Los jesuitas en Chile (II): el continuador de la obra del sacerdote Haimbhausen

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Rodolfo Novakovic.*

La historia consulta aquí y allá la aparición –o desaparición– de personalidades excepcionales; como encarnación de los viejos mitos solares, éstas cruzan el "cielo social" y tras el ocaso desaparecen, pero nunca por completo. Los deshilachados recuerdos, entonces, entremezclan realidades y subjetividades en el reino de las interpretaciones, y acaso también como consecuencia de un vano esfuerzo por reconstruir, muy a menudo esotérica y evanescentemente, una realidad perdida. En ocasiones, sin embargo, un investigador consigue obtener documentos y testimonios. Como lo hace el autor.


Introducción

Aunque aún no he publicado la primera parte de mi investigación, con el formato de una novela histórica hipotética –El Conde de Haimbhausen y el misterio de Veas-01–, en 2008 inicié una segunda parte que ya tiene por título Cómo se construye un imperio, en el cual se narran con mayor precisión los acontecimientos sucedidos durante el siglo XX, muchos de los cuales no podrían ser explicados fehacientemente sin considerar las ideas y proyectos inconclusos de los jesuitas expulsos a partir de 1767.

Tal como durante el siglo XVIII fue gravitante para el desarrollo de Chile, la vida y obra del sacerdote jesuita alemán y Conde de Haimbhausen, Karl von Haimbhausen, durante el siglo XX también fue decisiva la vida y obra en el país del continuador de la tarea inconclusa del padre Haimbhausen. Nos referimos al sacerdote alemán y doctor Wolfgang Bruno Wallisfurth Ploch, o como en Chile se le conocía, Dr. Wolfgang Wallisfurth.

En efecto, mientras el primero creó los fundamentos para el desarrollo de la industria, las ciencias y las artes en el Reino de Chile, el segundo prelado retomó antiguas obras inconclusas y otorgó a nuestro país industrias, empresas, bibliotecas históricas, un banco, etc., incluyendo la creación de la Fundación Alemana para el Desarrollo de Chile.

La familia de los Viehpeckh (luego, y a partir de 1585, los Haimbhausen) amaron las artes y las ciencias, trayendo a Chile los primeros materiales impresores a Córdoba y a la hacienda jesuita de Calera de Tango; como tanto la familia Wallisfurth y los Wieprecht eran impresores de profesión, existió por ello un nexo entre ambas familias, distantes unos 98 años una de la otra, y posiblemente vinculadas históricamente (aún un tema inconcluso). Y tal como sobre el padre Karl von Haimbhausen se ha intentado olvidar su legado, otro tanto se ha hecho en contra de la obra del padre Dr. Wallisfurth.

Aunque existen escritos y datos de la vida y obra del padre Wolfgang Wallisfurth, lo cierto es que poco reconocimiento se le ha dado, y en cambio se ha otorgado crédito y honores a los continuadores de su obra, o a obispos que no fueron más que meros “firmantes” de los acuerdos y tratados implementados por Dr. Wallisfurth. Ejemplos de ellos son algunas de las entidades CARITAS CHILE, INVICA, Sociedad Lechera del Sur y CELCO (Celulosa Constitución), todas fundadas y desarrolladas por el padre Wallisfurth.

El objetivo de este artículo es entregar un resumen auto consistente sobre la vida y obra de este destacado sacerdote alemán, quién por su gran vitalidad y energía, y dado que las ideas las llevaba siempre a la práctica, se le conoció por el apelativo de “El Volcán”.

El presente trabajo no podría haberse escrito sin la ayuda que me ha otorgado el ex presidente y actual Presidente Honorario de la Fundación von Humboldt en Chile, Dr. Lorenzo Cubillos-Osorio, quien no sólo me ha indicado la bibliografía de sus escritos sobre dicho sacerdote alemán, sino la información proporcionada por otros sacerdotes alemanes, hoy fallecidos, quienes al igual que el padre Wallisfurth, se interesaron en la vida del padre Karl von Haimbhausen, fallecido en Calera de Tango en abril de 1767.

Agradezco también la colaboración del sacerdote de la Orden de San Benito, Mauro Matthei Puttckamer, por su libro publicado en 1997, Wolfgang Wallisfurth 1915 -1992, además de los datos adicionales que me proporcionara y que forman parte de este trabajo.

Sin embargo, deseo agradecer particular y especialmente a la ciudadana alemana y chilena, doña Roswitha Helene Tiedemann Körber, quien fuera secretaria del difunto padre Wallisfurth, por el inmerecido apoyo que me ha prestado, proporcionándome datos únicos sobre la vida y obra de este destacado sacerdote, tales como fotografías, símbolo de la Editorial Wallisfurth, diversos escritos en alemán, artículos, libros varios y detalles sobre el pensamiento y últimos proyectos inconclusos. Sin la ayuda de la señora Tiedemann mi trabajo estaría, no sólo incompleto, sino también inconcluso el concepto y el pensamiento que Dr. Wallisfurth tenía para con nuestro país.

