L os partidos islámicos consiguen el 75% de los escaños en las elecciones egipcias

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Aunque la Alta Comisión Electoral anunció resultados sin procesar en las nueve provincias que celebraron las elecciones, el cómputo por partido está pendiente de que se concluyan en enero las elecciones para la cámara baja. Según los datos sin procesar, el PJL ganó casi el 37% de los votos, consiguiendo casi 3,6 millones de votos, seguidos por la alianza salafí con 2,4 millones de votos o el 24% de los mismos. El Bloque Egipcio de los liberales fue el tercero, con 1,3 millones de votos o el 13%, mientras el Partido Wafd consiguió un decepcionante cuarto puesto con 700.000 votos o el 7%. Los partidos del Wasat y la Revolución Continúa alcanzaron casi 415.000 votos (4%) y 335.000 votos (3%), respectivamente.

Los otros veintidós partidos recibieron los votos restantes, el que más votos recibió, el 2%, fue el Partido para la Construcción y el Desarrollo (parte de la Alianza Islámica que se presentó separadamente en una de las provincias). En el distrito número uno de El Cairo, la Alta Comisión Electoral invalidó los votos que afectaban a doce escaños (2 individuales y 10 listas de partidos) por irregularidades de los encargados de los colegios electorales. Se anunció que se volverían a celebrar las elecciones en ese distrito a mediados de enero. Por tanto, el número total de escaños asignados en esta ronda electoral fue de 156.

En cuanto a los escaños de candidatos individuales, inicialmente solo se asignaron cuatro escaños mientras que cincuenta tuvieron que presentarse la semana siguiente a una segunda vuelta. Después de esa segunda vuelta, la victoria de los partidos islamistas fue aún más impresionante. De un total de 54 escaños disputados, el PJL ganó 36; el Partido Nur, 5; el Bloque Egipcio, 1; el Partido del Wafd, 1; el Partido Islámico Adl, 1; el liberal Egipto Libre, 1; los independientes ganaron 6; y los residuos del PDN recibieron tres escaños.

Con respecto a las listas de partido, en cada provincia se asignó cada escaño a cada partido según el total de votos recibidos (cada escaño es igual al número total de votos recibidos dividido por el número total de escaños en la provincia). Los escaños restantes se van asignando al que más votos haya alcanzado hasta que todos estén cubiertos. Según la creencia popular, los partidos islámicos han conseguido en estas elecciones un total de escaños que alcanza al 60-65% de los mismos. Pero este autor ha analizado los resultados de los votos y ha podido establecer que el total de escaños (tanto individualmente como en listas de partido) que los partidos islámicos han conseguido fue en realidad del 75% de acuerdo con estos datos:

Partidos islámicos: PJL (HM): 77 escaños o 50% (36 individuales-41 listas); partidos salafíes: 33 escaños (5 individuales-28 listas); partidos Wasat y Adl: 7 escaños (1 individual-6 listas). Total: 117 (75%).

Otros partidos: Bloque Egipcio: 13 escaños (2 individuales-11 listas); Partido Wafd: 10 escaños (1 individual-9 listas); la Revolución Continúa: 2 escaños (listas); residuos del PDN: 8 escaños (3 individuales-5 listas); independientes: 6 escaños (individuales). Total: 39 escaños (25%).

Cuando se anunció el alcance de la victoria de los partidos islámicos, cundió la alarma entre los partidos liberales y laicos que hicieron votos de unidad para las próximas rondas electorales. No está claro que puedan hacerlo ya que las elites laicas y la mayoría de los coptos viven en zonas urbanas. El Cairo y Alejandría les habrían aportado sus mejores resultados.

Mientras tanto, el CSFA ha visto las señales de advertencia. Rápidamente nombró a un nuevo consejo asesor, compuesto por 30 personas, para que asesorara al CSFA y al recién nombrado gobierno dirigido por el Dr. Kamal al-Ganzuri, un ex primer ministro de Mubarak en los últimos años de la década de 1990. La mayoría de los miembros en este consejo representan a liberales y laicos. También se incluyeron dos potenciales candidatos presidenciales, incluidos el ex ministro de asuntos exteriores y ex secretario general de la Liba Árabe Amr Musa, los jefes de partidos políticos incluidos el Wafd, el Partido de los Egipcios Libres, Wasat y Al-Nur, así como otros destacados egipcios. Inicialmente, el PJL se incorporó pero se retiró rápidamente afirmando que se trata de un intento de esquivar la voluntad del pueblo egipcio manifestada en las elecciones.

Ese temor no estaba infundado. Los HM estaban furiosos por el comunicado de una de las figuras más importantes del consejo militar. Como informó el New York Times, el general Mujtar Al-Mula, miembro del CSFA, dijo el 7 de diciembre a los periodistas occidentales que “para limitar el poder del nuevo parlamento, que podría estar dominado por los partidos islámicos”, el ejército planeaba “dar papeles de mayor importancia al recién constituido consejo asesor y al gabinete designado por el ejército para que eligieran a la asamblea que redactaría la constitución”. Amonestando la voluntad del pueblo egipcio, manifestada en unas elecciones libres y justas con una participación sin precedentes, declaró durante la sesión informativa que “el recién elegido parlamento no representa la voluntad del pueblo egipcio en sentido amplio”. Mientras tanto, altos dirigentes de los HM, incluido su guía general, el Dr. Muhammad Badie, y su adjunto Jairat Al-Shater, declaraban que el próximo gobierno debía estar integrado por el partido con mayor representación en el elegido parlamento. Sin embargo, con anterioridad, el jefe del CSFA, el mariscal de campo Muhammad Hussein Tantawi, manifestaba que el ejército iba a controlar al gobierno hasta que se celebraran elecciones presidenciales en junio.

Si una vez que concluyan las elecciones de enero, los resultados finales se ajustan a lo previsto por los expertos, entonces es muy posible que se produzca un serio enfrentamiento entre el CSFA y los partidos revolucionarios e islámicos en las calles egipcias. Si el ejército usurpa el derecho del parlamento para designar a la asamblea que redacte la constitución, así como el derecho a formar un nuevo gobierno en función de lo elegido por el pueblo, entonces, ¿cuál era exactamente el propósito de la celebración de elecciones populares?

*Escritor, colaborador de numerosas páginas en Internet.Publicado en CounterPunch. Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

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