Mundo digital. – LA CARA OCULTA DE LA PARANOIA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

¿Cuántos saben que, de acuerdo con The Puzzle Palace, la historia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) editada por McMillan en 1984, cada ciudadano estadounidense tenía registradas 20 referencias personales en bancos de datos secretos? Hoy esta información debe haberse multiplicada por 40, desde que el gobierno de Bush ha logrado legalizar el espionaje masivo.

Otro rubro oculto, apropiado para estos medios, son los cálculos del alza o baja de monedas en los momentos más inesperados en los lugares más remotos. Así acostumbran a “tumbar” gobiernos en muchos países del Tercer Mundo, como quisieron hacer con Cuba en 1960.

Son cosas de la modernidad el poder enviar y recibir mensajes, pagar cuentas o controlar procesos elementales como el saber –desde la calle– si tenemos llamadas y de quiénes. La vida cambia, pero hay más que sistemas sencillos y todo en un momento dado comienza a complicarse. Por eso el 90% del público no pasa de ciertos límites ni se atreve más allá de ciertas fronteras.

Hay más. Una forma de lucha en el campo de la informática era tergiversar su sentido y falsear su naturaleza, como hizo el delegado de Sri Lanka ante el Programa Internacional de Desarrollo de la Comunicación, E. L. Wickremasinghe, al proclamar en la UNESCO que la computadora habría de eliminar el hambre en el mundo en el término de diez años, pasmosa afirmación que fue impugnada por Cuba y algunos países africanos.

¿Existen medios buenos y malos?

¿Cómo catalogar a la informática? ¿Es un instrumento de múltiples funciones, adaptable a todo género de propósitos? Hasta ahora parece ser así, como demuestran los “hackers”, las corporaciones transnacionales y los servicios militares y de inteligencia de las grandes naciones. Todo es posible en el campo de la automática y la robotización. Cosas que no se han pensado parecen estar al alcance de la mano, como la identificación de una persona entre 2.000 millones de habitantes de 200 países.

Se trata de un medio que multiplica el saber y el conocimiento, pero también el modo de aplicarlo a lo que se considere más viable y útil a los intereses de un organismo o empresa. Este sistema está asociado a un nivel de clase que no puede ser soslayado porque su misma naturaleza concierne a objetivos de desarrollo y también de poder.

En este caso hablamos de su posible subordinación a un nivel macro que tiene que ver con la conquista del hombre y el medio. Es decir, fines que van más allá de la organización del conocimiento y que supone su utilización como herramienta de dominación. Son instrumentos que requieren de una inversión y de un propósito, por lo que no está al alcance de los pobres de este mundo, esos que viven con menos de dos dólares diarios y que suman mas de 3 000 millones de habitantes.

Aunque aparentemente simple, se requiere un nivel de capacitación que no solo es técnico, sino que incluye un concepto y un fin en sí mismo. Esto significa un cambio cualitativo en términos de cultura y civilización, así como la respuesta a preguntas clave: ¿Para qué? ¿Con qué objetivo?

Tengamos en cuenta que la «clase media» ha asumido la computación en un 90% mientras que los desamparados carecen de oportunidad y acceso, no tienen nivel de conocimiento y les falta oferta de trabajo. De nuevo tengamos en cuenta que hay más de 900 millones de analfabetos, 250 millones de menores sin escuela, 2 500 millones de semi-letrados y 2 000 millones de habitantes sin agua corriente, servicios sanitarios o energía eléctrica.

Mientras tanto, expertos de EEUU afirman que habrá computación para todos en el mundo. ¿De quién se burlan? ¿A quién le toman el pelo? A este número de infortunados hay que agregar 50 millones de emigrantes y 100 millones de afectados por las guerras y desastres naturales.

¿Hay un lado oculto en la computación?

Japón creó un sistema para simular el estado de la meteorología en el mundo, que incluye más de 700 computadoras enlazadas en línea por arquitectura de red. La Agencia Nacional de Seguridad y la CIA tienen una estructura semejante apoyada por más de 2.000 computadoras simultáneas para ubicar cualquier dato, en cualquier parte, en cualquier momento. Otros ensayos y proyectos orientados por cuerpos oficiales y militares secretos ocupan miles de medios para tener listas sus respuestas a pedidos del gobierno, sobre todo en materia de diagnósticos y pronósticos.