La señora Roswitha Tiedemann asesoró en todo al padre Dr. Wallisfurth entre los años 1985 y 1992, efectuando, elaborando y corrigiendo las traducciones de los escritos alemán-español, siendo ella quien atendió al padre en los últimos momentos de su vida y dispuso además que sus restos descansaran en Monschau in der Eifel, junto a los restos de su madre, Helene Ploch.

Vida y obra del padre Wallisfurth

Similarmente a como sucedió con la familia de los Haimbhausen en el siglo XVII, quienes tomaron este apellido por la localidad del mismo nombre (aunque su apellido real fue Viehpeck, ó Viehpeckh, que quizá incluso posteriormente derivó en la forma polaca Wieprecht), también el apellido Wallisfurth fue tomado de la entonces localidad alemana del mismo nombre (hoy parte de Polonia) del cual nacería la Wallisfurth Verlag o Editorial Wallisfurth.

Así, en el año 1929 apareció en la ciudad de Essen, Alemania, un trabajo de esta editorial donde participaron como editores los señores Christoph Wieprecht y Wofgang Wallisfurth (senior). La obra publicada llevaba por título Die Katholische Anthologie Lyrik der Zeit (Lírica del Tiempo de la Antología Católica” de la poetisa alemana Gertrud von Le Fort, de una familia de hugonotes, convertida al catolicismo en Roma, en 1925. En 1924 la poetisa escribe los Himnos a la Iglesia, siendo algunos de ellos publicados bajo licencia de la Editorial J. Kösel y Friedrich Pustet, de München. Uno de estos himnos, propiedad de la editorial de Múnich, y autorizados a la Editorial Wallisfurth para ser publicados aquel año de 1929 es el siguiente:

Mira, la Voz de tu Ley habla conmigo:
¡Lo que yo quiebro, no es quebrado,
y lo que doblego hacia el polvo, esto lo levando!
Yo a ti te he llegado a ser Desgraciada por Gracia
Y despiadada por compasión;
Te he deslumbrado, para que tus límites se diluyan,
Te he ensombrecido, para que no vuelvas a encontrar tus barreras.
Como el mar devora una isla, así te he devorado,
para que te arramble hacia lo eterno.
Llegué a mofarme de tu intelecto y a hacer fuerza de tu naturaleza,
Para que te desencadene como una mazmorra
Y te arranque ante las puertas de tu espíritu.
Pues hacia donde las profundidades de tu profundidad están sedientas,
Allá dejan de manar los pozos de esta tierra,
Y donde se desvanece tu última Nostalgia,
Allá se detienen todos los Relojes del Tiempo.
¡Mira, llevo en mis alas las blancas sombras del otro,
Y en mi frente ventean las Orillas del Más Allá!
Por eso tendré que ser desierto en tu cognición
Y aniquilamiento en tus labios,
Más, a tu alma soy Partida y Camino a casa
Y soy el Arco de su Paz con Dios sobre las nubes.

¿Quién salva mi alma de las palabras de los hombres?
De lejos resuenan como tambores,
Pero si se acercan, llevan sólo cascabeles.
Se apretujan llegando con banderas y estandartes,
Pero cuando se levanta el viento, se despedaza su suntuosidad
Escuchad, vosotros ruidosos y atrevidos,
Vosotros veleidosos de espíritu e hijos de vuestro capricho:
¡Perecimos de sed con vuestras fuentes,
Morimos de hambre con vuestra comida,
Quedamos ciegos con vuestras linternas!
¡Vosotros sois como una vía, que no arriba,
Sois no más que pequeños pasos alrededor de vosotros mismos!
¡Sois como aguas corrientes,
Siempre está en vuestra boca el propio murmullo!
¡Vosotros sois hoy cuna de vuestra verdad,
Y mañana también tumba de ella!
¡Ay de vosotros, que nos prendáis con las manos:
Un alma sólo puede ser cazada por Dios!
¡Ay de vosotros, que nos abreváis con vasos:
A un alma deberá darse eternidad!
¡Ay de vosotros, que enseñáis sólo vuestro vanidoso corazón!
Un sacerdote en el altar carece de rostro, y de brazos,
que levantan al Señor, están sin adorno ni polvo,
Pues, a quien Dios ordena hablar, le ordena silencio,
Y a quien enciende el espíritu, éste se apaga

