gobierno argentino tiene que dejar sin excusas a Vásquez, garantizando su asistencia a la ceremonia de asunción. La política exterior argentina no puede ni debe estar bajo la pulsión de estos grupos de veto ni ser funcional a los sectores más intransigentes».

Le quiero recordar que los «intransigentes» son justamente los uruguayos y su presidente. Los asambleístas suspendieron durante ¡cinco meses! su campaña de protesta ciudadana ante la instalación de la referida planta para dar la posibilidad de parar la obra. Lo que no sucedió.

Lo que estamos necesitando es una prensa más inteligente, que se ensucie las manos de transparencia, en vez de mirar para lo foráneo (con intención).

Ojala, el «gran diario argentino», se saque la somnolencia en la cual ha caído desde la muerte de Noble y sirva de verdad para alimentar un «gran proyecto nacional» en vez de ser funcional a los intereses multinacionales.

La prensa de este país, por lo general, trata mejor a Tabaré Vásquez que a Kirchner. Algunos editores y escribas deberían ser más sensibles sobre las noticias a publicar y ser menos capciosos y más transparentes en la actitud con sus lectores.

Pase bien

Luigi Lovecchio, un lector.

A las 12,06 del mismo día recibí esta respuesta de parte del señor Kirschbaum que reproduzco textual y que desde ya agradezco:

«Somos transparentes y directos. Si Ud. hubiera leido mi editorial de hoy con atención hubiera advertido que hablo de intransigencias compartidas y de las excusas que esgrime el gobierno uruguayo para no volver al dialogo. Respecto de la somnolencia de Clarin desde la muerte de Noble sinceramente no la comparto. Gracias por su opinión.

«Saludos cordiales»

No estuve de acuerdo sobre algunos puntos de su respuesta. No me pareció identificar en ella la exactitud del contenido editorial por mí leído. Fue entonces que le respondí así a las 19,27:

Sr. Kirschbaum,

No quiero hacer de estas palabras una novela de TV de la tarde. Pero marco lo señalado en su editorial. Usted dice:

«El presidente uruguayo Tabaré Vásquez ha hecho un gesto hacía Argentina y anunció que vendrá a la asunción de Cristina Kirchner. Antes había saludado el triunfo electoral de la esposa de Néstor Kirchner».

Mí consideración

Ningún gesto. Ambos «gestos» son protocolares. Al ponerlo bajo aspecto de un «gesto» está insinuando que el mandatario uruguayo de buen talante está dispuesto a tratar el asunto de las papeleras, cuando la verdad de su anuncio y felicitaciones no son más que palabras de buena crianza, estricto protocolo.

Como periodista debería usted ponderar el mensaje que emite a sus lectores, cuyo contenido –gestos–, insinúa precisamente a un Vásquez lleno de buena voluntad. No obstante, acaso la realidad es, para ser exacto, todo lo contrario.

Usted habla de «intransigencias compartidas» ¿En qué han sido intransigentes los argentinos? Siempre se adecuaron a las normas respetuosas de la convivencia vecinal. Hicieron un poco de ruido, verdad, pero los verdaderos intransigentes están del lado de Uruguay. La ciudadanía argentina estuvo cinco meses sin manifestarse contra las papeleras: había recibido un mensaje del gobierno del Uruguay de que se volvería a estudiar el asunto. ¿Qué pasó en ese lapso? Botnia completó las obras a todo vapor con la anuencia de Montevideo.

Usted habla de «un método tan poco democrático que se ha dato llamar «escrache», para tratar de impedir su presencia (de Vásquez) en la ceremonia de asunción». ¿Cual sería el método de verdad democrático de protesta? ¿Cuando la gente se expresa –y en este caso se trata de ira, temor y frustración– no es un signo de democracia?

En las páginas de Clarín siempre hay críticas directas o indirectas al gobierno argentino. Nunca el diario –cuyo lema es, por otra parte, “Un toque de atención para la solución argentina de los problemas argentinos”– publica la verdad sobre la realidad de la dinámica de los mercados (dirigida desde el extranjero).

No recuerdo, por ejemplo, haber leído en Clarín que Kirchner pretendió durante su mandato fortalecer el mercado interno para luego expandirse al exterior (como hicieron todos los países desarrollados del mundo); una iniciativa para el aplauso que ningún medio resaltó o tomó en cuenta; por el contrario compitieron en ver quien descubría más defectos en su administración.

Tampoco recuerdo análisis acerca de cómo aquellos que dominan los mercados internacionales imponen sus productos en el país y, de paso, pretenden impedir el desarrollo de la producción nacional, manteniéndola en términos mínimos con maniobras de compra/venta. Una lucha impar que se parece a un robo elegante. El más fuerte gana siempre mientras el país mira en silencio impotente.

Se resalta en positivo las iniciativa del Norte (EEUU, que es la cueva de las barbarie: masacres de alumnos, guerras, genocidios), mientras todo lo que es argentino tiene sabor a Cenicienta o se le asignan dudosas iniciativas política y se apuesta al fracaso. También se minimizan los triunfos, se callan los programas exitosos. Y, en toda esta historia Usted es el farol: “luz” que aparece en el momento oportuno para brindar sus buenos oficios, con palabras comprensivas y sabias, cuando en realidad avala las distorsiones.

Como lector asiduo de Clarín (es imposible renunciar a él por su caudal de informaciones) me gustaría ver que las cosas estén en su lugar por lo menos una vez. Estoy sediento de verdad.

Disculpe el tiempo que le he robado. Se que el mío es un vano lamento. Cierro aquí el tema.

Cordiales saludos….

