Las cosas simples: vida, fulgor o muerte del lapislázuli en Chile

2.797

laPIS1La poeta chilena Gabriela Mistral aseguraba no poder escribir sus versos en cuarto cerrado cuyas ventanas dieran a un muro. Prefería escribir a cielo abierto con lápiz sobre una tablita recargada sobre sus rodillas. El cielo azul profundo de Chile lograba despertar su creatividad de tal modo que los versos caían como rodada de piedras en la cordillera. Les aseguro que el comentario de la poeta sobre el azul del cielo chileno es rigurosamente cierto.
| ROLANDO GONZÁLEZ ALTAMIRANO.*

 

El cielo chileno y su reflejo marino poseen un tono de azul diferente a las distintas tonalidades de azul que se miran en otros países del planeta. Debo decirles que ese azul del cielo que emocionaba a nuestra Gabriela, es el mismo azul que a los chilenos y chilenas, vagantes por antonomasia, los persigue y pugna por salir cargado de emoción en cualquier lugar del mundo donde se encuentren.

 

Pero el azul que subyace en la memoria no es suficiente para calmar las ansias de sentirse abrazados por el cielo y contemplados por ese mar que baña las costas chilenas. La memoria necesita retroalimentarse vivencialmente con situaciones concretas que sólo la realidad puede ofrecer.
Es imposible para estos viajeros incansables coger los trozos de mar y de cielo para llevarlos en sus valijas a los diferentes países donde transcurren sus vidas.

 

Es cierto que pueden llevar representaciones pictóricas, fotográficas y videos que pueden sustituir por algunos momentos las ansias de sentir sus orígenes. Sin embargo las imágenes tienen limitaciones porque poseen dos dimensiones en su plana superficie. La profundidad de campo que ofrecen estos cuadros son simples ilusiones ópticas que sólo sus ojos pueden disfrutar.

 

Allí es donde aparece en escena la piedra semipreciosa llamada lapislázuli que está dotada de ese llamativo tono de azul que les mencionaba. Un azul que no sólo se puede ver, sino sentir y que, para suerte del país sólo se encuentra en dos países del mundo, uno de ellos es Chile. Por lo mismo tiene gran demanda entre los turistas que visitan el país, sobre todo chilenos radicados en el extranjero.

 

Los artesanos chilenos aprovechan ese mercado cautivo y ofrecen la gema engarzada en joyas y bisuterías.
Lamentablemente desde hace pocos años estos artesanos comenzaron a falsificar la piedra vendiendo en sustitución vidrios coloreados de azul o pedazos de masilla, tal como les enseñaron a fabricar en algunas páginas de internet.[1]

 

lapis2Se han generalizado de tal manera estas falsificaciones que hoy en día es difícil encontrar el lapislázuli en las ferias artesanales. De hecho no sería ningún problema si los artesanos o vendedores declararan son imitaciones. El problema es que las ofrecen como gemas verdaderas.
Es lamentable que estos vendedores no se den cuenta que, prácticamente, están matando “la gallina de los huevos de oro”, porque los usuarios después de un tiempo se dan cuenta del fraude cuando deben limpiar la supuesta joya y se decolora horriblemente.

 

Esto significa que de estos hermosos años de vida y fulgor… podríamos pasar a la muerte del lapislázuli o caída de su demanda en los mercados chilenos si es que no toman las medidas adecuadas para garantizar la calidad del producto.

 

En todo caso yo me pregunto:
¿Acaso no hay nadie en Chile que vigile la calidad de los productos que se están ofreciendo en las ferias de artesanía para proteger a los compradores?
——
* Profesor universitario retirado (en México).
Alguna vez exiliado político.

1] Puedo mencionar dos:
Varias manualidades, que enseña a fabricar una imitar la piedra con masilla coloreada de azul.
Y la otra es http://joggdachr.blogspot.com/2012/08/piedras-preciosas.html, que enseña a falsificarla con vidrios pintados).

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.