El 27 de julio de 1915 nació en Dassau, provincia de Sajonia-Anhalt, Wolfgang Bruno Wallisfurth, hijo de Wolfgang Wallisfurth y Helene Ploch. Su padre fue impresor de profesión. En 1935 realiza su bachillerato en el Burggymnasium de Essen-Ruhr. Entre los años 1935 y 1943 efectúa estudios de Matemáticas, Astrofísica, Filosofía, Teología, Psicopatología, etc., en las Universidades de Paderborn-Bonn, Pontificia Universidad Católica de Chile, y en la Universidad Técnica del Estado (hoy USACH) donde obtiene su título de Constructor Civil, con el número de colegiado N° 2299. En Alemania los seminarios de todas las diócesis de Alemania y de Praga le niegan el ingreso a Wolfgang Wallisfurth para que estudie para sacerdote. Entretanto se dedicaba al estudio de física, astrofísica y astronomía en Bonn, un día le anuncian que existía la posibilidad de estudiar para sacerdote en Chile. En el libro escrito por el padre de la orden benedictina, Maurus Matthei Puttckamer, página 17, se muestra la forma en que Wolfgang Wallisfurth aceptó la opción para estudiar para sacerdote en Chile:

Cuando corría el tercer año del Régimen de Adolfo Hitler, en Alemania “me hablaron de una institución para vocaciones tardías, el Instituto Clementino de Paderborn y pregunté si en él se admitían también vocaciones normales. La respuesta fue positiva y se me explicó que los candidatos eran enviados posteriormente al extranjero para terminar allí sus estudios y ser ordenados sacerdotes en diócesis distantes. Decidí entonces irme a Chile. En Paderborn rendí filosofía y teología y después tomé algunos seminarios en Bonn. Al mismo tiempo practicaba los siguientes deportes: remo, esgrima y Yiu-Yitsu.

"En julio de 1937 fui llamado al servicio en Glauchau, Sajonia, donde durante siete meses trabajamos en construcción de caminos, drenajes, construcción de embalses y ayuda en las cosechas. Conseguí con mucha dificultad y sufriendo humillaciones el permiso de las autoridades militares para viajar al extranjero. Tomé pasajes en la electronave más nueva de la empresa naviera Hamburg-Amerika Linie, el Patria y viajé en agosto de 1938 a Valparaiso por la vía de Panamá. A bordo se encontraban, aparte de diplomáticos y gente del cine como el actor Viktor de Kowa, dos jesuitas españoles, ocho religiosas del Instituto de la Bienaventurada Virgen María (de María Ward) y ocho religiosas de la Inmaculada Concepción (de Paulina von Mallinckrodt). Un matrimonio chileno-alemán recibió un cable en que se le comunicaba que su hijo había perecido en el edificio del Seguro Obrero, en la intentona de golpe contra el presidente Arturo Alessandri.

"En La Habana se me presentó el contador del barco con una carta certificada de mi cantón militar en Essen… Se trataba de un llamado perentorio a los cuarteles, con la instrucción de pedir en el consulado alemán de La Habana un pasaje para retornar cuanto antes desde Cuba a Alemania. Desde el puerto de Colón y más tarde desde Buenaventura y Lima me comuniqué por teléfono con los respectivos consulados alemanes donde nada sabían del asunto, y así llegado a Chile, me presenté a la Embajada de Alemania con la petición escrita en el sentido de que se me permitiera terminar mis estudios universitarios en Chile”.

De esta manera, Wolfgang Wallisfurth no se vio envuelto de modo directo en la Segunda Guerra Mundial. El 3 de septiembre de 1938, y cuando contaba con 23 años, llevando dos maletas y un gran cajón de libros, entre ellos la colección más completa y moderna sobre astrofísica y astronomía, desembarcó en el puerto de Valparaíso, donde fue recibido por el señor Herbert Burger. Esta colección de astrofísica y astronomía luego la donaría a la biblioteca del observatorio astronómico de la Universidad Católica, situado en la cumbre del Cerro San Cristóbal (aquí cabe señalar que en 1987 tuve el privilegio de conocer este observatorio a invitación del fallecido sacerdote y ex rector del Verbo Divino, el P. Bernardo Starischka, quien influyó fuertemente en que yo siguiera la carrera de físico).

El joven Wallisfurth se desempeñaría él mismo como observador y usuario de este telescopio, que en 1929 había sido traído a Chile por unos astrónomos norteamericanos, para observar el paso del planeta Venus entre el Sol y la Tierra. La primera fotografía que haría el P. Wallisfurth fue a la Cruz del Sur.

