La ciudad del siglo XXI. – LA DEMOCRACIA DIGITAL

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

De Atenas a Asunción, de Singapur a Sidney, existen ciudades que se encuentran en primera línea en la implantación de tecnologías de la información para transformar la forma como los gobiernos se relacionan con sus ciudadanos. Ciudades del Siglo XXI, que recién se inicia, han demostrado ser particularmente aptas para dar a la democracia digital la oportunidad de ofrecer a los ciudadanos una nueva vía para interactuar por medio de internet con sus gobiernos.

En la actualidad se espera que toda ciudad moderna disponga de un gran sitio-web, a través del cual se ofrezca a la gente servicios e información de forma directa, con fácil acceso y sin la burocracia propia de los gobiernos. Pero proveer servicios e información representa sólo parte de lo posible por esta vía de comunicación.

Existen nuevos e interesantes experimentos de democracia digital que son indicativos de la capacidad de la actual Tecnología de Comunicación e Información para reforzar la democracia local.

Gobiernos locales y grupos sociales civiles en todo el mundo se están modernizando para mejorar la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, para acrecentar la transparencia y el buen gobierno y para organizar de forma más efectiva a los grupos sociales. Internet permite a las autoridades locales llegar a sus ciudadanos con servicios e información y además darles la oportunidad de opinar sobre las decisiones que atañen a los asuntos públicos.

A la cabeza de estas innovaciones se encuentran propuestas para utilizar internet en los procesos electorales, incluyendo el voto. ¿Pueden las ventajas aportadas por internet infundir nueva fuerza a la democracia local al fomentar una eficaz comunicación con los ciudadanos?

Mientras la última palabra aún debe ser dicha, existen nuevos e interesantes experimentos de democracia digital que son indicativos de la capacidad de la actual tecnología de comunicación e información para reforzar la democracia local. No cabe duda de que esta tecnología ofrece posibilidades prácticas para implementar una válida democracia digital. Métodos de consulta innovadores ya han demostrado su eficacia. Votar vía internet parece un hecho inevitable en el futuro próximo como válida alternativa a hacerlo personalmente o por correo. Es obvio que los cambios tecnológicos han abierto nuevos campos que permiten consolidar el ejercicio de la democracia en las ciudades.

Proyectos Piloto

Una de las iniciativas más innovativas de democracia digital es el llevado a cabo en Kalix Radslag, una ciudad en el extremo norte de Suecia, donde se ha implementado un proceso de consulta en línea para el diseño de una nueva plaza urbana. Para obtener la contribución de los ciudadanos sobre diversas opciones, el gobierno de la ciudad contrató a una empresa de tecnología de la información (Votia.com) para llevar a cabo una encuesta sistemática de la opinión pública por medio de un sondeo por internet y de discusión pública. Más de 1.200 ciudadanos participaron en el diálogo virtual. Este diálogo en línea, junto con el resultado de otros medios tradicionales de participación ciudadana, llevó a adoptar un diseño de amplia aceptación popular para el nuevo centro de la ciudad.

En contra de una opinión generalizada, el mundo en desarrollo no se encuentra trabado en las zonas pobres detrás de lo que se ha dado en llamar la “divisoria digital”. Según Vikas Nath, un innovador de internet, el potencial de internet en los países en desarrollo se apoya en su capacidad para transformar la sociedad por medio de la rápida y eficiente diseminación de conocimientos.

Para mencionar algunos casos de estudio relacionados con internet y en general con las tecnologías de información y comunicación (en particular el teléfono móvil), podemos traer a colación Bangladesh, Camboya y Camerún. El señor Nath y otros expertos demuestran cómo estas tecnologías han modificado de forma radical la participación de los ciudadanos en temas gubernamentales relacionados con el proceso de desarrollo socio económico.

Vinculando ciudades entre sí

En otros lugares del mundo, asociaciones municipales han sido las creadoras de proyectos de democracia digital a nivel local. La Unión Internacional de autoridades locales (International Union of Local Authorities), es una asociación global de funcionarios electos cuya misión es representar los intereses de las personas responsables de los sistemas de gobierno municipales. El secretariado de esta organización ha acumulado una vasta experiencia sobre los problemas y oportunidades que los funcionarios locales encuentran al introducir las tecnologías de la información y la comunicación en actividades básicas para el desarrollo local de la democracia.