Un súper sistema de control de la población mundial. No se trata de ciencia ficción, sino de un súper sistema de control absoluto de la población planetaria. Marcelo Coluzzi, del servicio de internet Rebelión, radicado en México, afirma que el proyecto está en proceso de desarrollo y que forma parte de la estrategia de dominación universal de la administración Bush bajo el nombre de “dominación Total de la Información”.

Este sistema supera con creces la famosa Red Echelon, compleja trama de antenas, estaciones de escucha, radares y satélites, apoyados por submarinos y aviones espías unidos por bases terrestres y cuyo objetivo es controlar todo tipo de comunicaciones mundiales, como correos electrónicos, fax, transmisiones por cable, satélites, emisiones radiales y conversaciones telefónicas.

El dispositivo permitirá a Estados Unidos mantener un espionaje total y continuo, no solo de las comunicaciones, sino también de las transacciones financieras, los registros de vuelo, las declaraciones de impuestos, operaciones financieras, registros de vuelo, paquetes accionarios, movimiento de tarjetas de crédito y archivos médicos de la población mundial.

Se trata de una forma de control absoluto de cada ser humano en todo el planeta, y que incluye el iris de los ojos, las huellas dactilares, características biométricas y hábitos motores, lo que permitirá establecer un banco de datos universal lo que posibilitará buscar y hallar por satélite a una persona de modo instantáneo en cualquier parte del mundo. Puede decirse que estamos ante el fin de la vida privada de las personas a escala de la humanidad. Hemos pasado a ser un número mas en una lista casi infinita controlada por Estados Unidos.

¿Quién controla el sistema?

El nuevo sistema, actualmente desarrollado por el comando de Inteligencia Naval de Estados Unidos, consiste en una densa combinación de diversas tecnologías en el campo de la informática, en la que se cuenta una monumental base de datos que almacena información de cada uno de los habitantes del orbe, incluidos vídeos, fotos y parámetros de todo tipo, con capacidad de identificación por satélite y localización instantánea. En otras palabras, se trata de un método de espionaje totalizador del cual nadie podrá escapar.

Esta iniciativa está apoyada por un sistema de traducción universal que podrá convertir instantáneamente en texto cualquier grabación de voz capaz de intervenir conversaciones telefónicas en cualquier parte del mundo. También contará con medios para interpretar sucesos aislados o que aparentemente no tienen conexión. Esto quiere decir que se pueden detectar patrones comunes entre diversas personas, grupos o empresas, así como movimientos financieros, viajes, compras o cualquier otro movimiento que se quiera investigar.

Según Steven Wallach, antiguo ejecutivo de Hewlett Packard y actual asesor del presidente Bush, el complejo mecanismo podrá asociar una foto de Malasia tomada por satélite con una llamada realizada en Francfort y un depósito bancario realizado en Pakistán o Marruecos, para luego relacionar todos esos elementos con algo que debe pasar en Chicago.

Puede decirse que es una desgracia para la humanidad que ciertos hombres y gobiernos sean capaces de movilizar tanta inteligencia y capacidad sin ninguna ética y con sórdidos fines policíacos o en busca de enormes beneficios financieros. Entonces, ¿qué hacer? ¿Enfrentarse al poder movilizado por la potencia mayor del mundo en cualquier época de la historia?

Las circunstancias son desalentadoras, pero la historia ha comenzado a cambiar y más pueblos comienzan a darse cuenta de que está en juego no solo el desarrollo sino también la soberanía y la libertad. Hay fisuras y puntos débiles, además de una conciencia emergente. Vietnam y Cuba, Venezuela y Bolivia, indican que todo el poder y la fuerza de los imperios no son suficientes para terminar con las revoluciones y el ansia de justicia.

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* En el portal CUBARTE (www.cubarte.cult.cu).

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