Dos meses después del terremoto de San Carlos, Chillán y Concepción, que dejarían un total de mas de 57.000 víctimas, el joven Wolfgang Wallisfurth se iniciaba como seminarista en marzo de 1939. Luego recordaría que al producirse el sismo, él y los restantes seminaristas se encontraban en las “covachas” de un edificio de adobe en Punta de Tralca, y mientras todos abandonaron la pieza común, él se quedó en su cama sin comprender el motivo del sacudimiento, de manera que los compañeros, desde fuera, le gritaban “Gringo salga, gringo salga”. Posteriormente el P. Wallisfurth visitó en San Carlos a sus compañeras de viaje, las religiosas de María Ward, cuyo colegio Santa Rosalía había quedado reducido a escombros.

En marzo de 1939 inicia oficialmente sus estudios de filosofía y teología en el Pontificio Seminario Mayor de Santiago, situado en calle Seminario N° 18. Hasta el año 1940 el extenso territorio de la diócesis de Ancud era uno sólo, pero ese año la Santa Sede decide su división en tres partes, presididas por Monseñor Ramón Munita Eyzaguirre, cuyo tío, profesor del Seminario de Santiago, era Mons. Enrique Eyzaguirre. Los tres nuevos vicariatos apostólicos eran los siguientes: (a) el de Aysén, confiado a la Congregación de los Siervos de María o Servistas; (b) el de Ancud, reducido a la Isla Grande de Chiloé e islas adyacentes; y (c) el nuevo obispado de Puerto Montt, cuyo territorio comprendía la provincia de Llanquihue. Monseñor Munita fue promovido a la nueva diócesis en Puerto Montt, siendo en Ancud reemplazado por Mons. Frías Hurtado.

Debido a las dificultades del terreno del sur de Chile, y a las distancias que a muchos les costaba salvar para visitar las comunidades y los pueblos, el P. Wallisfurth se ofreció para ser admitido en esta nueva diócesis, ayudando y asesorando al obispo Mons. Munita, aunque el tío y profesor del Seminario de Santiago mostraba cierto desagrado hacia este nuevo estudiante alemán. En efecto, la imprudente conducta de Mons. Enrique Eyzaguirre llegó al extremo de solicitar al joven aspirante a sacerdote, Wolfgang Wallisfurth, que se cambiase nombre para atender a gente pobre y humilde, o que de lo contrario él impediría que fuese ordenado sacerdote. No obstante, y a pesar de los “deseos de aquel profesor de seminario”, el seminarista alemán, Dr. Wallisfurth, solicitando su traslado en 1941 a la ciudad de Puerto Montt, para ayudar a Mons. Munita, y el 28 de noviembre de 1943, es ordenado sacerdote en dicha ciudad.

El propio Mons. Ramón Munita, en sus Memorias, página 495, bajo el subtítulo Ordenaciones episcopales y sacerdotales dice textualmente: “En mi larga vida episcopal de más de 37 años, por bondad del Señor, pude participar en las siguientes ordenaciones episcopales: Consagré a Monseñor Eladio Vicuña Aránguiz (Obispo de Chillán); actué como con-consagrante de Mons. Antonio Michelatto, Alberto Rencoret, José Luis Castro; y ordené de sacerdotes del clero diocesano a: Francisco Avila S., Francisco Palma, …, y Wolfgang Wallisfurth”. Antes, el 14 de febrero de 1943, confería las órdenes menores al estudiante jesuita Hitschfeld de Puerto Varas, y el diaconado para Wolfgang Wallisfurth. Su primera misa fue cantada en la Catedral de Puerto Montt, el 7 de marzo de 1943. Posteriormente, el 29 de abril de ese año, el diario local El Llanquihue publicaba los nuevos nombramientos decretados por el obispo, donde el padre Wolfgang Wallisfurth aparecía con los siguientes cargos: Secretario Interino y Archivero, Asesor Diocesano de los jóvenes de Acción Católica y Director del Óbolo del Culto. Con esta misma fecha Mons. Munita y el P. Wallisfurth publican el primer libro de Historia de la Diócesis de Puerto Montt.

El P. Wallisfurth obtiene el carné de identidad bajo el número 1.518.481 del Gabinete de Santiago. En 1943 Wolfgang Wallisfurth recibe el título de Doctor en Teología, con su tesis titulada Juan Casiano y su concepto de Fe. Entre los años 1943 y 1951 en la ciudad de Puerto Montt fue secretario del Obispo Diocesano, Secretario Canciller de la entonces nueva Curia Diocesana, Director del Dinero del Culto, Administrador de Bienes, Asesor de la Acción Católica de Jóvenes, y Constructor del Arzobispado. Entre 1945 y 1951 participa en la Dirección Nacional de Ayuda a la Alemania Hambrienta de la post-guerra del Comité de Socorro. El título de Constructor Civil lo obtiene el P. Wallisfurth en el año 1950, que luego lo revalida ante la Universidad Técnica del Estado. Entre 1951 y 1952 fue el primer párroco de Llanquihue, a orillas del lago del mismo nombre.