Entre los experimentos más interesantes que actualmente se llevan a cabo sobre democracia digital, podemos mencionar: proveer de manera más eficiente información relativa a los servicios aportados por el gobierno, vincular a las municipalidades en una región, a nivel nacional e incluso internacional, desarrollar la confianza de los ciudadanos por medio de una toma transparente de decisiones, por ejemplo transmitiendo en línea las reuniones del consejo deliberante, proveer la posibilidad de comunicación directa entre los ciudadanos y los funcionarios electos y disponer de un punto de entrada, “Portal”, fácil de navegar donde se tenga acceso a toda la información gubernamental proveniente de sus múltiples departamentos y oficinas.

En la misma línea, Steven Clift, un innovador de internet, es el diseñador de un interesante nuevo proyecto (www.e-democracy.org). Utilizando tecnologías basadas en internet para el diálogo público, independiente de los canales oficiales pero involucrando a funcionarios y ciudadanos, el señor Clift ha contribuido a desarrollar la confianza pública en el buen gobierno así como a fomentar que los ciudadanos se involucren en su mejora. Este logro a menudo denominado “capital social”, lo ha obtenido en Minnesota y en otros lugares de los Estados Unidos. En su enfoque se pone énfasis en el hecho de que democracia es un proceso deliberativo, donde los temas se discuten abiertamente, se juntan opiniones y se exploran todas las decisiones alternativas.

Voto en Línea

Nada puede llegar a transformar la democracia local tanto como el posible uso de internet para votar. ¿Puede la tecnología de la información revivir la democracia directa del pueblo? Si esto ha de suceder, las municipalidades de Suiza se encontrarán a la cabeza de este movimiento.

En 2002 el Cantón de Ginebra ese programó para experimentar con el primer voto electrónico mundial. El electorado tendrá la oportunidad de votar en línea en un Referendum. El proyecto ha puesto en el tapete una serie de problemas, tales como prevención del fraude y seguridad. Las encuestas demuestran que la posibilidad de votar en línea incrementará la participación ciudadana hasta un 9%. El voto por internet también plantea una serie de temas normativos; como el preguntarse si la democracia directa (decisión por mayoría popular) resultará más predecible si los ciudadanos pueden emitir su voto con toda facilidad para resolver temas comunitarios.

El voto del Cantón de Ginebra decidirá algo más que un referéndum. Servirá para determinar si el voto por internet es simplemente una ventaja más o si llegará a alterar la naturaleza de la participación ciudadana y por lo tanto de la misma democracia.

Recomendaciones

De las anteriormente mencionadas y otras experiencias, están comenzando a surgir recomendaciones para ayudar a las ciudades a pensar seriamente en las posibles consecuencias de la democracia digital para mejorar el sistema de gobierno.

Una dirección de total dedicación es fundamental. Para que las autoridades locales consideren implantar un proceso de consulta utilizando las nuevas tecnologías [tal como una «Mesa de Discusión Municipal» o de una «trama para discusión en línea» (los usuarios pueden registrar sus comentarios y responder a los de otros)] , es preciso un liderazgo de total dedicación. En otras palabras los ciudadanos o grupos cívicos a quienes se les pide que participen en tales procesos deben estar convencidos de que sus opiniones serán tomadas seriamente en cuenta.

Los intereses inmediatos de la gente deben primar en tales consultas. Otra enseñanza derivada de esta práctica es que los ciudadanos estarán mejor dispuestos a participar y opinar cuando los temas bajo consideración se encuentran directamente relacionados con sus vidas. Por ejemplo, en diálogos de consulta relativos al proceso de presupuesto comunitario, siempre debe aclararse como están vinculadas las cifras mencionadas a los intereses prácticos de los ciudadanos.

