Los fantasmas de Portopalo

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Era la noche del 26 de diciembre de 1996, cuando una «carreta» del mar con 283 inmigrantes procedentes de Malta, se doblegó ante una tempestad y naufragó en el mar Mediterráneo al frente de Portopalo di Capo Passero, un puerto de unos tres mil habitantes, que viven sobre todo de la pesca. Murieron todos los pasajeros. Eran pakistaníes, indios, tamiles, ciudadanos de Sri Lanka que habían pagado con sus ahorros de una vida el sueño del Primer Mundo.

fotoLa noticia ni siquiera ocupó una línea de los diarios de este país y las autoridades italianas ignoraron el accidente. Sin embargo, cinco años más tarde, en 2001, el periodista Giovanni Maria Bellu (Cagliari,1957, en la imagen), del diario La Repubblica descubrió los restos del naufragio. Estaba a 108 metros de profundidad: a su alrededor había aun restos humanos que fueron fotografiados y gracias a los cuales la justicia pudo abrir un sumario; sin embargo, después de todos estos años, ninguno de los cadáveres ha sido rescatado. Probablemente nunca lo serán.

Giovanni Maria Bellu dio a conocer los resultados de su investigación en Los Fantasmas de Portopalo (Ed. Mondadori, Roma, 2004), un ensayo que reconstruye el naufragio, y aunque han pasado ocho años, la publicación del libro divide la sociedad siciliana. Incluso Salvatore Lupo – más conocido como Salvo- , el pescador que ayudó al periodista a reconstruir la historia se vió obligado a dejar la isla y a embarcarse durante seis meses en un petrolero para evadir las amenazas de un grupo de personas de Portopalo que se sintieron «deshonradas» con la historia.

Son probablemente los mismos que hace dos días amenazaron al periodista, durante un encuentro público en el teatro de Portopalo: «ese libro non deshonra», repite el alcalde Fernando Cammisuli, que, sin embargo, cándidamente afirma que no ha leído más que pocas páginas del libro-reportaje. Y el padre del edil inclusive trató de agredir a Giovanni Maria Bellu, que debió que salir escoltado por la policía.

A propósito de las amenazas que obligaron a Salvo a estar lejos de su familia durante seis meses, Bellu no usa perífrasis: «Se trata de mensajes y comportamientos lanzados con la técnica y la sabiduría de quienes, aunque no formen parte en modo organizado de la mafia, ciertamente han sido alimentados con sus enseñanzas seculares».

En conversación con Piel de Leopardo, Giovanni Maria Bellu explica las razones que lo indujeron a remover el pantano del silencio, y las dificultades que tuvo antes y después de publicar el libro.

– ¿Por qué decidió escribir este libro?

Decidí escribir «Los fantasmas de Portopalo» porque esta historia me parece una síntesis perfecta de los problemas que tiene que enfrentar Italia y en general Europa a partir de fines de los años 80 a raíz de la inmigración de miles de personas provenientes de las áreas más pobres del mundo. El naufragio de la Navidad de 1996, el peor que ha visto el mar Mediterráneo en los últimos 50 años es la historia de 283 emigrantes asiáticos que enfrentaron un viaje caro y difícil tratando de encontrar una vida mejor, o huyendo de la guerra como es el caso de los tamil. Se advierte la indiferencia de los gobiernos europeos y la dramática contradicción entre los ideales que fundaron Europa, como libertad, igualdad, fraternidad, tutela de los derechos humanos y su aplicación concreta. Luego está este pueblito de Sicilia, Portopalo di Capo Passero, donde los pescadores para no perder días de trabajo decidieron no recuperar los cadáveres de las víctimas, apoyando en modo no racional, pero sí determinante a las autoridades de Portopalo que negaban la tragedia. Portopalo en mi libro, es la metáfora de Italia y de Europa.

