Los argumentos del club de los contaminadores

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Lenin Cardozo.*

El club de los países contaminadores se defiende tenazmente ante la cada día más creciente acción de los ambientalistas. Los definen como los apocalípticos del nuevo siglo. Para sus políticos, intelectuales, científicos y periodistas, los ambientalistas han estado sistemáticamente equivocados y llevan infructuosamente décadas prediciendo que el mundo se va a quedar sin alimentos, sin tierras cultivables, sin bosques, sin agua potable, etc. 

Y según ellos (los del Club) por el contrario, se ha aumentado la oferta de todo eso que los ambientalistas temen que se va a agotar.

Walter Williams, de la Universidad George Mason, uno de sus más visibles y reconocido defensores de la "inocencia” de estos países, utiliza como argumentos comparativos, por ejemplo, que en los años setentas Lester Brown, de Worldwatch Institute, comenzó a predecir que el crecimiento de la población excedería la producción de alimentos. Y que en 1968, en su exitoso libro La bomba de la población, Paul Erlich predijo que el hambre reduciría la población de Estados Unidos a 22 millones para 1999.

Sin embargo, según Williams, desde 1961 se ha doblado la población del mundo, pero la producción de alimentos se ha incrementado en mayor proporción, inclusive en muchos países pobres. La Organización Alimentos y Agricultura informa que el consumo de calorías por persona en el Tercer Mundo se ha incrementado 27% desde 1961.

Sobre el tema de qué la lluvia ácida destruye los bosques, Williams argumenta tener pruebas de un supuesto estudio del gobierno de los Estados Unidos efectuado a un costo de 700 millones de dólares, donde concluyeron que "no hay evidencia de una reducción general o anormal en sus bosques en Estados Unidos y en los de Canadá debido a la lluvia ácida".

Igualmente expresa, que a cada momento surgen nuevas predicciones alarmantes de los ambientalistas, tales como que la expansión de las ciudades o la producción de biocombustibles están reduciendo las áreas de cultivo. La cual titula de absoluta exageración, ya que la realidad es que las tierras agrícolas que no están siendo actualmente utilizadas en sólo Estados Unidos y en Argentina podrían alimentar a 1.400 millones de personas.

El profesor Williams también se ríe de los argumentos de los ambientalistas cuando predicen que la erosión convertirá grandes áreas en desiertos, porque, afirma, sus técnicos e investigaciones propias demuestran otra realidad: la pérdida de áreas cultivables por erosión se ha reducido en dos tercios desde 1950.

Finalmente agrega que ahora pretenden los ambientalistas asustarnos con que la utilización de la energía nuclear es peligrosa. La realidad es que generar toda la electricidad que consumimos con plantas nucleares tiene un riesgo casi inexistente, está más en la imaginación de ellos (los ambientalistas) que en otra parte.

Saque usted amigo lector, sus propias conclusiones.

* Periodista.
En www.adital.org.br

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