A partir de 1952 el padre Wolfgang Wallisfurth es designado como representante en Chile de la Fundación de San Rafael, que es una organización alemana de migración. Este año de 1952 inicia la atención organizada de inmigrantes desde Europa y Hong Kong hacia Chile. Entre los años 1952 y 1963 actúa como cofundador y administrador del Hogar del Inmigrante en el Parque Quinta Normal de Santiago, con 350 camas, y del Hogar en Puerto Varas con 150 camas. La atención humana se realizó con la cooperación de las religiosas españolas Carmelitas Misioneras de Tarragona y a través de un numeroso personal de intérpretes, profesores de castellano, y asistentes sociales. Mas tarde todos estos hogares serían disueltos.

Desde el año 1955 el padre Wallisfurth fue cofundador, miembro del Consejo, Director y Secretario General Ejecutivo del Instituto Católico de Migración (INCAMI) y Representante en Chile ante los organismos internacionales de refugiados y emigrantes: IRO, CIME y en especial ante el Instituto Católico de Migración en Ginebra-Suiza (INCAMI).

Contrariamente a lo que se cree en Chile, el verdadero fundador y ejecutor de la obra de CARITAS Chile fue el padre Wolfgang Wallisfurth. Entre 1956 y 1961 Dr. Wallisfurth promovió, fundó y actuó como Secretario General Ejecutivo de CARITAS Chile, federación de todas las obras sociales de la Iglesia Católica y los respectivos institutos de formación para esta labor en Chile; y miembro de la entidad Caritas Internationalis como representante en Chile. Entre los años 1959 y 1975 el P. Wallisfurth fue fundador y primer Vicepresidente Ejecutivo del Instituto de Viviendas Populares (INVICA), instituto para la promoción de viviendas de carácter social. El objetivo del padre Wallisfurth fue construir casas asísmicas, económicas y con los metros cuadrados que deben ser acordes con el grupo familiar.

Entre 1961 y 1971 fundó y dirigió la Asociación Chilena de Ahorros y Préstamos, Casas-Chile (que posteriormente se fusionó y transformó en un banco). Entre 1963 y 1971 Dr. Wallisfurth fundó y ejerció como director ejecutivo de la Promotora Celulosa Constitución (CELCO), con el fin de dar trabajo a la entonces mas pobre y abandonada provincia de Chile: la provincia del Maule. De esta forma con CELCO (entidad creada el 27 de febrero de 1963 ante Notario Público de Santiago, suplente de Ramón Valdivieso Sánchez), se logró evitar que continuara una migración de la población maulina hacia la capital, formando lugares o sectores periféricos a las grandes ciudades. CELCO llegó a ser la primera industria de la región. Con el correr de los años CELCO fue creciendo, fundándose dos industrias de celulosa más.

En 1964 funda y se convierte en el primer Director Ejecutivo de la Fundación Alemana para el Desarrollo de Chile (FUNDAL). Esta entidad fue clave durante todo el proceso del desarrollo de Chile hasta 1992, cuando sucede la inesperada muerte del padre Wallisfurth en Alemania. FUNDAL se crea el 31 de Enero de 1964 ante Notario Público de Santiago don Rafael Zaldívar Díaz, siendo los propietarios y socios fundadores (desde aquella fecha hasta el presente) Celulosa Constitución (CELCO), con el 25% de participación; el Arzobispado de Santiago (con el 25% del capital social), y el Instituto de Viviendas Caritas Chile-INVICA con el 50%. Cuando sobrevino el terremoto de marzo de 1985, las destruidas oficinas de FUNDAL fueron reemplazadas, por algunos meses, por las de los señores Ingenieros, Michael Raczynski Oppen y Juan Valdés Edwards. Así, la mayor parte del millón y medio de marcos alemanes que la Arquidiócesis de Köln destinó en ayuda de los damnificados de aquel terremoto, en las regiones centrales de Chile, fue tramitada por intermedio de FUNDAL.

Entre los años 1975 y 1992 FUNDAL llevó a cabo 939 proyectos, lo que significó una inversión de 22 millones de marcos. Por otro lado, uno de los rubros que sigue atendiendo FUNDAL es la internación liberada de derechos de Aduana de maquinarias y vehículos en favor de obras de beneficencia, gracias al Decreto N°412, que el mismo padre Wolfgang Wallisfurth gestionó en 1963, dos años después de haberse creado, en la Región del Maule, la entidad Benefactora Dignidad (que se ha beneficiado de este Decreto N°412). FUNDAL se asoció, por intermedio del padre Wallisfurth, a una institución promovida principalmente por inmigrantes húngaros, destinadas a producir semillas de alta calidad, exportables a los Estados Unidos de Norteamérica. Se comenta que las transferencia de dinero FUNDAL las efectuaba por intermedio de la famosa Casa de Cambios Steinsapir (la misma entidad que fue solicitada, a petición de los norteamericanos, cuando en el edificio Diego Portales tuvo lugar la negociación de la deuda externa de Chile).