– ¿Por eso eligió también un tipo narrativo casi de novela, más que de ensayo?

fotoSí, y este es un aspecto que mi interesa subrayar y es como se ha escrito el libro. La técnica narrativa que elegí, es para mí tan importante como la historia que narra. Tratpe de usar el material denudo de la crónica con el ritmo de la novela. Es un tipo de narración no muy difundido en Italia, mucho más en los Estados Unidos. A la base de la decisión de este tipo de narración hay un racionamiento muy simple: la manera para dar a conocer una istoria muy dura es narrarla en modo fluido, apasionante, dinámico, como una novela. Es una «novela reportaje» o también «una novela de no ficción», uno de cuyos padres es Truman Capote.

– ¿Cuáles son las dificultades más serias que encontró para investigar lo sucedido?

Las dificultades mayores las encuentro aun hoy. Durante la investigación encontré dificultades de tipo técnico (por ejemplo encontrar los medios técnicos para identificar y encontrar los restos de la nave que estaba rodeado de los restos de las víctimas a 108 metros de profundidad, pero estos problemas fueron superados gracias al apoyo de mi diario, «La Repubblica», y a la pasión civil del pescador Salvatore Lupo, y los técnicos de la «Nautilus», la sociedad de investigación oceanográfica que me puso a disposición su robot submarino.

– ¿Y hoy día?

Hoy los problemas son mas bien «ambientales», es decir «políticos». Por ejemplo, Salvatore Lupo, el pescador que me ayudó a desenmascarar el secreto de Portopalo y que gratuitamente puso a disposición su barco para la búsqueda de los restos de la nave, desde junio del año 2001, es decir desde cuando empezó la investigación ha recibido amenazas, presión, intimidaciones. A mediados de noviembre de este año, cansado de esta situación decidió abandonar Portopalo y se embarcó en una nave petrolera. Desgraciadamente, la publicación del libro alimentó las polémicas y la hostilidad hacia Lupo.

– ¿Hostilidad generalizada?

No, y quiero aclarar este concepto: no es la hostilidad de todos los habitantes de Portopalo. Hay un grupo de personas que han estado difundiendo noticias falsas acerca del libro, acusándolo de haber «enfangado» el buen nombre del pueblo. Es una mentira, porque si hay alguien que verdaderamente ha «enfangado» el nombre de Portopalo son quienes que hicieron lo posible para que el secreto permaneciera como secreto. Pero cuando los mentirosos son personas inescrupulosas y además tienen un cierto poder, es necesario más tiempo para desenmascararlos, pero vamos por buen camino.

– El pescador que tuvo la valentía de contar la historia ha tenido que huir del país. ¿Por qué? ¿Entonces, quiere decir que todos los estereotipos acerca de «Sicilia mafiosa» son verídicos?

Los estereotipos nunca son verídicos y en mi libro quise dejarlos fuera. Por ejemplo, Portopalo, es el exacto contrario del pueblo mafioso de caricatura, como se ve en las películas o en determinados libros sobre la mafia. Es un puerto rico, con una cierta actividad turística, tiene hoteles, tiendas elegantes, «campings». En el libro digo que Portopalo es nada más y nada menos que cualquier pueblo italiano. Pero justamente esto es el problema.

– ¿Es decir?

Es decir que si un hecho análogo se hubiese dado en una zona de Sicilia con una presencia mafiosa fuerte, quizás todo hubiese sido más fácil. Por ejemplo, en Portopalo esta presencia se advierte en el mercado del pescado -incluso hay un sumario abierto- , pero no se ve un clima mafioso generalizado, como en otras zonas de Sicilia. Sin embargo, paradójicamente, las amenazas a Salvo Lupo demuestran una presencia mafiosa emergente. Lo que pasa es que la mafia no es solamente una organización criminal, sino un modo de relacionarse. A mi juicio, quien acusa a Salvo de «enfangar» el nombre de Portopalo actúa en modo inconsciente -por lo menos eso espero- en un ámbito cultural mafioso.

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Corresponsal en Europa del Sur.

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