Los familiares en el gobierno y el ajuste macrista con brutal aumento de tarifas en febrero

Juan Guahán - CLAE

En medio del vendaval de problemas, entre ellos los aumentos de febrero que azotan al pobre ciudadano de a pie, se ha instalado un debate que da para todos los gustos: ¿Los familiares de los políticos pueden o no trabajar en el Estado? Caen la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal y el presidente Mauricio Macri en las encuestas y sube Cristina Fernández de Kirchner. Crisis en la CGT y movilización obrera para el 22 de febrero.

Si había un tema en el que no hay acuerdo ni en el oficialismo, ni en la oposición, éste gira en torno a la posibilidad o no que los funcionarios designen parientes en el Estado. El pueblo llano, con la sabiduría que ha desarrollado para mantener -durante siglos- la sobrevivencia diaria, observa este debate con desdén. No le cree a unos, menos a los otros. Tampoco es tanto lo que le interesa. Viene recargado con la idea que los de arriba (donde coloca a casi todos los funcionarios) están para joderlo.

El tema tomó vuelo en estos últimos días. El gobierno encontró en él la posibilidad de titulares de prensa que no sean tan negativos. Mientras aplica -sin conmiseración- su ajuste, trata de disimularlo del modo que pueda. Allí le vino, como anillo al dedo, la posibilidad de plantear un debate sobre la presencia en el Estado de familiares de los funcionarios.

En torno a esta cuestión hay por lo menos 3 modos de abordarla. Como un problema ético, puede ser fuente de un montón de injusticias al privilegiar la designación de un familiar; también se puede analizar desde el punto de vista del riesgo de estar limitando la colaboración de personas idóneas y de confianza personal de los funcionarios y –por último- como algo vinculado a su cruzada para reducir el gasto público.

Pero además de estas cuestiones hay otra más y se trata de la oportunidad y de la necesidad que tenía para salvar a su Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que se había mandado varias macanas y exabruptos que prácticamente lo ponían al borde de la renuncia o despido.

Esa política finalmente aprobada por el decreto 93/2018 del martes 30 de enero, establece que no podrán ser designados en el Estado los familiares, hasta el segundo grado de consanguinidad, de funcionarios que sean ministros o tengan un rango semejante y sus superiores. Obviamente la medida no alcanza a los poderes Judicial y Legislativo, tampoco a las Provincias y Municipios. También están exceptuados quienes hubieran accedido mediante concurso público, tengan estabilidad por la antigüedad en el cargo o quienes hayan hecho reserva del cargo por ocupar uno de carácter político. Por lo visto no faltan agujeros por donde pueden colarse los familiares.

El gobierno lo quiere mostrar como un aspecto más de su búsqueda de una mayor trasparencia. En ese sentido la opinión pública mayoritariamente lo ve como una acertada medida contra el nepotismo que se viene practicando, desde que el mundo es mundo, por lo cual no cree muchos en las bondades de su aplicación. Desde otros sectores se lo cuestiona porque podría dejar afuera a personas capaces e idóneas que no tienen porqué pagar  “la culpa” de ser parientes de un Ministro.

El plazo para presentar las respectivas renuncias vence el 28 de febrero, pero han empezado a llegar las primeras, comenzando por los familiares de Triaca, Desde el gobierno estiman que los familiares involucrados serán unas 40 personas. “Mucho ruido para pocas nueces”. Los gobernadores tienen opiniones divididas o se han lecho “los sota” y no han opinado. Algunos dijeron que se sumarían a esta medida, entre ellos están los de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma, Entre Ríos, Jujuy y Neuquén, en Salta el gobernador manifestó estar estudiando una medida semejante.

Desde Mendoza el gobernador hace saber que, a partir de ahora, solo se ingresará a la administración pública por concurso. Se han opuesto públicamente a esta medida, tildándola de “oportunista”, “marketinera”, los gobernadores de Córdoba, Catamarca, Santa Fe y Tucumán. El gobernador de Formosa, no solo no adhirió sino que ratificó a su hermano como sucesor, en lugar de llamar a lecciones luego del fallecimiento de Floro Bogado quien fuera su vicegobernador.

 Por último esta medida se inscribe en el plan de reducción del gasto público. Más que por la cantidad de personas, lo quieren presentar como una medida ejemplar. El Presidente aspira a reducir unos 4 mil cargos políticos, aproximadamente 1 de cada 4. El sueldo promedio de los mismos es de 115 mil pesos mensuales. Esa medida junto a la reducción de estructuras y congelamiento salarial le daría un ahorro de algo más de 2 mil millones de pesos. Desde la derecha del gobierno los economistas se ríen de esa medida que solo significa, según sus cálculos, el 0,3% del déficit presupuestario. Desde el cristinismo la critican por demagógica. Sostienen que es para justificar otras medidas y que solo en el tema jubilatorio el gobierno se quedó con 100 mil millones de pesos de los jubilados y aquí hace alharaca por ahorrar 2 mil millones.

Política, economía y sindicalismo calientan el verano

Ya se ha ido el primer mes de este 2018, durante los 11 meses que le quedan se cocinarán las perspectivas para las elecciones del próximo año. Por lo menos deberá estar perfiladas dos cuestiones. La situación del país, que indicará las posibilidades del macrismo y también si el marco da para una continuidad de Mauricio o si, una situación más complicada, demandará colocar a María Eugenia Vidal en la candidatura presidencial. Por ahora, ambas figuras van cayendo en las encuestas que se van conociendo.