En palabras del propio Dr. Wolfgang Wallisfurth (pubicadas por el sacerdote Maurus Matthei, OSB) se resume:
"Desde su fundación, FUNDAL ha canalizado una cantidad considerable de bienes y dinero en favor de obras de beneficencia en Chile. Para no despertar a ‘perros dormidos’ no solíamos difundir noticias sobre nuestros éxitos en este terreno. Pero que hubo éxitos, sí los hubo, y muchos… La mayor parte del dinero provenía de la Arquidiócesis de Colonia, cuyos aportes a Chile seguían en tercer lugar después de los aportes a la India y al Brasis, países inmensos. Su Eminencia, el Cardenal Paul Frings autorizaba el financiamiento de todo proyecto recomendado por mí. Una población en el sector de Pudahuel lleva por ello su nombre. Igualmente Colonia apoyaba y recomendaba mis peticiones a ADVENIAT y MISEREOR. Muy acogedoras y hospitalarias fueron siempre para mí las autoridades de Caritas Alemania en el Werthmannhaus de Friburgo. A través del señor Martín Vorgrimler, y otras damas y caballeros de dicha institución, recibía los instrumentos necesarios para lo cristianamente realizable y discutía con ellos los medios, los caminos y las metas de nuestro trabajo en Chile".

En el año 1971 es condecorado con la Cruz al Mérito Alemana (Bundesverdienstkreuz) de Primera Clase; mientras que en 1975 recibe la Insignia de Oro de Caritas-Alemania (Deutscher Caritas-Verband).

Ya desde el tiempo en que llegó a Chile, y como antes se ha dicho, Dr. Wallisfurth se interesa en la formación de la biblioteca más completa que existiera sobre Chile, su historia, su geografía, sus cielos para observar el firmamento, etc. Por ello inicia la recopilación de mapas antiguos, documentos históricos, accesos y pasos cordilleranos, información sobre la Isla de Chiloé, sobre la Isla de Pascua, etc., dando origen a una biblioteca de más de 82.000 volúmenes, la que en 1971 el presidente Salvador Allende Gossens intenta arrebatársela. Por ello, y como una forma de salvaguardar estos escritos únicos en su tipo, algunos que se suponen que fueron documentos que guardaron en el Sur de Chile los jesuitas antes de su expulsión, el P. Wallisfurth envía esta biblioteca a la ciudad de Köln (Colonia), para posteriormente en 1985 donar esta colección a la Biblioteca del Arzobispado de Colonia, quedando en el moderno Maternushaus en calle Kardinal-Fringsstrasse 1-2, Köln. En agradecimiento por la donación efectuada, y formada la Hispano-Südamerika- Bibliothek Dr. Wallisfurth en dicha ciudad, se le nombra Canónigo Honorario de la Catedral de Colonia, en Alemania, y antes en 1983 se le asigna la Placa de San Bonifacio dado por el Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. En 1985 también le es conferida, por el Gobierno de Chile, la Orden al Mérito “General Bernardo O’Higgins” en el grado de oficial.

En 1986 se le hace entrega a Dr. Wallisfurth del Plato de Pan, honor más alto que confiere Caritas-Alemania en Friburgo. En 1988 promueve, funda y es escogido primer presidente de la Fundación para la Capacitación Laboral de Personas Minusválidas “CAPACITAS”, en la ciudad de Santiago de Chile, por Decreto N° 32 del 29 de enero de 1988, del Arzobispado de Santiago, en ese tiempo bajo el Arzobispo don Juan Francisco Fresno. El 13 de noviembre de 1989 renuncia a su cargo como Presidente de CAPACITAS, continuando como Presidente honorario. En 1990 es nombrado como representante ante la Institución de Beneficencia de Alemania y Europa del recién fundado Obispado de San Bernardo, a cargo de Mons. Orozimbo Fuenzalida F.

El 15 de febrero de 1991, luego de muchos años anhelando dar a luz un trabajo, el P. Wallisfurth junto con la ayuda de su asesora y traductora, Sra. Roswitha Tiedemann, y con el apoyo de la revisión lingüística de la Sra. Nelly Parraguez López, publica la traducción al español de la obra Himnos a la Iglesia compuestos por la gran teóloga y poetisa alemana Gertrudis von Le Fort (1876-1971). El P. Wallisfurth establece que la versión del texto alemán al castellano de Chile ha sido difícil por la versatilidad de conceptos y la riqueza del lenguaje de la autora, por lo que se ha tratado de obtener un trabajo que pueda ser entendido por la mayoría de sus lectores. Al inicio de este trabajo he colocado uno de los cantos líricos.