Su respuesta fue casi inmediata: a las 19.35 del mismo día:

«Sr Lovecchio

No veo por qué usted califica como un vano lamento. No creo que Vázquez esté lleno de buena voluntad. Hizo lo posible para quedar atrapado por el negocio que montó Batlle en Uruguay. No creo en el escrache: es un método fascista, propio de matones. Por lo demás, podemos estar o no de acuerdo. Lo importante es que discutamos francamente. Me alegra que sea un asiduo lector. Si es así ud. sabrá ponderar el enfoque de nuestras noticias y así advertiurá que mucho de lo que Ud. critica en la carta se refleja en las páginas de Clarín.

Reciba mis saludos cordiales.

Me llama la atención la diferencia de pensamiento que el señor. Kirschbaum expresa en este último mail con aquello dicho en su editorial a respeto del diferendo Botnia.

Analicemos de nuevo sus palabras: “No creo que Vázquez esté lleno de buena voluntad. Hizo lo posible para quedar atrapado por el negocio que montó Batlle en Uruguay”. Si esas son sus convicciones ¿por qué non las expresó en el editorial? El editorial habla de “gestos” de Vásquez.

Evidentemente (se me ocurre pensar) el señor Kirschbaum, obedeció la orden “superior” que es la de mantenerse en línea con el pensamiento corporativo de Clarín –Goldman Sachs y otros socios, quienes no apoyan la política que lleva adelante la Argentina en la actualidad–. Entonces se recurre a sutilezas para desgastar la imagen del gobierno, tenerlo acorralado para que no saque méritos que lo favorecería con su gente, mantener a raya las aspiraciones económicas de corte levemente nacionalistas que pueda tener Kirchner, en fin, ejercer en la practica su mandato de perro guardián y ladrar a destiempo si es necesario.

Solo que El diario Clarín está siendo perro guardián de intereses extranjeros.

Ser periodista, pensamos, significa ser leal con la gente que lee las informaciones que escribimos. Pero los Mitre, los Noble, los Fontevecchia parecen no saber estas simple reglas. Han sido abrazados y besados por el Juda paranoico de la globalización y aceptan publicar distorsiones en nombre del dios dinero.

Sólo me cabe una última reflexión

Las guerras y los genocidios continúan alternándose en el mundo bajo los ojos de una prensa liviana que, en vez de concretizar para que eso se termine, tergiversan las noticias que podrían ayudar a poner fin a esas tragedias. En este caso ¿la prensa, con sus omisiones cómplices, no es tan genocida como quien comanda la guerra?

Si no está seguro respondo por usted, amigo lector: ¡Claro que sí!

El editorial de Ricardo Kirschabaum

La intransigencia suma cero

El presidente uruguayo Tabaré Vázquez ha hecho un gesto hacia Argentina y anunció que vendrá a la asunción de Cristina Kirchner. Antes había saludado el triunfo electoral de la esposa de Néstor Kirchner. A su vez, la presidenta argentina hará su primer viaje al exterior el 18 de este mes: su destino será Montevideo y la excusa de pisar tierra uruguaya será la reunión de presidentes del MERCOSUR.

Este minué protocolar, que podría insinuar algo más que estos gestos formales, comenzó, sin embargo, a mostrar su verdadero rostro —el real deterioro de la relación por Botnia— cuando Vázquez canceló su presencia en la cena de despedida de Kirchner y, a la vez, restringió al mínimo su paso por Buenos Aires.

El temor uruguayo es que los asambleístas de Gualeguaychú intenten manifestar contra Tabaré Vázquez, utilizando ese método tan poco democrático que se ha dado llamar «escrache», para tratar de impedir su presencia en la ceremonia de asunción. Reynaldo Gargano, el canciller oriental, aumentó la apuesta y reclamó garantías del gobierno argentino para la seguridad de su presidente, dando así otra vuelta de tuerca sobre esta situación de fuerte tensión.

Los actos de radicalización de uno y otro lado se alimentan mutuamente y resultan funcionales. Entre tanto, la pastera Botnia sigue produciendo muy campante, sin que Argentina pudiera avanzar en un diálogo para imponer un monitoreo conjunto sobre la fábrica finesa.

El gobierno argentino tiene que dejar sin excusas a Vázquez, garantizando su asistencia a la ceremonia de asunción. La política exterior argentina no puede ni debe estar bajo la pulsión de estos grupos de veto ni ser funcional a los sectores más intransigentes.

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* Periodista

Director de www.losbuenosvecinos.com.ar

lovecchio@gmail.com.

**director de Piel de Leopardo

***Editor general de Clarín

Addenda

I. Lo cortés no quieta lo valiente

Que sepamos éste el último correo electrónico intercambiado entre Lovecchio y Kirschbaum:

«Sr. Kirschbaum,
«a seguir le trasmito la nota que surgió luego de nuestros intercambios de mail. En esta nota se lo cita a Usted como editor general de Clarín. Será publicada en Los Buenos Vecinos y en Piel de Leopardo. Si siente que tiene algo a decir o aclarar a respeto, puede enviarme su comentario. Con gusto lo publicaré como complemento a la nota misma.
«Le envío cordiales saludos».

No hubo respuesta.

II. El diario Clarín de Buenos Aires

– Clarín es el diario líder en el mundo de habla hispana.
– Sus ventas superan los 400.000 ejemplares diarios en promedio, llegando a 750.000 ejemplares los domingos. Clarín posee el 53 % de participación del mercado, en términos de circulación de diarios nacionales.
– Esto significa un promedio de lectores diario de 1.308.220 y de 2.914.940 los domingos. Con sus secciones, suplementos y oferta diaria, Clarín logra 5.093.770 contactos mensuales.
– Es el diario de mayor llegada a todos los sectores sociales del país, con 59% de participación en los hogares ABC1, 53% en los C2, 47% en los C3 y 33% en los D.

Fuente: www.grupoclarin.com.

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