De ese mismo análisis derivarán las condiciones para saber si la oposición, encabezada por el peronismo, tiene o no condiciones para pelear esa presidencial. Eso -es obvio- depende de dos factores, por un lado que el macrismo siga cuesta abajo y no pueda cumplir su plan de pagar ahora los costos y crear las condiciones para revertirlos en el 2019. Por el otro lado habrá que ver si el peronismo logra establecer la unidad necesaria para derrotar al macrismo. En este sentido, dado que se va consolidando la figura de Cristina, pero también sus dificultades para ser candidata unitaria, es posible que alguien que tenga un buen vínculo con sus actuales posiciones y con llegada al pejotismismo pueda serlo.

En las últimas conversaciones playeras o aprovechando el aire acondicionado de oficinas porteñas está creciendo el nombre de Alberto Rodríguez Sáa que mantiene buenos lazos políticos con Cristina y sostiene una vieja relación con el peronismo histórico, habiéndose ocupado -como gobernador de San Luis- de mantener una total independencia respecto del gobierno de Macri.

En materia económica las noticias son repetitivas. El gobierno muestra algunas cifras positivas en materia de crecimiento, empleo y consumo de algunos sectores. La porfiada realidad social muestra otros “datos”. Esta semana, con el inicio de febrero, aparecieron los aumentos en las tarifas de transporte, luz, combustible y las cuotas de las prepagas. Entidades de consumidores anuncian cuestionamientos legales y productores del interior sostienen que están borrando del mapa a las economías regionales. Sus dirigentes venían de reclamar por un megadecreto por el cual se libera la importación de 314 productos que estaban protegidos porque la industria local no podía competir con sus precios internacionales. Con esto se ahondará el problema de empleo en varios sectores.

Pero la nota saliente de la semana la dio Jeffrrey Sachs, el reconocido catedrático de la norteamericana Universidad de Columbia. Éste estuvo en Buenos Aires y dio una conferencia en la Cancillería en el marco de las actividades preparatorias de la reunión del G 20 que nuestro país organizará en el mes de noviembre. Ante los ojos desorbitados de los funcionarios presentes, quienes se movían incómodos en las butacas del lujoso recinto, dejó un par de mensaje que no sonaron gratos al oído de sus interlocutores.

Les dijo “No desarrollen algo que se llama Vaca Muerta” y criticó la decisión de su gobierno (que pretende imitar el nuestro) de reducir los impuestos a las grandes empresas. Respecto a la primera cuestión sostuvo que uno de los grandes problemas de la humanidad, que debería tomar la próxima reunión del G 20, es la crisis medio ambiental. A la misma contribuyen los proyectos de extracción de hidrocarburos, vía fracking, como el de Vaca Muerta. Respecto a la reducción de impuestos a las grandes empresas sostuvo que ello agrega más desigualdad a la ya insostenible que hoy conocemos. 

Da la impresión que este conjunto de problemas: negocios, justicia, inflación, internas políticas y economía, parece condensarse en cuestiones como la sindical, sus protestas y la calle. Los bancarios anuncian que no atenderán el 9, 19 y 20 de este mes. Para el día 22 se anuncia el paro promovido por el moyanismo, donde se mezclan todos los problemas señalados y que tienen a Hugo Moyano como principal protagonista.

Roto el vínculo político que llevó a que Hugo apoyara a Macri, crecen sus dificultades: siguen sumidos en la duda sus negocios en OCA; aumentan sus dificultades legales en el Club Independiente que el mismo Hugo preside; a eso se le suma la bronca acumulada por la ley laboral y la situación social. Todo eso explica la convocatoria a la movilización del próximo 22 de febrero. Dentro de la CGT no todos coinciden en seguir a los Moyano en esta jugada y corre riesgo la débil unidad que esa central sindical hoy ostenta.

De todas maneras la situación externa presiona a todos para poner en la calle, de un modo más masivo y general, las múltiples actividades de protesta parcial. Las CTA es probable que también lo apoyen, al igual que las organizaciones sociales. Desde el peronismo hay posiciones todavía confusas. En el kirchnerismo parecen dispuestos a saldar viejas cuentas y plegarse a esta medida. La nueva conducción del PJ bonaerense también duda y debate. Más titubeos aún trae la fecha elegida. Se trata de un nuevo aniversario de la tragedia ferroviaria de Once, cuestión que suele recordarse –también en la calle- y que los Moyano no consideraron al momento de lanzar su convocatoria. Ahora, Facundo gestiona modificarla mientras que Pablo la ratifica.

China: ahora es oficial, es lo princinpal en inversiones

En esta semana hubo una reunión que generó muchas expectativas en varios círculos económicos y políticos, aunque fuera escasa su trascendencia pública. El personaje de esta reunión fue Xiao Jie, Ministro de Hacienda de China. Los temas fueron dos: La reunión del G 20 y los planes de “Un cinturón, un camino” que incluyen los programas de inversiones chinas en la Argentina. Allí están previstos los proyectos de inversión en infraestructura que los asiáticos harán en nuestro país.

“Un cinturón, un camino” planea conectar a China con el mundo. Incluye un proyecto ferroviario que atraviesa toda África y otro del mismo tipo para vincular Beijing con Europa. En nuestra región se propone reducir los costos a través de desarrollar un corredor bioceánico. En este sentido se está planificando el Túnel de Agua Negra, que vinculará a nuestro país con Chile, entre San Juan y Coquimbo.

En materia de inversiones están en marcha las dos represas en Santa Cruz; la estación espacial en Neuquén que está terminada y en período de pruebas; el proyecto de dos centrales nucleares por unos 15 mil millones de dólares y los planes en desarrollo en infraestructura ferroviaria del Belgrano Cargas.

La cooperación con China se completa con la perspectiva de mejorar nuestro comercio con ese país y asegurar una mejora en la conectividad vía internet, en un plan que también abarca a Chile, Brasil, Colombia y Perú. Para todos estos proyectos son claves los financiamientos del gobierno chino y el Banco de Desarrollo de Asia.