A fines de los años ochentas, y siempre con la ayuda de su secretaria y traductora, Sra. Roswitha Tiedemann, el padre Wallisfurth realiza uno de los primeros estudios serios en Chile sobre la santa y visionaria Hildegard von Bingen, y cuyo resumen aparece en 1991, Número 9, página 67, de la Revista de Educación Médica, de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica. Esta revista, que se inició en 1983 y culminó su último ejemplar publicándose en 1998, trataba diversos temas de suyo interesantes, como el funcionamiento del cerebro, los templarios, los Caballeros de San Juan, las cruzadas, los Caballeros de la Orden de Malta, sobre la vida y obra de obispos destacados, etc.

En efecto, muchos miembros de de la Orden de Malta y miembros de la Fundación von Humboldt han publicado sus artículos en esta Revista de Educación Médica. Así, por ejemplo, junto al escrito del P. Wallisfurth, aparece el estudio Breve Reseña Histórica de la Orden de Malta del abogado de la Universidad de Concepción y Caballero de Honor y Devoción de la Orden de Malta, don Fernando Campos Harriet. En dicha revista también publica el Presidente Honorario de la Fundación von Humboldt, Dr. Lorenzo Cubillos Osorio, de quien ya hemos hablado, y gracias a quien he podido encontrar numerosa información sobre el P. Wolfgang Wallisfurth. El Dr. Lorenzo Cubillos (quien como miembro de la Fundación von Humboldt destaca la trayectoria y premios recibidos por el Ingeniero y científico chileno, señor José Miguel Aguilera Radic, por sus aportes a la industria de alimentos, galardonado en 2002, por la fundación en Bonn con US$ 50.000), escribió en 1992, en la Revista de Educación Médica, un resumen sobre la vida y obra de los padres Wolfgang Wallisfurth y Mons. Ramón Munita Eyzaguirre.

Sorpresivamente, y mientras realizaba un viaje a Alemania, el 11 de julio de 1992, próximo a cumplir los 77 años de edad, el padre Wolfgang Wallisfurth fallece en el Hospital de Santa Isabel de Colonia, víctima de una embolia pulmonar. El Dr. en Medicina, Lorenzo Cubillos Osorio, dice en su artículo publicado en Revista de Educación Médica:
“Como cristiano, como chileno, como médico y como amigo personal de él, deseo expresar el hondo sentimiento de gratitud hacia este extraordinario y carismático sacerdote, que tanto hizo por la Iglesia, por nuestro país, por la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y por este modesto servidor. El Dr. Wallisfurth –pronunciado en la misa exequial por Monseñor Herbert Michel– no sólo era un trabajador infatigable y un organizador superdotado, él hacía su trabajo de todo corazón.

"Sus demandas de ayuda a diversas instituciones de Alemania a favor de las necesidades de Chile revelaban, en su impresionante descripción de los diferentes problemas humanos, una calidad, diríamos, literaria. Se percibía su conmoción interior, que a veces velaba bajo palabras rudas, cuando describía las aflicciones de los sacerdotes ancianos, enfermos o solitarios, o cuando intercedía a favor de las religiosas, los ancianos o los incapacitados… Si lográramos juntar todas las personas que en el curso de su vida recibieron su ayuda y a quienes dio pan, techo y abrigo, creo que no cabrían en esta amplísima Catedral de Colonia… Porque sus obras lo seguirán, una buena obra siempre tiene que ser continuada”.

Las exequias del P. Wolfgang Wallisfurth se realizaron en la Capilla del Santísimo Sacramento de la famosa Catedral de Colonia, el 17 de julio de 1992, y sus restos descansan en el cementerio de Monschau, cerca de Aquisgrán. Desde aquí, el pueblo chileno tendrá siempre que reconocer la generosa obra de este gran Ministro de Dios y como signo de gratitud elevar a El una perenne plegaria por el eterno descanso de su alma (palabras finales del Dr. Lorenzo Cubillos Osorio en su artículo titulado Dr. teol. Wolfgang Wallisfurth Ploch. Revista de Educación Médica, página 285, año 1992).

Simbolismos comunes, un plan común
(Todas las imágenes e ilustraciones mencionadas o descritas, se encuentran en el documento original: El Imperio del Sur).

En El Conde de Haimbhausen y el Misterio de Veas-01, y en diversos artículos publicados en estos blogs (http://4.bp.blogspot.com), se han mostrado fotografías de la fachada de la Iglesia de Calera de Tango, donde inscripciones fenicias que simulan ser un año (J 7 6 0) no es otra cosa que la indicación que la extinta Compañía de Jesús es el Poder (Látigo) de Dios, o que la Orden del Temple es el Poder de Dios. Más, ahora nos detendremos exclusivamente en el símbolo central, del J H S que forman parte de la Cruz cuya base termina en una figura que parece un corazón.