Hay que demostrar a los ciudadanos que sus opiniones realmente importan. Si la percepción de la gente es que el proceso de consulta no es genuino o simplemente que las opiniones vertidas no pesarán en la decisión a tomar, todo el sistema no servirá de nada. Una práctica novedosa en algunos consejos municipales es el dedicar una parte de las reuniones a responder de forma directa y rápida a las opiniones y consultas recibidas por Internet. Algunas ciudades han iniciado transmisiones via internet de reuniones virtuales del consejo municipal.

La sociedad civil puede ocasionalmente contactar grupos marginales. Cuando la confianza en las autoridades locales es reducida, organizaciones sociales pueden contactar de una u otra manera a grupos marginados de la comunidad. Un ejemplo puede ser el utilizar sitios de internet escritos en el lenguaje del grupo minoritario para mejorar las relaciones entre funcionarios y grupos marginales. Ciudades de Holanda (en particular Amsterdan y La Haya) han sido testigos de exitosos proyectos de organizaciones comunales para contactarse con inmigrantes y otros grupos minoritarios.

El obstáculo más importante al utilizar las tecnologías de la información para desarrollar la democracia local es la falta de acceso generalizado a las mismas. El acceso a las tecnologías es imprescindible y esto exige la existencia de amplios servicios y de conocimientos del tema informático. En la mayoría de los países, particularmente en las naciones en desarrollo, el acceso a los servicios en línea se encuentra limitado a la minoría pudiente. La experiencia recogida en Andra Pradesh en India, demuestra que los esfuerzos concentrados en la inversión para facilitar la adquisición de habilidades por parte de la comunidad da excelentes resultados, logrando que la población adquiera conocimientos básicos sobre informática y desarrolle sus capacidades.

La apatía de los ciudadanos es un problema a superar. El mejor esfuerzo al utilizar tecnologías de la información para estimular el diálogo comunal fallará si los ciudadanos no están interesados en los temas que se les plantea. Los ciudadanos encontrarán que el diálogo en línea es inútil, incluso molesto, si consideran que la conversación es sólo charla banal y que sus opiniones no servirán para nada porque en última instancia “todo seguirá como antes”.

Mirando hacia delante

Fue en las ciudades donde se inició la democracia.

El siglo XXI continuará siendo testigo de una rápida urbanización, especialmente en el mundo en desarrollo. A medida que se extienda el acceso a las tecnologías de la información, como por ejemplo ha sucedido en Costa Rica, la capacidad de las ciudades en todo el mundo para entrar en contacto con las vidas de sus ciudadanos se incrementa tremendamente. El desarrollar la democracia digital en las ciudades actualmente en crecimiento, representa un camino lleno de promesas para el mejoramiento de la democracia. La democracia digital presenta un gran potencial para reforzar la conciencia cívica de los ciudadanos y fomentar su participación en las decisiones municipales. Después de todo, fue en las ciudades donde se inició la democracia.

La vida urbana moderna puede resultar enajenante y provocar una apatía popular cuando los ciudadanos no tienen ningún interés en participar en los problemas comunitarios. La respuesta a la apatía es un probado y auténtico compromiso por parte de las autoridades locales y de los líderes cívicos de volcarse hacia los ciudadanos para practicar la “democracia deliberativa” donde se escucha la opinión de todos y se hace todo lo posible para tomar decisiones que beneficien a todos los segmentos de la población.

La democracia digital, por medio de comunicaciones en línea, puede que no sea una panacea para consolidar la democracia, pero nosotros ya hemos sido testigos de los primeros resultados de las nuevas tendencias y técnicas que confirman el importante papel que la democracia digital jugará en el gobierno de ciudades en el siglo XXI.

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* Autor principal de: Democracia a Nivel Local: El Manual de International IDEA sobre Participación, Representación, Administración de Conflictos y Forma de Gobierno (Democracy at the Local Level: The International IDEA Handbook on Participation, Representation, Conflict Management and Governance) (Estocolmo: International IDEA 2001). Sisk es profesor asociado de Estudios Internacionales en la Facultad para graduados de la Universidad de Denver (USA).

En http://teodulolopezmelendez.wordpress.com.

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