Mohammad Alí, el más grande

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El 17 de enero de 1942 (esta semana cumplió 70 años) nació en Louisville, estado de Kentucky (EEUU) el más grande boxeador de todos los tiempos. Cassius Marcellus Clay fue el nombre que le puso su padre –igual al suyo- e idéntico al que tenía el amo de su familia descendientes de esclavos procedentes de África. Campeón olímpico a los 18 años, pasó al profesionalismo luego de 100 combates en los que solo perdió 5. Ya como profesional fue campeón mundial de todos los pesos y dejó el boxeo luego de 56 victorias en 61 combates. Poco después de su retiro, en 1981, comenzaron aparecer los síntomas del Mal de Parkinson que sobrelleva hasta el día de hoy.
Su fama, nacida en el rudo y controvertido deporte de los puños, se extendió mucho más allá de los aficionados a esa práctica y se constituyó en un símbolo de la lucha por la paz en Viet Nam y de la reivindicación de su raza.
Se reía de quienes cuestionaban sus actitudes y dichos altaneros y provocativos afirmando que “no puede ser humilde el más grande de todos”. Al heterodoxo estilo boxístico, que lo llevó a la cima de ese deporte, él mismo lo caracterizó diciendo “flotar como una mariposa, picar como una abeja”. Solía bailotear en derredor de sus adversarios, aceptando y amortiguando sus golpes hasta cansarlos y aniquilarlos.
En 1967 rechazó incorporarse al ejército e ir a la guerra de Viet Nam, esa  postura –inicialmente religiosa- pasó a ser un símbolo político. Fue despojado de su título, de su pasaporte y no pudo boxear durante tres años y medio. Sostenía: «No iré a tirar bombas en Vietnam mientras a los «negros» de mi tierra los tratan como a perros. No iré a tirar bombas a 17 mil kilómetros de Estados Unidos y matar gente inocente”. Denunciaba que “el gobierno tiene un sistema en el que los hijos de los ricos van a la universidad y los de los pobres a la guerra”
Por aquellos tiempos se había vinculado a los musulmanes negros. A los 22 años, en la cumbre de su carrera, abandonó “su nombre esclavo: Cassius Marcellus Clay” y adoptó el musulmán de Muhammad Alí. De allí en adelante pretendía que fuera reconocido de esa manera. Uno de sus adversarios, Ernie Terrel, cometió la “burrada” –en una conferencia de prensa previa a la pelea- de llamarlo como “el blanco Cassius Clay”. Durante la pelea (Houston, 6 febrero 1967) el Campeón se dedicó, después del octavo round, a golpearlo sistemáticamente en la cara, sin buscar su caída, mientras bailoteaba y le decía: ¿Cuál es mi nombre, cuál es mi nombre, tonto?  Con su cara hecha una máscara de sangre, al cumplirse los 15 asaltos, Terrel tuvo que ser internado por 3 semanas en un hospital. En 1975 arrojó su medalla olímpica al Río Ohio, cuando no le permitieron comer en un restaurante exclusivo para blancos. En 1999 la BBC (Londres) lo reconoció como “la personalidad deportiva del siglo”

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