Consideremos ahora la figura o imagen con el signet de la Imprenta Wallisfurth.

Aparentemente, ambas inscripciones parecen ser distintas; más podremos notar que representan un idéntico motivo partiendo del antiguo jeroglífico egipcio de sonido “nfr”, que significa Belleza, Bondad, Perfección, que es el “Aleph” o el “Aguila” con las alas rectas extendidas posando su patas sobre el Mundo, y cuya forma antigua es la siguiente:

El Aleph está formado por el símbolo Tau sobre la “Rueda del Mundo” o Teth. La forma de Teth varía dependiendo del tiempo o época específica (hebrea, samaritana, etc.), siendo dibujada como una letra G “girada” a la izquierda, o bien como un Corazón. De este modo, las siguientes formas son análogas:

Así tenemos al Aguila con su alas rectas extendidas, posando su patas sobre la “Rueda del Mundo”. Las patas del Aguila pueden ser reemplazadas por el símbolo Λ, que es análoga a la forma Ψ, o a la forma ω, que corresponde al símbolo Shin. Ahora bien, el Shin es un símbolo astronómico secreto hebreo (y posiblemente fenicio) muy antiguo que expresa el fenómeno en el cual el Sol Naciente y la Luna Llena Poniente están opuestos el uno del otro, sucediendo a las Seis en Punto de la Mañana y a una distancia angular de 180 grados del Sol. El Shin, compuesto de las formas Sh ó Shen (Sol, J) mas la forma Sin (Luna, S), con el tiempo también fue representado por la forma Η, que corresponde a la Luna Llena del mes de Nisan en el momento de la creación del Mundo, en donde el Sol y la Luna Llena están opuestos uno del otro. Por tanto, si las patas del Aguila son reemplazadas por cualquiera de las formas del Shin, tendríamos como símbolo resumido, una Cruz puesta sobre una base con la forma H, o con la forma ω, o bien la forma ש , y bajo sus pies, la forma de un Corazón, o ט

Con la explicación anterior serían análogas las formas siguientes:

Si un rombo pequeño equivale al símbolo I, que se une a otro rombo o I, tendremos que la unión de los dos rombos dará la forma H, mientras que el símbolo análogo, ω, estará formado a la izquierda por el Sol (J) y a la derecha por la Luna Llena (S), de tal manera que el desarrollo de la forma del ALEPH nos entregará la siguiente evolución de inscripciones:

Conclusión

En resumen, el símbolo utilizado por la Wallisfurth Verlag no es otro que el utilizado por los jesuitas hasta el momento de su expulsión. Por tanto, si los sacerdotes y religiosos que pertenecieron a la Compañía de Jesús fueron hasta 1767 los continuadores de la Orden del Temple, o los Caballeros de la Orden del Temple, entonces el mensaje cifrado del Signet usado por los Wallisfurth parece indicar que los verdaderos “descendientes” o continuadores de la obra de los jesuitas Expulsos fue continuada, o intentada reiniciar, por quienes formaron parte de la Imprenta Wallisfurth. Y si en Sieburg, en el pueblo de San Agustín y en Bonn tuvo su sede y lugar de trabajo el padre Wolfgang Wallisfurth, entonces los continuadores de la obra de los sacerdotes Haimbhausen y Wallisfurth pueden ser ubicados también en estas localidades, y en el Arzobispado de Colonia y en la Biblioteca de la Casa-Materna o Madre Patria, ó Haimbhausen, o Maternushaus.

Finalmente, otro indicio que el padre Wallisfurth fue el continuador de la obra del P. Haimbhausen, son los aportes que me hiciera el Dr. Lorenzo Cubillos Osorio, de la Fundación von Humboldt, cuando en agosto del año pasado, 2009, me comentara que no sólo el P. Wallisfurth se había interesado en la vida y obra del P. Haimbhausen en Chile, sino también los sacerdotes Bernard Starischka y Eligius Vanchek, a quienes tuve el honor de conocer y de quienes aprendí no sólo de ciencia, sino de lo que ellos consideraban y definían como “Información”, que es un Estado Real y Universal (que no es Energía ni Materia), que es anterior a ambas, y que las mueve y las modifica.

Por lo anterior, y aunque he continuado silenciosamente con mi trabajo teórico, me siento responsable de terminar la Obra Histórica que todos ellos iniciaron, y que hoy muchos “usurpadores” en Chile y en el Mundo se han enriquecido ilícitamente con sus trabajos e instituciones fundadas.

* Físico e investigador, perito en algunas causas judiciales notorias.
La primera parte de esta investigación sobre la C0mpañía de Jesús en Chile puede leerse
aquí.

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